El nivel de los tipos de interés en Estados Unidos es clave para los mercados emergentes, según suben las tasas de la FED, los flujos se mueven hacia los bonos de Tesoro y salen de mercados emergentes. Persio Arida, presidente ejecutivo de BTG Pactual Asset Management en Brasil y ex presidente del Banco Central de Brasil, plantea la siguiente pregunta: ¿cómo será este ciclo alcista de tipos?
Se presentan dos opciones: ¿veremos el desastre de los noventa, en el que los mercados emergentes sufrieron intensas correcciones a medida que subían las tasas en Estados Unidos? ¿O quizás estemos ante una repetición de un ciclo más benigno para los mercados emergentes, como en 2004?
Persio Arida, en una presentación realizada en el Octavo Congreso FIAP-ASOFONDOS en Cartagena, Colombia, ante más de 550 asistentes de 17 países, presenta ambos escenarios. Como punto de partida, vemos como la curva anticipa que, aunque las tasas de la Fed suban, seguirán por debajo del 2% en 2018.
En 1994 Bill Clinton estaba en la Casa Blanca y Alan Greenspan presidía la Reserva Federal. La economía norteamericana por fin empezaba a recuperarse tras una severa recesión. La FED había mantenido los tipos en un nivel anormalmente bajo para la época durante tres años seguidos, la bolsa estadounidense había vivido un rally fantástico, la inflación se situaba en su nivel más bajo de los últimos años y el desempleo todavía superaba los niveles pre-crisis. Greenspan, preocupado, empezó a subir tipos. El FOMC subió las tasas en 25 pb el 4 de febrero de 1994, el 18 de abril sube 25pb más (fuera de calendario), en mayo acelera la subida hasta 50pb, así hasta alcanzar el 5,5% en diciembre. “En un solo año las tasas subieron 250pb de forma abrupta, cuando en realidad, el mercado estimaba 150pb para todo el ciclo”, puntualiza Arida.
En 2004, al principio la subida fue más suave, con 125pb en el primer año, desde el 1% hasta el 2,25% pero el mercado también se quedó corto al descontar que la FED pararía de subir tipos mucho antes de lo que lo hizo. De hecho, Greenspan continuó subiendo las tasas hasta 2006, cuando le sucedió Bernanke y el tipo de descuento estaba en el 5,25%.
Para este ciclo alcista de tipos, se espera una subida de 75pb en el primer año, con 175pb en cuatro años. “Históricamente sabemos que el mercado se equivoca generalmente a la baja”, reitera Arida.
La excepción a este “mild scenario” la presentan los mercados de divisas. Según explica Arida, la fuerte subida del dólar durante los últimos meses anticipa un alza de tipos mucho mayor que la que están descontando los bonos. “En la subida de tasas de los noventa la revalorización del dólar fue muy fuerte, no así en el ciclo de 2004, en el que vivimos un momento de dólar suave. Pero ahora, aún sin que haya habido ningún movimiento de la FED y que el mercado de tasas anticipe una subida suave, el dólar se ha disparado, anticipando subidas más agresivas y rápidas”, apunta. Esto son malas noticias para los mercados emergentes.
El papel de China
Los ciclos alcistas de tipos han ido acompañado en el pasado con un fuerte crecimiento en China, pero en esta ocasión, las expectativas son que China no trabaje a favor de los mercados emergentes. Su crecimiento es mucho menor. En su caso es un menor ciclo de crecimiento inducido por el propio país, que quiere cambiar su modelo económico a uno más ligado al consumo interno. El estimado es que su crecimiento se sitúe algo por encima del 6%. De hecho, la desaceleración en China es tan acusada, que por vez primera China se está enfrentando a un problema de deflación. ¿Qué esta haciendo China para afrontar esta situación? “No ha depreciado su divisa, como han hecho la eurozona y Japón. En cierta medida esto son buenas noticias para los mercados emergentes: si China devalúa su divisa, los restantes mercados emergentes tendrán que depreciar sus divisas aún más para compensar esta mayor competitividad. Es un gran riesgo para las divisas emergentes”, asegura el presidente ejecutivo de BTG Pactual Asset Management.
Es cierto que las divisas emergentes se han depreciado en este ciclo, aunque por el momento solo compensando la apreciación en la parte previa del ciclo. “Podemos esperar una mayor depreciación en el futuro”, concluye Arida.