El aumento de la incertidumbre geopolítica y los cambios en las dinámicas macroeconómicas de EE.UU., Europa y China podrían tener implicaciones importantes para los mercados de ETFs en 2025. Según explica Brown Brothers Harriman (BBH) en su último informe, pese a que la decisión de los inversores es seguir aumentando su exposición a los ETFs, sus decisiones de inversión estarán muy influenciadas por el actual contexto internacional. Para los autores de este documento, los flujos geográficos y de activos serán clave para entender qué pasa por la mente y el ánimo del inversor.
En este sentido, la encuesta en la que sostiene el informe señala que los inversores en ETFs creen que la inflación (21%) será el factor que más influirá en sus estrategias de inversión en 2025, siendo especialmente vigilada por los inversores europeos (22%) y estadounidenses (24%). Sin embargo, llama la atención que los inversores de la Gran China están más centrados en las valoraciones de las acciones (28 %), un factor que el 20 % de los inversores de todas las regiones considera como el que más influirá en sus estrategias de inversión en 2025.
Un entorno que pesa
El informe reconoce que, aunque un período de sólido desempeño del mercado bursátil estadounidense impulsó los ETFs de renta variable en EE.UU. durante 2024, ahora está experimentando grandes transformaciones. “La imprevisibilidad de la política comercial estadounidense ha sacudido los mercados, incluso mientras los inversores celebran la posibilidad de una mayor desregulación. En contraste, la agresiva reducción de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, junto con los compromisos locales de aumentar el gasto en defensa e infraestructuras, apuntan a un posible nuevo paradigma de inversión, con los mercados europeos de ETFs registrando fuertes entradas de capital”, indica en sus conclusiones.
En este sentido, añade que, de cara al futuro, la historia relativa de crecimiento entre EE.UU. y Europa —y sus respectivas políticas monetarias— será un factor clave y determinante en los flujos geográficos de ETFs. “Por otro lado, China también está dando pasos importantes para estimular su economía, lo que podría suponer un gran impulso para los mercados bursátiles locales y, potencialmente, para los ETFs en toda la región”, matiza el documento.
Más allá de la renta variable, el informe concluye que el panorama global de renta fija es más mixto: “A pesar de las persistentes dudas sobre la inflación —que, según nuestra encuesta, sigue siendo una preocupación para muchos participantes—, hay señales de que la inflación está comenzando a controlarse. A su vez, se prevé un mayor gasto fiscal por parte de varios gobiernos, lo que probablemente impulse nuevas emisiones de bonos y mayores rendimientos. En este contexto, esperamos más turbulencias en los mercados de bonos y entre los ETFs de renta fija en los próximos meses”.
Principales estrategias
El informe concluye que los inversores tienen la intención de obtener exposición a una amplia gama de estrategias de ETFs en los próximos 12 meses, imitando en gran medida a la tendencia que se registró en 2024, cuando la diversificación también era una prioridad clave.
“Por segundo año consecutivo, los ETFs de resultado definido, o con protección (buffered ETFs), están en la cima de las listas de objetivos de los inversores. El 29% de los encuestados espera invertir en ETFs con protección durante el próximo año, solo un punto menos que los resultados de 2024”, afirma el documento.
Como una clase de activos que actualmente representa 45.000 millones de dólares, los ETFs de resultado definido o con protección buscan proporcionar a los inversores una protección limitada contra las caídas del mercado de valores, al tiempo que les permiten capturar el alza en los mercados en ascenso, aunque el alza del rendimiento generalmente está limitada. “La estrategia atrae a los asignadores que pueden estar más centrados en la protección limitada contra las caídas que en el potencial de crecimiento”, explican.
En el caso de la renta fija, el informe sostiene que el apetito sigue siendo fuerte y, rondando el 29%, es una estrategia más popular ahora que en 2024. “Dentro del espacio de los ETFs de renta fija, los inversores muestran rasgos conservadores. El 14% de los encuestados, cifra que asciende al 22% en los EE.UU., está comprando bonos estadounidenses con grado de inversión, quizás reflejando el sesgo nacional. A esto le siguen los ETFs de bonos del Tesoro de EE.UU. (12%), bonos corporativos de alto rendimiento (12%), valores respaldados por activos o hipotecas (11%) y productos estructurados (10%), especialmente en la Gran China (14%)”, indica el informe.
Horizonte de crecimiento para los ETFs
En general, los activos invertidos en ETFs aumentaron en un asombroso 27,7% el año pasado, saltando de 11.51 billones a 14.70 billones de dólares, con el respaldo de un sólido rendimiento del mercado y flujos de efectivo significativos. Según el informe, sus conclusiones apuntan a más años récord por delante.
“El 95% de los inversores encuestados dijeron que planean aumentar sus asignaciones de ETFs en los próximos 12 meses. Es más, cuando se les pidió que clasificaran sus tres principales objetivos para nuevo capital, el 63% tenía a los ETFs en la cima de su lista, seguidos por acciones y bonos con un 51%, y fondos mutuos con un 49%. Los inversores en la Gran China (69%) y los EE.UU. (62%) fueron los más optimistas con respecto a los ETFs. También encontramos que el 50% de los inversores estadounidenses planean aumentar sus tenencias de ETFs en más del 10% en los próximos 12 meses, al igual que el 42% de los inversores en la Gran China”, señala el informe.
Según el análisis que hacen desde BBH, el crecimiento de los ETFs viene de la versatilidad que los inversores ven en este vehículo. Por ejemplo, un 32% afirmó que los ETFs le estaban ofreciendo un rendimiento superior de la cartera a través de sectores tácticos, de nicho o estrechos del mercado fue el principal impulsor para aumentar sus exposiciones a ETFs.