A medida que aumenta la preocupación por una posible recesión en Estados Unidos, los consumidores se muestran cada vez más cautelosos con sus gastos. Los estadísticas muestran que los hogares de bajos ingresos están optando por compras más pequeñas y reduciendo gastos discrecionales como la comida rápida. Mientras tanto, el mercado del lujo ha experimentado un descenso significativo. Los datos de las tarjetas de crédito revelan que el gasto ha disminuido en la mayoría de las categorías minoristas. Además, los consumidores tienen menos efectivo, y los saldos de sus cuentas corrientes y de ahorros han disminuido durante el último año.
Para agravar estos problemas, el crecimiento salarial se ha ralentizado y los saldos de las deudas se están acercando a los niveles prepandemia, lo que deja a muchos con una flexibilidad financiera reducida y una creciente sensación de incertidumbre.
El índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan se desplomó un 11%, hasta 57,9 a mediados de marzo, desde 64,7 el mes pasado. La confianza entre los demócratas fue la más baja jamás registrada, incluyendo los peores momentos de la crisis financiera de 2008-2009. Incluso los republicanos se sienten peor, aunque muchos creen que cualquier impacto económico a corto plazo causado por las medidas de Donald Trump valdrá la pena. Más aún, los consumidores ahora esperan que la inflación anual se dispare al 4,9%.
Esta semana los inversores esperan que la Reserva Federal mantenga sin cambios los tipos de interés al concluir su reunión de dos días este miércoles. El mercado ha descontado con casi total certeza que las tasas se mantendrán en sus niveles actuales del 4,25% al 4,5%. Tras la decisión, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, tiene previsto responder a las preguntas de los medios sobre los tipos de interés y las políticas económicas, lo que podría tener un impacto en los mercados.
El reciente cambio en la inversión de acciones estadounidenses a no estadounidenses por parte de muchos inversionistas se debe sobre todo a la reducción del gasto público excesivo en Estados Unidos y al fin de la austeridad en Europa. Aunque no está claro si esta tendencia será duradera, recomendamos aprovechar cualquier subida a corto plazo del mercado estadounidense para diversificar aún más en otros mercados.
El euro se mantiene cerca de su máximo en cinco meses debido al creciente optimismo sobre el fin de la guerra en Ucrania. Por otro lado, el dólar se mantiene cerca de su mínimo en cinco meses frente a sus principales pares, lo que refleja la preocupación por la economía estadounidense. El dólar está perdiendo atractivo debido que la errática formulación de políticas amenaza con socavar su carácter de refugio seguro. Al mismo tiempo, las esperanzas en el nuevo contexto europeo permiten una mejora en la confianza del euro.
Mientras el Presidente Trump siga usando con firmeza los aranceles y esté dispuesto a arriesgarse a sufrir dificultades económicas, el dólar estadounidense se mantendrá bajo presión, incluso si Estados Unidos mantiene su ventaja en los tipos de interés y su superioridad cíclica.