Pictet AM en España ha presentado la iniciativa de educación financiera básica “La Cocina Financiera” y el libro “Mi Primer Fondo de Inversión: Rentabilidad y Sostenibilidad”, elaborado por Juan Ramón Caridad, MFIA, CAIA, director de clientes estratégicos en Pictet AM y María Jesús Soto, presidenta de la Fundación que lleva su nombre. En el acto de presentación intervinieron Enrique Castellanos, director del Instituto BME; Elisa Ricón, directora general de Inverco y Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam.
Para Enrique Castellanos, director del Instituto BME, “los ciudadanos deben tener suficientes conocimientos financieros para que tomar decisiones informadas, más protegidos ante las vicisitudes y posibles crisis. Una manera relativamente sencilla de hacerlo es confiando en los fondos de inversión”.
Por su parte, Elisa Ricón, directora general de Inverco, señaló que la Comisaria Europea observa que “los europeos somos muy buenos ahorradores, pero muy malos inversores”. En este punto, explicó que “sacrificamos consumo y dejamos dinero en cuenta o depósito durmiendo. Las cifras son muy homogéneas en la media europea: una tasa de ahorro de 15% de la renta bruta disponible con el 30% de dinero durmiente».
Respecto a España, Ricón aclaró que «no nos tomamos la educación financiera en serio», en tanto que «nuestros hijos acceden a la educación financiera como asignatura voluntaria en cuarto de ESO, para itinerarios de economía y emprendimiento, Humanidades o Ciencias Sociales». Al contrario, «acceden a información en redes sociales de consumo rápido y más que invertir hablan de apostar, con comportamientos impulsivos o emocionales, no de largo plazo». También recordó que el 60% de adultos en España no contesta bien a competencias financieras vitales, «el cuarto peor país, pero un 83% considera que cuenta con un nivel muy alto, alto o medio, el mejor cuarto país». De esta forma, Ricón concluye que «para que nuestros hijos y jóvenes aprendan, debe haber ejemplo en la casa».
Generar hábito
Pero no es tanto cuánto ahorrar sino generar hábito, por pequeño que sea. El capítulo 7 del libro, “cazuelas y sartenes”, trata de que una de las grandes ventajas de los fondos es que se puede invertir desde diez euros y con acceso a informe de gestión como quien invierte un millón. Cualquier inversor que entra en un fondo inversor recibe un trato equitativo y las decisiones de inversión pueden tener un impacto social positivo.
«La prudencia implica decisiones meditadas, informadas y con antelación, la templanza nos permite gozar ordenadamente de los momentos buenos de mercado, pero también aguantar en los malos. Un personaje del libro es Carol, una mujer. Las mujeres llegan a jubilación con carreras de cotización más cortas y son más longevas. Necesitan mucho más de planes de pensiones y fondos de inversión. Además, nuestro perfil de riesgo medio es mucho más conservador y la revalorización más limitada”, explicó Ricón.
Para Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam, este libro supone “un momento de celebración. En Pictet AM estamos comprometidos con la educación financiera, donde junto con la comunidad financiera hacemos esfuerzos permanentes. A veces es una labor a veces ingrata, por difícil. Si tenéis la oportunidad de verlo en casa y con hijos nos interesan mucho las respuestas. La educación financiera es responsabilidad de todos”.
Asimismo, María Jesús Soto, presidenta de la Fundación que lleva su nombre, ha recordado a AB Asesores “la raíz de todo esto” y reconocido a la editora y los ilustradores, Manel Sánchez Recio y Marc Fusté Boronat. “Llegué a los fondos de inversión cuando era estudiante. He vivido lo mejor de la evolución del mercado financiero de nuestro país. “Mi primer libro de economía, ahorro, inversión” arrancó esta saga, en 2012. Jesús González Nieto, actual director de BME Growth y Latibex, me dijo: “Este libro no ha sido encargado, ha sido creado”.
«Estoy hablando de humanismo en el mundo financiero, de que la economía y las finanzas sirvan a las personas. No todo es por dinero. Cuando conseguimos que sea por otras cosas, dignificamos la economía y las finanzas. Por eso el libro habla de pecados capitales. El personaje Carol se llama así por mi abuela Carolina. Ella y Nico cumplen 18 años aprendiendo de economía. Lo hemos acompañado desde niños en esa trayectoria de aprender y de valores. En finanzas lo barato siempre sale caro e incluso muy caro. A los jóvenes les digo que no vayan al premio, las “criptos”, la avaricia, que en muchos casos hace ludópatas. El mundo no va a sobrevivir sin el avance y progreso constante de la educación financiera”, concluyó.
Por su parte Juan Ramón Caridad, director del MFIA en BME y director de clientes estratégicos de Pictet AM en Iberia y Latam, se ha referido a que “hace un par de veranos empezamos a darle vueltas a que Carol y Nico se habían hecho responsables. Debían gestionar un cartera de fondos. Ha sido un reto porque no es fácil cerrar el “gap” de una educación sencilla, amigable con el rigor requerido de que los inversores tomen decisiones y no dejemos a nadie atrás”.
Respecto a la “Cocina Financiera”, Caridad ha recordado que en México “una persona me dijo que los fondos de inversión no valen para nada. Pensé en el símil con la alimentación, que es posible cambiar rentabilidad por sabor y riesgo por calorías, lo que todo el mundo entiende. La industria financiera debe ser capaz de explicar cosas sencillas y buscar un idioma intergeneracional en cualquier país. La cocina es perfecta para ello. Así, la industria financiera es un gran centro comercial con 500 restaurantes. Los fondos son como sartenes, cazuelas y ollas. Útiles de distintos tipos de vehículos. Necesitas mezclar ingredientes para cocinar profesionalmente y repetir las cosas de manera consistente: acciones, bonos, materias primas, divisas y derivados -que se puede asimilar a las texturas. La gestión pasiva se parece a las hamburguesas. Es cocina rápida, rico, fácil y normalmente de precio asequible. Pero para Navidad no sirve. Además, hay sesgos, como exceso de carbohidratos. Pero el chef -gestor- puede hacer una comida maravillosa».