La Comisión Europea presenta mañana la Unión de Ahorro e Inversión (Savings and Investments Union o SIU, por sus siglas en inglés) con el objetivo de conectar el ahorro con las inversiones más productivas, alineándose con los objetivos estratégicos de la Unión, que incluyen la innovación, la descarbonización, las tecnologías digitales y la defensa. “Se basará en la exitosa implementación de dos planes de acción sobre la Unión de los Mercados de Capitales y los avances en la Unión Bancaria. Se centrará en aumentar la rentabilidad del ahorro de los ciudadanos de la UE y en ampliar las oportunidades de financiación para las empresas, mejorando así la competitividad de la Unión Europea”, explican desde la Comisión Europea.
La Asociación de Fondos de Luxemburgo (Alfi) considera que con las políticas e iniciativas adecuadas, el continente puede allanar el camino hacia una nueva era de empoderamiento financiero y crecimiento económico. “La SIU debe centrarse en activar el ahorro minorista para convertir el dinero inactivo en inversiones dinámicas. Uno de los aspectos clave debe ser el fortalecimiento de los sistemas de pensiones, complementando los modelos de reparto (Pay-as-You-Go) con pensiones financiadas, asegurando medios financieros a largo plazo y promoviendo las pensiones ocupacionales de segundo pilar”, defienden desde Alfi.
El objetivo de “liberar” el potencial de ahorro e inversión
A la hora de hablar de “liberar” el potencial de ahorro e inversión en Europa, Alfi se refiere a los 10 billones de euros (41%) de riqueza de los hogares europeos que están depositados en efectivo y cuentas de ahorro, en comparación con 13 billones de euros (16%) en EE.UU. Esta diferencia sustancial pone de manifiesto la necesidad de movilizar estos fondos hacia inversiones productivas. “Si activamos los 33,5 billones de euros en activos financieros de los hogares europeos, podemos acelerar el crecimiento en Europa e impulsar una nueva era de empoderamiento financiero. La clave de esta transformación radica en liberar el enorme potencial del ahorro minorista, especialmente mediante la promoción de las pensiones ocupacionales de segundo pilar a través de la inscripción automática (auto-enrolment), soluciones de inversión bien diseñadas y incentivos fiscales específicos. Estas soluciones no solo beneficiarán a los individuos, sino que también impulsarán el crecimiento económico y la estabilidad financiera en todo el continente”, insisten desde Alfi.
Desde Alfi señalan que para lograr que la SIU sea exitosa en su hoja de ruta tiene que haber tres aspectos fundamentales: la movilización de las nuevas generaciones de inversores; el fortalecimiento de los sistemas de pensiones europeos; y el desarrollo de las ISAs -que podrían servir como un punto de acceso adicional a productos de ahorro o como parte del tercer pilar de pensiones, combinadas con incentivos fiscales específicos-.
“Ante los desafíos demográficos que enfrenta Europa, para la modernización de los sistemas de pensiones, en particular los planes de pensiones de segundo pilar, es crucial crear una herramienta a nivel de la UE para rastrear las pensiones del primer pilar y, posteriormente, ampliar su alcance al segundo y tercer pilar. Esta herramienta debe basarse en reglas transparentes y sensibles a los cambios demográficos, proporcionando a los ciudadanos una visión clara de sus expectativas de jubilación. Así como centrarse en la transparencia, eficiencia y amplia elegibilidad de los planes de pensiones, además de simplificar la participación tanto para empleados como para empleadores”, destacan desde Alfi entre otros aspectos.
Sobre este punto, añaden que los planes de pensiones de segundo pilar deben estar abiertos a múltiples proveedores (bancos, aseguradoras, gestores de activos) para garantizar costes competitivos. “Los beneficiarios deben poder elegir sus asignaciones y productos de inversión, lo que ha demostrado mejorar la alfabetización financiera y la participación en los mercados”, matizan.
Cuentas de inversión individuales y enfoque integral
Las gestoras consideran que la iniciativa será positiva para la industria. Por ejemplo, Vanguard ha apoyado firmemente la Unión de Ahorro e Inversión (SIU), ya que lo considera un medio para fortalecer la economía de la UE, los mercados de capitales y las oportunidades de ahorro a largo plazo para los ciudadanos.
“Una SIU bien estructurada no solo es una necesidad económica, sino también un imperativo político y estratégico en un contexto de creciente competencia global y cambios demográficos. Al fomentar mercados de capitales más profundos y eficientes, la SIU puede movilizar la inversión privada para apoyar la transición de Europa hacia una economía y una sociedad más segura, sostenible y digital”, señala la gestora entre las aportaciones que ha realizado a la Comisión Europea.
Es más, basándose en su estudio «Análisis del ahorro para la jubilación y la inversión minorista en la UE y recomendaciones para una agenda de reforma integrada» y en su experiencia, identifican tres prioridades esenciales para el éxito de la SIU y el bienestar financiero de los ciudadanos de la UE: adopción generalizada de cuentas de ahorro europeas; desarrollo de sistemas de pensiones financiadas; y mercados de inversión minorista abiertos y competitivos.
En este mismo contexto, desde BlackRock además de coincidir en la relevancia que tendrá la adopción de las cuentas de inversión individuales, destacan la relevancia de tener un enfoque integral de los mercados públicos y privados.
“Para que los mercados de capitales sirvan de manera óptima a la economía de la UE, no debemos subestimar la importancia de los mercados privados para canalizar nuevas inversiones de capital hacia las empresas. La gran mayoría de las empresas europeas son privadas, y para muchas, la cotización en bolsa no es una opción viable. Aun así, estas empresas necesitan financiación, y el creciente interés de los inversores en los mercados privados debe considerarse como una oportunidad clave para Europa. Europa ya cuenta con una estructura de fondos líder a nivel mundial a través del ELTIF (European Long-Term Investment Fund), pero aún queda margen para que los responsables políticos y la industria aseguren su pleno desarrollo. A medida que crece la inversión minorista, conectar el ahorro de los ciudadanos europeos con la economía real a través del acceso a mercados privados será un factor determinante. Esto puede lograrse mediante acciones políticas dirigidas a ampliar el acceso a los mercados privados a través de fondos o cuentas de jubilación”, apunta la gestora en el feedback dado a la Comisión Europea.
Amundi también se une a esta reflexión y coincide en la necesidad de fortalecer los mercados de capitales de la UE para financiar las transiciones verde y digital, así como para reforzar la autonomía estratégica y la competitividad del bloque. Además, desde la gestora se sugiere, entre otros aspectos, facilitar la participación de los inversores minoristas en el mercado de capitales para simplificar el proceso de inversión. “Este debe ser más accesible y asequible para los inversores minoristas, proporcionando asesoramiento de bajo coste, información clara y autonomía para invertir. Sin embargo, la Estrategia de Inversión Minorista (RIS) en su forma actual complica en exceso la experiencia del inversor. Por ello, la RIS debería revisarse profundamente para simplificarla y alejarla de su enfoque exclusivamente basado en costes o, en su defecto, ser retirada”, defiende la gestora.
Además, recuerda que “es fundamental aumentar la concienciación de los ciudadanos de la UE sobre el impacto negativo de no invertir para sus proyectos a largo plazo o su jubilación. Fomentar la educación financiera para cambiar la percepción del riesgo es clave. Los inversores minoristas se benefician de oportunidades para aprender invirtiendo. Por ello, apoyamos el desarrollo de productos de inscripción automática, como los planes de ahorro para empleados”, comenta en su aportación enviada a la Comisión Europea.