Los emisores públicos europeos juegan un rol clave en la mejora del mercado de bonos verdes, sociales y sostenibles, con unos marcos de financiación sostenible que han mejorado de manera constante en los últimos años y se situaron, a cierre de 2024, en 56/100 puntos, según el estudio “Marcos de emisores públicos para emisiones de bonos verdes, sociales y sostenibles. Cuatro años de emisión de bonos en Europa”, de EthiFinance.
El informe presenta el análisis de 66 marcos de bonos verdes, sociales y de sostenibilidad (GSS, por sus siglas en inglés) de instituciones públicas (estados, autoridades locales, servicios públicos e instituciones financieras públicas) en Europa entre 2021 y 2024, sobre la calidad de los distintos marcos de emisión.
Los resultados ponen de relieve que los emisores públicos son catalizadores de las finanzas sostenibles, gracias a la consolidación de sus prácticas y sus marcos de emisión cada vez más transparentes y rigurosos. En este sentido, las conclusiones de esta investigación son claras: la calidad de los marcos de los emisores públicos ha mejorado constantemente en los últimos años, tanto en términos de precisión como de pertinencia. Esta creciente transparencia y la mejora de la calidad son palancas clave para la confianza de los inversores.
Así, en 2024, los marcos con un nivel de calidad “básico” han desaparecido, y la mayoría de ellos se clasifican ahora como «avanzados» o «líderes». El nivel medio de calidad de los marcos de bonos GSS de las instituciones públicas europeas, basado en los Principios de ICMA, ha aumentado hasta 56/100 en 2024. Sin embargo, los niveles de calidad siguen variando entre los distintos pilares de ICMA. En concreto, el 58% de los marcos se ubica en la categoría “avanzada”, lo que supone un incremento de 33 puntos porcentuales respecto a 2021, mientras el 17% se ubica en la categoría “líder”, 11 puntos porcentuales más. Por su parte, la categoría “básico” desaparece, frente al 44% registrado en 2021.
Además, el estudio destaca que en el pilar de “uso de recursos” también aumenta su calidad hasta los 65/100 puntos, lo que refleja que “la mayoría de los marcos proporciona descripciones de los proyectos claras y detalladas, y están alineados con las categorías de ICMA para contribuir a los objetivos sociales y/o medioambientales”.
De la misma manera, respecto al pilar de “evaluación y selección de proyectos”, el informe resalta que es el pilar de ICMA con menor puntuación, aunque ha mejorado y pasa de una puntuación de 36/100 en 2021 a 48/100 en 2024. EthiFinance ha observado avances en dos áreas clave: el 75% de los emisores abordan ahora la gestión de riesgos sociales y medioambientales (frente al 13% en 2021), y el 80% de los comités de selección de proyectos incluyen expertos ESG, frente al 56% en 2021.
Respecto al pilar “gestión de los recursos”, se identifica una mejora significativa en la trazabilidad de los proyectos, con un incremento de la puntuación de 47/100 en 2021 a 61/100 en 2024, ya que ahora el 86% de los emisores especifican métodos de seguimiento de recursos, y el 53% han recurrido a carteras dedicadas desde el 2023. La transparencia en los periodos de asignación también ha mejorado, ya que el 58% de los emisores cumplen el periodo de 12 meses recomendado por ICMA, frente al 38% en 2021.
Respecto al pilar de “informes”, la puntuación aumentó ligeramente de 48/100 en 2021 a 50/100 en 2024. En 2024, el 97% de los emisores se compromete a elaborar informes anuales de asignación e impacto de los recursos, a menudo accesibles directamente en sus sitios web. Y aunque la mayoría de los emisores incluyen indicadores de asignación e impacto, solo el 11% proporciona metodologías detalladas. Las auditorías externas de los informes se duplicaron, pasando del 25% en 2021 a 50% en 2024, mientras que la validación previa de las mediciones de impacto por terceros sigue siendo escasa (11%).
EthiFinance también ha evaluado la transparencia y claridad sobre el impacto previsto de los proyectos elegibles. Los emisores públicos son ahora más transparentes y prevén cada vez más informar sobre los impactos reales de sus proyectos, y se observa una mejora en la transparencia de los proyectos sociales y ambientales. En específico, el 78% de los marcos sociales y de sostenibilidad identifican a los beneficiarios de los proyectos y el 87% definen indicadores de impacto para al menos algunas categorías.
En 2024, todos los bonos sociales y de sostenibilidad incluían indicadores para cada categoría social, pero ninguno establecía específicamente objetivos cuantitativos de impacto o trayectorias. Asimismo, los marcos para proyectos verdes integran cada vez más los requisitos de la Taxonomía Ambiental de la UE, con un 83% de emisores que utilizan sus criterios técnicos de selección para algunos o todos los proyectos en 2024, frente al 75% en 2022.
El informe de EthiFinance, al que se puede acceder en este enlace, ofrece una visión dinámica de la deuda sostenible emitida por los emisores públicos en función de las emisiones analizadas, para lo cual evalúa su alineación con los Principios de ICMA e incluye una sección de “Impacto”.