Rachida Justo, directora de la Cátedra Impact Bridge-IE de emprendimiento social e inversión de impacto, profesora de Emprendimiento Social y presidenta de la División de Emprendimiento del Academy of Management, desvela en una entrevista con Funds Society el elevado potencial de crecimiento de la inversión de impacto y la necesidad de formación de los profesionales que quieren dedicarse a este segmento de inversión. También resalta qué áreas atraen más la atención de los inversores, como medio ambiente, inclusión financiera o salud. Pero también observa áreas que se encuentran fuera del radar y que deberían ser atendidas, tanto en España como en Latinoamérica.
¿Tiene previsiones de crecimiento de la inversión de impacto, tanto en España como a nivel global? ¿Va a ser la inversión de impacto una megatendencia?
La inversión de impacto ha mostrado un crecimiento significativo en los últimos años, tanto a nivel global como en España. Según el «Estudio de la Oferta de Capital de Impacto en España 2023», la oferta total de capital de impacto en nuestro país alcanzó los 3.341 millones de euros a finales de 2023. De esta cifra, 1.517 millones corresponden a inversión de impacto directa, lo que representa un incremento del 26% respecto al año anterior.
Este crecimiento ha sido impulsado, principalmente, por los fondos de capital privado, cuyos activos bajo gestión aumentaron un 32% gracias a la incorporación de nuevas gestoras y la creación de nuevos fondos por parte de gestoras existentes. Además, la financiación bancaria de impacto se mantuvo estable en 1.740 millones de euros, mientras que la inversión de impacto indirecta se situó en 84 millones de euros. Se trata de un crecimiento sostenido que pienso seguirá aumentando en el futuro.
A nivel global, la inversión de impacto también está en expansión, con un número creciente de fondos y actores involucrados en este ecosistema, incluyendo family offices, entidades gubernamentales y fondos de private equity. Esta tendencia sugiere que la inversión de impacto se está consolidando como una mega tendencia en el ámbito de las inversiones, reflejando un cambio hacia estrategias que buscan no solo retornos financieros, sino también generar un impacto social y ambiental positivo.
¿Qué formación requieren los futuros inversores de impacto?
En primer lugar, los inversores de impacto deben contar con una sólida base en finanzas e inversión. Esto implica el dominio de modelos financieros avanzados, la evaluación de riesgos y la valoración de activos, así como un conocimiento profundo de vehículos de inversión específicos, como los bonos de impacto social y las estructuras híbridas que combinan capital filantrópico con inversión comercial.
Además, deben desarrollar habilidades en la estructuración de inversiones con propósito, garantizando que los proyectos no solo generen retornos financieros, sino que también produzcan beneficios tangibles para la sociedad. En este último aspecto, donde aún existe un vacío de conocimiento, la Cátedra Impact Bridge-IE ha desarrollado un marco de referencia que recopila las mejores prácticas para asegurar la adicionalidad del impacto de los inversores de impacto, maximizando así su contribución real al cambio social y ambiental.
Otro aspecto fundamental es la medición y gestión del impacto social y ambiental. A través de metodologías estandarizadas como IRIS+, SROI (Social Return on Investment) y los SDG Impact Standards, los inversores de impacto pueden evaluar y reportar el valor social de sus inversiones, asegurando que los proyectos financiados contribuyan efectivamente a su misión.
Finalmente, la formación de un inversor de impacto debe incluir el conocimiento del ecosistema en el que opera. Esto implica comprender las dinámicas del emprendimiento social, la colaboración con actores del sector público y privado, y la identificación de oportunidades en sectores clave como transición energética justa, salud, igualdad de género o inclusión financiera.
¿Hay demanda de estudiantes interesados en la inversión de impacto?
Sin lugar a dudas, la demanda de estudiantes interesados en inversión de impacto ha crecido de manera sostenida en los últimos cinco años, aunque sigue siendo un nicho en comparación con otras disciplinas financieras. Este interés proviene, por un lado, de estudiantes con perfil financiero que buscan aprovechar su experiencia en el sector para generar un impacto positivo en la sociedad. Muchos de ellos ya cuentan con trayectoria en banca, private equity o gestión de activos, pero desean alinear su carrera con un propósito más significativo.
La inversión de impacto es un área muy extensa. ¿Qué segmentos de esta cuentan con menos inversión y cómo debería paliarse ese déficit de inversión?
Existe una importante variabilidad en la inversión de impacto por sectores en España. En particular, el informe de SpainNAB destaca que sectores como la protección del medioambiente (22%), la inclusión financiera (19%) y la salud (20%) han captado la mayor parte de los fondos. No obstante, otras áreas clave han quedado rezagadas. Así, las áreas de vivienda, regeneración urbana, tecnologías de la información (TI) y servicios sociales se encuentran entre las que menos inversión han recibido (cada uno de estos sectores recibe alrededor de un 1% de la inversión total).
Esta falta de inversión en ciertos sectores no es exclusiva de España. En Centroamérica, por ejemplo, los sectores de infraestructura, vivienda y tecnología también han sido identificados como áreas con menor prevalencia de inversiones de impacto. La situación es similar en el resto de América Latina, donde las mayores oportunidades de inversión de impacto se encuentran en sectores que aprovechan la riqueza en recursos naturales y en aquellos que abordan las desigualdades. Sin embargo, el mercado de inversión de impacto en la región aún se encuentra en una etapa incipiente.
Es fundamental mejorar la educación y concienciación sobre las oportunidades de inversión en sectores menos atendidos. A medida que crece el interés por la inversión de impacto, resulta clave informar a los inversores sobre oportunidades en sectores menos financiados. Un reciente estudio indica que las familias de alto patrimonio en Latinoamérica están mostrando un creciente interés en diversificar sus portafolios incluyendo inversiones de impacto, lo que representa una oportunidad para redirigir capital hacia áreas estratégicas.
El sector público es un actor relevante para que se produzca el despegue de la inversión de impacto, pero ¿qué otros actores necesita este tipo de inversión para crecer?
Además del sector público, que juega un papel fundamental, es clave incentivar la participación de fundaciones y actores del ámbito filantrópico. Aunque el número de fundaciones involucradas en inversión de impacto ha crecido (de 17 a 27 vehículos en 2023), aún le queda recorrido para desarrollar su potencial en términos de volumen, con 260 millones de euros invertidos en el sector. Impulsar su papel como inversores en etapas iniciales podría facilitar la financiación de proyectos con alto potencial de impacto, pero con un mayor riesgo percibido.
Asimismo, fomentar alianzas estratégicas entre actores públicos, privados y filantrópicos puede movilizar recursos y compartir riesgos en sectores desatendidos, fortaleciendo el ecosistema de inversión de impacto.
¿Cómo se sensibiliza sobre la importancia de la inversión de impacto? ¿Se requieren programas adicionales a los que ya hay en marcha?
La sensibilización sobre la importancia de la inversión de impacto requiere la participación de múltiples actores que contribuyan al desarrollo del ecosistema. Las entidades educativas juegan un papel fundamental, al integrar esta temática en sus programas académicos y fomentar el interés de las nuevas generaciones de inversores y emprendedores. No obstante, la educación formal debe complementarse con iniciativas lideradas por organizaciones especializadas, que trabajan en la promoción y consolidación del sector.
En este sentido, SpainNAB, Impact Europe y Latimpacto están desempeñando un papel clave en la construcción del mercado de inversión de impacto en España, Europa y América Latina, respectivamente, a través de la promoción de estándares, colaboraciones y generación de conocimiento. Además, para seguir impulsando esta transformación, es necesario ampliar el alcance de las iniciativas existentes con programas adicionales de sensibilización, que involucren a un espectro más amplio de actores, incluyendo inversores tradicionales, empresas y el sector público.