Los últimos 25 años han estado marcados por un enfoque creciente en la diversidad y la inclusión de género en todo el mundo, con estrategias específicas dirigidas a eliminar los prejuicios en todos los ámbitos de la sociedad. Una tendencia que también ha llegado al ámbito de la inversión y en sus criterios de inversión.
Según refleja UBS en su informe Gender-lens investment, los orígenes de la inversión con perspectiva de género están profundamente arraigados en el esfuerzo colectivo por empoderar a las mujeres. “Sin embargo, sería un error no reconocer los importantes beneficios económicos que pueden derivarse de ello. Cerrar la brecha de género en la participación laboral y en los puestos de gestión podría, por sí solo, aportar hasta 7 billones de dólares al PIB mundial. Este número aumenta a entre 22 y 28 billones de dólares si se alcanza la igualdad de género”, señala en sus conclusiones.
Estos posibles beneficios económicos están captando la atención de gobiernos y economistas, que están implementando nuevas estrategias para fortalecer el papel de las mujeres en la sociedad. Pero también, desde UBS consideran que los inversores también pueden beneficiarse de este impulso al identificar oportunidades dentro de las tres perspectivas de inversión con enfoque de género.
Ideas de inversión con una visión de género
La primera de estas perspectivas que propone UBS parte de la idea de que las inversiones para mujeres abarcan una amplia gama de productos y servicios que responden a sus necesidades. “Creemos que la oportunidad de inversión más viable se encuentra en las tecnologías digitales emergentes”, señalan. Según su visión, muchos de los esfuerzos enfocados en el género, como los relacionados con la educación o la inclusión financiera, se han centrado en atender a las mujeres en mercados emergentes y fronterizos, a menudo a través de mecanismos filantrópicos como la financiación combinada (blended finance) y la concesión de subvenciones.
La segunda de las ideas que defiende UBS en su informe es que las inversiones en mujeres representan, en su opinión, la oportunidad de inversión más escalable y diversificada, ya que permiten acceder a diversas industrias, regiones y tipos de empresas. En este sentido, explican que esto incluye enfoques más consolidados, como “invertir en empresas con una representación significativa de mujeres en puestos de gestión, basándose en la tesis de inversión de que las compañías diversas tienden a tener un mejor rendimiento financiero”.
Por último, el informe de UBS argumenta que “las inversiones realizadas por mujeres ofrecen la oportunidad de incorporar capital con un propósito más definido en los portafolios, con soluciones de inversión sostenible y de impacto creíbles, así como inversiones menos líquidas en empresas privadas y activos que probablemente cobrarán mayor relevancia”.
Del enfoque a la construcción del fondo: tres ejemplos
Como consecuencia de ese enfoque, las gestoras han creado fondos concretos que recogen las ideas propuestas y analizadas por el informe de UBS. Por ejemplo, en 2019, Nordea AM lanzó el fondo Global Diversity Engagement Strategy, con el objetivo de aprovechar la creciente concienciación sobre la diversidad y la inclusión. Según explica Julie Bech, la gestora del fondo, la estrategia se enfoca en invertir en empresas líderes en igualdad de género y diversidad, a la vez que colabora con aquellas que están comenzando su camino hacia la diversidad para ayudarles a acelerar su progreso.
“La estrategia consiste en una cartera de renta variable global con un nivel adicional de compromiso social. La selección de acciones se basa en el modelo cuantitativo del equipo multiactivos de NAM, que filtra las inversiones más atractivas utilizando factores como calidad, valor, impulso y rentabilidad histórica relativa. La estrategia evalúa a las empresas utilizando una “superposición de diversidad”, que les asigna una puntuación en cuatro criterios: diversidad de liderazgo, cartera de talentos, esfuerzos de inclusión y cambio en diversidad”, añade Bech.
En esta misma línea, destaca el fondo Mirova Women Leaders Equity Fund, lanzado en 2019 por Mirova, filial de Natixis Investment Managers. Se trata de un vehíco que invierte en empresas que contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, con un enfoque especial en la diversidad de género y el empoderamiento femenino.
También dentro de la renta variable, los inversores cuentan con el fondo RobecoSAM Global Gender Equality Equities. Según explica la gestora, se trata de un vehículo de gestión activa que invierte a nivel global en empresas que promueven la diversidad de género y la igualdad de género. “La selección de estas acciones se basa en un análisis fundamental y la estrategia integra criterios de sostenibilidad como parte del proceso de selección de valores y a través de una evaluación de sostenibilidad específica para esta temática. La cartera se construye a partir de un universo de inversión elegible que incluye empresas con mayores puntuaciones de género, basadas en una metodología interna de evaluación de género. Esta metodología abarca diversos criterios, como la diversidad en los consejos de administración, la equidad salarial, la gestión del talento y el bienestar de los empleados”, señalan.