El Departamento de Trabajo de EE.UU. ha hecho pública una propuesta de normativa para proteger a los inversores en vehículos de retiro, 401(K) e IRAs, mitigando los efectos de los conflictos de interés en el mercado del asesoramiento en productos de inversión para la jubilación. El informe de un consejo de asesores económicos de la Casa Blanca ha concluido que los conflictos de interés dan como resultado unas pérdidas anuales cercanas al 1% para los inversores afectados, lo que supondría 17.000 millones de dólares anuales en total.
Los asesores –incluyendo brokers, advisors registrados (RIA por sus siglas en inglés), banqueros, agentes de seguros o abogados, entre otros- serán obligados a seguir la norma fiduciaria y poner el interés del cliente por delante del propio. Aquellos que deseen recibir comisiones por parte de compañías que vendan productos que ellos recomiendan y formas de compensación que creen conflictos de interés deberán apoyarse en una de las varias exenciones propuestas a la prohibición de transaccionar.
“Esto se reduce a un concepto muy sencillo: si alguien es remunerado por dar asesoramiento para la jubilación, debe trabajar para el interés del cliente” declara el Secretario de Trabajo, Thomas E. Perez. “Aunque parezca de sentido común, las leyes que protegen a los consumidores y garantizan que el advisor está dando el mejor asesoramiento en un entorno complejo no estaban al día. Nuestra propuesta de norma quiere cambiar ese hecho. Bajo la nueva norma propuesta, los advisors pueden ser remunerados de diversas maneras, pero siempre el interés de sus clientes será prioritario”
La propuesta aumentaría el número de personas sujetas a la norma fiduciaria cuando ofrezcan servicios de asesoramiento para el retiro y obligaría a firmar un contrato entre éstos y sus clientes en el que se comprometan a estándares fundamentales de conducta imparcial. Esto incluye ofrecer la mejor solución para los intereses del cliente y hacer una declaración veraz sobre las inversiones y sus compensaciones.
El panorama ha cambiado mucho en los últimos 40 años. El porcentaje de americanos cubiertos por planes de pensiones tradicionales –que ofrecen unos ingresos garantizados durante la jubilación- ha caído dramáticamente. En la actualidad, la mayor parte de los trabajadores partícipes de un plan de pensiones en el trabajo están cubiertos por planes contributivos, como los 401(k), en los que los ingresos disponibles en la jubilación dependen de las aportaciones y de los beneficios obtenidos. En total, más de 40 millones de familias americanas tienen ahorros de más de 7 billones de dólares en Planes de Pensiones Individuales (Individual Retirement Accounts-IRAs).