Tras cinco años de ajuste del crecimiento, los riesgos dentro de los mercados emergentes empiezan a parecer más equilibrados, explica Maarten-Jan Bakkum, estratega senior de mercados emergentes de ING Investment Management.
Las presiones a nivel mundial y los obstáculos que frenan el crecimiento se mantienen, pero no están empeorando. Si no ocurre un accidente en China, el crecimiento de los mercados emergentes tocará fondo en el tercer o cuarto trimestre. La desaceleración de la demanda de China es estructural y continúa poniendo presión sobre los mercados emergentes en términos de comercio, pero la corrección en el mercado de la vivienda se está ralentizando y la flexibilización monetaria ya ha comenzado. En el caso de Estados Unidos, esta normalización de la política monetaria sigue poniendo presión sobre los flujos de capital, pero el QE del BCE ha reabastecido la búsqueda mundial de rentabilidades. En este contexto, los bancos centrales de los mercados emergentes buscan espacio para recortar los tipos de interés.
Maarten-Jan Bakkum explica «El rápido crecimiento de la deuda ha creado desequilibrios macroeconómicos y vulnerabilidades en el sistema, obligando a los políticos a adoptar medidas en algunos países, entre ellos Indonesia, Sudáfrica o Brasil. En particular, en Indonesia ya se han puesto en marcha. El Gobierno de Joko Widodo ha eliminado los subsidios a los combustibles, creando así espacio para las inversiones en infraestructura, mientras el banco central continúa con una política monetaria prudente».
También Sudáfrica ha mostrado un gran impulso en su crecimiento, con un fuerte crecimiento de las ganancias, mejora de las condiciones comerciales, y el gobierno demostrando una mayor disciplina fiscal.
Bakkum continúa: «Otras regiones son prometedoras, incluida México. México es uno de los pocos mercados con un impulso de crecimiento positivo. Su gran exposición a los Estados Unidos y la baja sensibilidad a China son factores positivos claves que nos han hecho sobreponderar el país en cartera».
ING IM estima que el impulso de los fuertes beneficios y la sólida entrada de capitales son las principales razones para lo que ocurre, por ejemplo, ahora en Filipinas. Las reformas y las políticas más disciplinadas siguen teniendo un impacto positivo en las perspectivas de crecimiento de la India, donde el menor precio del petróleo también está ayudando. Además, una mejor gobernanza económica y los menores riesgos políticos han contribuido a que Egipto recupere los niveles de crecimiento anteriores a 2011.
Las condiciones financieras más flexibles pueden compensar temporalmente la falta de cambios estructurales, pero las divisas de los mercados emergentes siguen siendo vulnerables. Es probable que asistamos a más depreciaciones necesarias para reforzar las reformas y reducir los desequilibrios macroeconómicos, al tiempo que crea motores del crecimiento futuro.