Si bien los aranceles a las importaciones pueden desafiar las altas valoraciones de las acciones estadounidenses en el corto plazo, los recortes de impuestos corporativos y la recuperación de los sectores no impulsados por el consumo deberían respaldar el crecimiento de las ganancias este año. En este sentido, los mercados de renta variable prosiguen su cauteloso ascenso, animados por el optimismo reinante, pero atemperados por las expectativas de inflación estadounidenses.
Los inversores de todo el mundo están atentos al cambio de rumbo en Washington y considerando cómo afectará a sus carteras. Las firmas de inversión coinciden en que las políticas favorables al crecimiento de la nueva administración Trump, la fortaleza del gasto de los consumidores y una incipiente recuperación de la industria manufacturera deberían impulsar el crecimiento de los beneficios empresariales de EE.UU. en 2025. “Esperamos que los beneficios estadounidenses crezcan un 12%, actuando como un motor clave del rendimiento del mercado, y vemos un alza de alrededor del 10 % en el S&P 500 desde su nivel actual en los próximos 12 meses. Aunque las valoraciones siguen siendo altas, el crecimiento de los ingresos y la expansión de los márgenes conservan el potencial de impulsar nuevas ganancias, de forma similar a los escenarios de los últimos tres años”, explican desde Lombard Odier.
El último informe de la firma considera probable que la rentabilidad de los mercados de renta variable se mantenga limitada a corto plazo, ya que persiste la incertidumbre sobre DeepSeek y los aranceles, sobre todo porque la IA ha sido un factor clave para muchas acciones de gran capitalización en sectores no tecnológicos como el industrial y el de servicios públicos. “Dicho esto, no creemos que esto vaya a conducir a un rendimiento superior significativo de las empresas de pequeña capitalización, a pesar de su constante rendimiento inferior en los dos últimos años. Las previsiones de consenso apuntan a que la brecha entre el crecimiento de los beneficios de las empresas de gran y pequeña capitalización se reducirá en 2025, pero esperamos que el mercado vuelva a decepcionar, como se ha visto en las recientes revisiones de las expectativas de beneficios por acción (BPA). Preferimos mantener una posición neutral en las empresas de gran capitalización frente a las de pequeña capitalización, ya que vemos oportunidades selectivas en el sector tecnológico de gran capitalización, mientras que los tipos de interés más altos crean dificultades para las empresas de menor capitalización”, señalan desde Lombard Odier sobre su posición.
Según Allianz GI, aunque inicialmente las políticas desregulatorias y los estímulos del Congreso han sido bien recibidos por los mercados (con un alza del 5,7% en el S&P 500), el contexto macroeconómico actual es menos favorable. Y advierte de que, en lugar de grandes recortes fiscales como en 2017, esta vez la administración ha priorizado la imposición de aranceles, lo que genera incertidumbre y posibles efectos inflacionarios.
“El presidente Trump está actuando con rapidez para desregular la industria, mientras que los republicanos del Congreso debaten nuevos estímulos. El Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk está recortando el gasto federal, cerrando edificios y eliminando puestos de trabajo. A esto se suma el desafío fiscal que enfrenta EE.UU., con la expiración de los recortes fiscales de 2017 en 2025, lo que podría costar entre 4 y 5 billones de dólares solo para evitar una contracción”, apunta Greg Meier, Director, Senior Economist, Global Economics and Strategy de Allianz Global Investors.
Acero y aluminio: los aranceles de esta semana
Aunque las perspectivas sobre la renta variable siguen siendo buenas, lo cierto es que los anuncios de los aranceles y el ruido que generan continúan. Esta semana, Trump anunció aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio. “La administración Trump también ha planteado la idea de aranceles recíprocos, mencionando entre otros a la Unión Europa, Japón y Corea del Sur, que también podrían imponerse. La idea es que Estados Unidos tiene uno de los aranceles medios más bajos, mientras que los exportadores estadounidenses se enfrentan a aranceles más altos en general. Trump preferiría que existiera igualdad de trato y, por lo tanto, ha sugerido que los socios comerciales de EE.UU. enfrenten aranceles como los exportadores estadounidenses”, explica Mali Chivakul, economista de mercados emergentes de J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Para Chivakul, si bien los aranceles recíprocos pueden no tener mucho impacto macroeconómico en promedio, el impacto sectorial podría variar enormemente, dependiendo de los tipos arancelarios actuales. “El impacto en el mercado de valores puede ser grande en los sectores afectados. Un claro ejemplo son los aranceles de la UE para los automóviles, que son del 10% y mucho más altos que los aranceles de EE.UU. (2,5%), incluso si el tipo arancelario NMF medio de la UE está muy cerca del de EE.UU. la aplicación de aranceles recíprocos puede resultar bastante complicada y puede dejar cierto margen para la negociación antes de la aplicación efectiva. Los aranceles recíprocos también reducirían los incentivos para que los fabricantes se instalen en mercados emergentes con aranceles elevados como India”, añade.
Si echamos la vista atrás, los aranceles estadounidenses de 2018 sobre el acero (25%) y el aluminio (10%) se aplicaron inicialmente para proteger las industrias nacionales, pero han provocado importantes distorsiones económicas. Aunque contribuyeron a un aumento de 2.700 millones de dólares en los ingresos arancelarios, también provocaron un aumento de los costes de los insumos para los fabricantes estadounidenses, especialmente en las industrias dependientes del acero y el aluminio, como los sectores del automóvil, aeroespacial y de la construcción.
A la espera de abril
Teniendo en cuenta la complejidad de la medida, según Howard Lutnick, el nominado de Trump para liderar el Departamento de Comercio, el análisis de la propuesta no estaría listo sino hasta el 1 de abril. A partir de allí, el presidente podrá evaluar la situación y decidir si impone nuevas tasas a los bienes extranjeros.
«Desde nuestro punto de vista, y considerando el extenso periodo de tiempo que existe desde el anuncio de las medidas hasta que finalmente puedan ser implementadas, pensamos que estas amenazas forman parte de su estrategia para alcanzar acuerdos comerciales con las principales economías. Así lo interpretaron también los mercados durante la sesión de ayer, donde las bolsas lograban cerrar en positivo a pesar de esta nuevas amenazas. Por el lado de la renta fija, el hecho de que se retrasen las tarifas demora también el correspondiente repunte en los precios, algo que alentó las compras en ambos lados del Atlántico», apuntan los analistas de Banca March.
Según destacan desde Mirabaud Mirabaud Wealth Management, los estudios han demostrado que los aranceles han provocado pérdidas de empleo en las industrias transformadoras, que han superado las ganancias de empleo en los sectores protegidos. “Los aranceles de represalia aplicados por los principales socios comerciales, sobre todo China y la Unión Europea, han exacerbado aún más las presiones económicas, reduciendo la competitividad de las exportaciones estadounidenses y provocando pérdidas en la agricultura y la industria manufacturera”, indica su informe semanal. Además, insiste en que, en última instancia, los derechos de aduana aumentaron los precios al consumo, redujeron la producción económica y debilitaron las relaciones comerciales sin impulsar significativamente la producción nacional de metal.
Thomas Hempell, responsable de investigación macro y de mercado de Generali Investments, considera que Trump y su juego de los aranceles podría favorecer a la renta variable europea. “Trump puede favorecer en última instancia un enfoque transaccional, utilizando los aranceles como moneda de cambio para obtener concesiones (como acaba de hacer con Colombia en materia de inmigración). Pero no hay lugar para la complacencia: los aranceles punitivos a México, Canadá (25%) -pospuestos hasta el próximo mes- y China (10%) y un ‘arancel suplementario global’ están sobre la mesa. Trump también ha prometido imponer aranceles a los chips, los productos farmacéuticos y el acero. Espere volatilidad debido a la incertidumbre política a medida que la agenda de Trump va tomando forma”, afirma.