El presidente de Estados Unidos ha cumplido sus promesas de campaña e inició un proceso para imponer aranceles a las importaciones de distintos productos que realiza el país en todo el mundo; el más reciente es el impuesto anunciado a las compras de aluminio y acero a partir del próximo 14 de marzo.
Mientras eso sucede, la incertidumbre generada por estas medidas impacta también en las decisiones de los inversionistas, pero ¿cómo reaccionan en este contexto?
Kevin Khang, Economista Internacional de Vanguard, se dio la tarea de explicar cómo pueden afectar factores como los aranceles en las decisiones de inversión. Para ello explica que cuando se enfrenta un nivel elevado de incertidumbre como el actual, puede ser útil mirar al pasado para entender lo que podría venir hacia adelante.
El más reciente ejemplo, explica Kevin Khang, es lo sucedido con los incrementos de aranceles en 2018-2019; o podemos remontarnos varias décadas atrás, casi un siglo, a la Ley de Aranceles Smoot-Hawley de 1930. Todo con el objetivo de comprender la posible volatilidad que podría surgir mientras los mercados asimilan el impacto de una narrativa altamente dinámica sobre el futuro del comercio internacional.
El experto consigna en su análisis lo que define como tres conclusiones claves para los inversionistas en este entorno de presiones comerciales derivadas de posibles aranceles.
- Puede ser útil recordar algunos de los episodios recientes de volatilidad (por ejemplo, en agosto de 2024 y en varios momentos durante 2022). Hacerlo puede ayudar a mantener tanto una perspectiva a largo plazo como una disciplina en la adhesión a su asignación estratégica de activos.
- Una diversificación amplia, entre y dentro de las clases de activos, será un ingrediente importante para sobrellevar la posible volatilidad. Para Vanguard, la perspectiva económica y de mercado para 2025 sigue siendo la misma: seguimos en una era de política monetaria sólida (lo que hace que los bonos sean una buena opción de inversión) y el mercado de acciones continúa siendo un tira y afloja entre las acciones estadounidenses, con un impresionante impulso en ganancias, y las acciones internacionales, que están más atractivamente valoradas.
- Para aquellos que invierten con gestores activos, el rendimiento superior en este tipo de entorno lleno de noticias sobre políticas puede requerir un buen juicio para discernir señales del ruido y una capacidad para ejecutar tácticamente oportunidades que podrían ser de corta duración.
Kevin Khang profundiza su análisis explicando lo sucedido en los periodos que analiza, 2018-2019 y 1930.
En el pasado reciente, es decir los aumentos arancelarios de 2018-2019, las propuestas iniciales de finales de 2017 y principios de 2018 tenían un alcance amplio y estaban dirigidas a muchos socios comerciales.
Sin embargo, durante el siguiente año y medio, fuimos testigos de muchos cambios (exenciones, intensificaciones y desescalamientos) a medida que la política iba tomando forma. En última instancia, esos aranceles se dirigieron principalmente al acero y al aluminio, lo que fue un resultado más quirúrgico y mesurado de lo que sugerían las propuestas iniciales.
Respecto al pasado lejano, la Ley Arancelaria Smoot-Hawley de 1930, elevó los aranceles efectivos sobre los bienes importados a alrededor del 20%. Las represalias de muchos socios comerciales siguieron rápidamente, probablemente empeorando la Gran Depresión que ya estaba en marcha.
Si bien la ley fue finalmente derogada en 1934, hasta el día de hoy continúa informando cómo un resultado económico gravemente adverso puede resultar de negociaciones comerciales fallidas. A medida que entramos en lo que podría ser una nueva ola de negociaciones arancelarias, las experiencias pasadas pueden proporcionar un contexto y una perspectiva útiles.
Kevin Khang concluye que a largo plazo, los posibles cambios en el ecosistema comercial global podrían crear tanto perturbaciones como oportunidades.
Por ejemplo, las cadenas de suministro ya han evolucionado desde los aranceles de 2018-2019, China ahora representa una participación de mercado mucho menor para las importaciones estadounidenses que antes de 2018.
«Estos cambios, aunque disruptivos, pueden ofrecer oportunidades para nuevas empresas posicionadas para aprovecharlas y para inversores activos astutos que puedan identificar dichas empresas desde el principio», dice el experto.