atl Capital destaca en su informe de previsiones para 2025 que volverá a ser un año positivo para los mercados financieros, que cuentan con un entorno favorable para continuar con la tendencia alcista de los últimos tiempos. La entidad de banca privada apunta a factores como un crecimiento económico moderado, una inflación en descenso hacía los objetivos de los bancos centrales, tipos de interés a la baja y beneficios empresariales al alza para generar atractivas oportunidades de inversión en renta fija, renta variable y mercados privados.
Aunque el escenario general es positivo, advierte de que el paquete de políticas económicas y comerciales anunciadas por Donald Trump puede plantear cierta incertidumbre sobre los efectos finales en la economía y generar ajustes en el escenario global. “De su política sabemos lo que ha contado durante la campaña. En tal caso, la desregulación, la bajada de impuestos y el mayor gasto en defensa serían positivos para el crecimiento económico. En cambio, las deportaciones y los aranceles no lo serían, incluso añadirían cierta inflación. Dicho hecho, este va a ser un año de escuchar poco las declaraciones políticas y poner el foco en lo que realmente se ejecute. Habrá que abstraerse de los titulares y el ruido”, reconoce Mario Lafuente, socio director de atl Capital.
Balance del negocio y objetivos para 2025
Sobre el negocio de la firma, destacan que 2024 fue un año de crecimiento tras haber logrado unas captaciones netas de 110 millones de euros. “Una parte muy relevante de nuestro negocio viene de nuestros clientes, que siguen realizando y aumentando sus aportaciones con nosotros, así como recomendándonos a otros y nuevos inversores”, destaca Guillermo Aranda, CEO de atl Capital.
De cara a 2025, su objetivo es alcanzar los 2.575 millones de euros en patrimonio bajo gestión, lo que supone un crecimiento del 17% desde sus activos actuales (2.200 millones). En concreto, busca un crecimiento de 250 millones de euros (en torno a un 13%) en la banca privada, hasta alcanzar los 2.125 millones, y aumentar en 125 millones (casi un 40%) los activos en el canal institucional, llegando a los 450 millones.
Según Aranda, los motores para hacerlo, más allá de las buenas expectativas sobre los rendimientos de los mercados, serán sus negocios de asesoramiento patrimonial y de productos ilíquidos. En este sentido, la firma ya impulsó el área de activos privados en 2024 con el lanzamiento del primer fondo IA 2023. Ahora dispone de cuatro vehículos -dos de ellos los cerrará a lo largo de este año- con un objetivo comprometido de 263 millones.
A la hora de hablar de nuevas aperturas de oficinas, reconocen que aquí también tienen planes, pero Aranda explica que no es tanto cuestión de negocio sino de encontrar la persona adecuada. “Estamos muy activos en plazas como Barcelona, donde hemos celebrado un exitoso encuentro con inversores, y Málaga. En ambos hemos desarrollado un buen negocio, pero por ahora no tenemos oficina presencial, algo que nuestros clientes tampoco nos están reclamando ahora mismo. Sobre si abriremos o no oficina, es algo que depende más de encontrar a la persona correcta”, reitera el CEO de la firma.
Visión macro
En el plano macroeconómico, la firma estima que las economías seguirán creciendo a un ritmo moderado y descarta que estemos ante un escenario de sobrecalentamiento económico tras dos años de tendencia positiva. “Todavía podemos tener crecimientos a ritmos razonables varios años. De hecho, las principales economías tienen margen hasta volver a la tendencia de crecimiento prepandemia”, afirma Lafuente.
Según las previsiones, Estados Unidos registrará una ligera desaceleración en su crecimiento, mientras que, Europa, por el contrario, mejorará levemente frente a 2024, con unas expectativas de entre el 1%-1,5%. En mercados emergentes, atl Capital destaca continuidad en la desaceleración de la economía en China, que cede el testigo a India como motor de la economía de países emergentes con un crecimiento del 7%.
Respecto a la inflación, atl Capital espera que continúe con una evolución favorable, acercándose a los objetivos de los bancos centrales, en torno al 2%, 2,5%. “Lo importante es que hemos dejado atrás los picos de 2022 y la tendencia apunta, claramente, a moderación”, subraya Lafuente.
Sin embargo, la entidad de banca privada muestra preocupación por la posible presión al alza sobre la inflación de las políticas fiscales expansivas del nuevo Gobierno Trump basadas en la bajada de impuestos y un mayor gasto en defensa. “Estas medidas de mayor crecimiento e inflación pueden provocar una reacción en la Reserva Federal realizando menos bajadas de tipos de las previstas antes de las elecciones americanas o incluso no realizarlas. Creo que la Fed, adecuadamente, ha decidido tomar una postura más conservadora y esperar a evaluar el impacto real de esas medidas”, añade Lafuente.
En su opinión, la realidad de Europa es diferente: “Nos enfrentamos a un crecimiento más bajo, pero a una inflación más moderada”. Por ello, considera que el Banco Central Europeo tiene margen para seguir bajando los tipos de interés hasta los 100 puntos básicos ya que su entorno económico es de menor crecimiento que en Estados Unidos.
Teniendo todos estos elementos en cuenta, Lafuente apunta dos riesgos que podrían dañar sus buenas perspectivas sobre los mercados: “Uno es repetir el error de los años 70, cuando hubo un repunte descontrolado de la inflación. Y el segundo riesgo es vigilar que no se dispare el bono estadounidense a diez años, porque si ofrece una rentabilidad por encima del 6%, los mercados se pondrían más que nerviosos.
Oportunidades de inversión en renta fija, renta variable y mercados privados
atl Capital adelanta perspectivas atractivas en los mercados de renta fija para este año. En opinión de Félix López, socio director de atl Capital, tras casi una década sin ser muy atractiva, y un fatídico 2022, este activo lleva dos años mejorando. “La renta fija vuelva a tener un lugar en las carteras, en todas las clases de carteras, y esta es la principal diferencia con años anteriores. Aunque tengamos que esperar menos rentabilidades que el año pasado, la renta fija ha recuperado su papel en las carteras. 2025 será otro año más en el que la renta fija aporte valor”, sostiene López. Además, reconoce que “el punto de partida en términos de rentabilidad es muy bueno, por lo que 2025 se perfila como otro buen año para la renta fija, después de dos consecutivos de buenos retornos.
Según su visión, la certeza de una bajada de tipos en Europa por sus condiciones de crecimiento y escaso enfrentamiento entre las políticas de los gobiernos y las políticas económicas reduce o elimina el principal riesgo de los activos de renta fija que es una subida abrupta de los tipos de interés. “Con respecto a Estados Unidos, tenemos la duda de cuantas bajadas va a realizar, pero en todo caso hablamos de bajadas” señala Félix López.
El pilar de la cartera de renta fija para 2025 será la deuda corporativa ya que las empresas se beneficiarán del crecimiento económico ofreciendo buenos retornos, con una duración entre 3 y 5 años para asegurar una rentabilidad favorable en un escenario de bajada de tipos. “Nuestra recomendación es combinar deuda corporativa de alta calidad, y high yield para obtener un extra de rentabilidad. Además, ante la posibilidad de que se produzca algún momento de tensión en el mercado, incluimos deuda soberana que va a actuar como refugio para compensar posibles pérdidas que se generen a corto plazo en el resto de los activos”, explica el experto.
En renta variable, su principal escenario es que el crecimiento de los beneficios empresariales será una de las claves para este año. “Además, estamos viendo que los márgenes empresariales están en máximos y cuentas bastantes saneadas” apunta Ignacio Cantos-Figuerola, socio director de atl Capital. En este entorno, las previsiones apuntan a una aceleración de beneficios en Europa con crecimientos entre el 6%-8% y mientras que Estados Unidos mantiene cifras en torno al 10%-12%. Un punto relevante para los expertos de atl Capital es la previsión de un crecimiento de los resultados empresariales más homogéneo en el mercado americano. Esperan que las grandes tecnológicas que han liderado el crecimiento en años anteriores moderen su ritmo mientras que las pequeñas y medianas compañías aceleren su crecimiento.
En el conjunto global, los beneficios crecerán más del 10%. “Con el escenario de crecimiento económico y de beneficios empresariales, todo hace pensar que será un buen año para la renta variable. Aunque debemos esperar rentabilidades más moderadas que las obtenidas en 2024, pensamos que las bolsas pueden subir entre un 10%-14% también este año”, señala Lafuente.
atl Capital se muestra más positivo con Estados Unidos que con Europa. Por ello, recomienda rotar hacía pequeñas y medianas compañías americanas que ofrecen una valoración más atractiva frente a las grandes tecnológicas. Por otra parte, aunque considera que Europa es atractiva por valoración, por sus expectativas de menor crecimiento, recomienda ser selectivos. Entre sus preferencias, la firma apunta al sector defensa, financiero (bancos) y salud.
Mercados privados, dólar y materias primas
Los mercados privados seguirán desempeñando un papel clave en las carteras, ya que ofrecen diversificación y descorrelación en un entorno de volatilidad, por lo que están aconsejando un peso de un 10% en esta clase de activo. «Estos activos permiten captar crecimiento económico que no siempre se refleja en los mercados cotizados», señalan desde atl Capital.
También destacan que las políticas monetarias de la Reserva Federal y el mayor crecimiento en Estados Unidos favorecen la apreciación del dólar. “Esperamos que el tipo de cambio se sitúe en el rango 1,00- 1,10 contra el euro”, subraya Mario Lafuente.
Por otra parte, el precio del petróleo apunta a un rango entre 60 y 80 dólares por barril. Según la opinión de sus socios, la demanda de China sigue siendo un factor crucial. Sin embargo, apunta que aunque esta aumentase por encima de las previsiones, los países productores tienen capacidad de ajustar la oferta para mantener los precios dentro de este rango.
Como bien reconoce Cantos-Figuerola no sabemos cuáles serán serán los “cisnes negros” de este año, pero la firma sí identifica que ciertos riesgos, entre ellos: la política comercial de la administración Trump enfocada en los aranceles y tensiones con China podría generar mayor inflación por la elevación de los costes y afectar a la cadena de suministros; así como un aumento del déficit público en Estados Unidos podría tensionar los mercados.
«Si los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años superan el 5,5%, podrían producirse ajustes significativos en los mercados financieros. Nuestra recomendación es mantener carteras diversificadas con un enfoque flexible para ir adaptando la estrategia a la evolución del entorno global de los mercados” recomienda la entidad de banca privada”, concluye Lafuente.