Una de las grandes controversias de los analistas sobre el mandato del presidente Donald Trump es si esta vez cumpliría sus promesas, ya que muchos consideraban que los aspectos más polémicos de sus propuestas (como las subidas de aranceles) serían pura gesticulación. El sábado quedó claro que el segundo mandato del republicano no será como el primero y, de momento, Estados Unidos ha cambiado las reglas del juego del comercio mundial subiendo las tasas a México y Canadá un 25% y a China un 10%.
Pocas probabilidades de que los aranceles duren
Los analistas de BBVA todavía no se terminan de creer el anuncio del presidente estadounidense y en su primer informe sobre la cuestión aseguran: «La probabilidad de que se impongan aranceles de 25% a México y Canadá es muy baja. En caso de que se implementen, serían de corta duración».
La razón fundamental por la que BBVA estima que la probabilidad de que se impongan aranceles por un tiempo prolongado del 25% es baja es porque ello se traduciría en un incremento importante en la inflación (sobre todo en productos agropecuarios pues del total de importaciones que Estados Unidos realiza en este rubro, más de 40% provienen de México). Además, EUA perdería competitividad global, dado que las importaciones mexicanas disminuyen el costo de producción de muchas exportaciones. Además, en muchas de las industrias exportadoras de México se demandan hasta 30% de exportaciones de EUA en términos de valor agregado.
Lo que puede pasar en México
En el caso de México, los expertos consideran que podría abrirse una negociación con Estados Unidos que llevaría, finalmente, a una subida del 10% de los aranceles a la importación. Y en ese caso una depreciación del peso cubriría sin demasiados daños el incremento de Trump.
Sin embargo, México se juega su economía en los próximos días y es de lejos el país más vulnerable a las subidas de aranceles, como recuerdan las cifras del intercambio comercial: «Con cifras acumuladas de enero a septiembre de 2024, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos representaron el 83,2% del total; mientras que de este país provino el 40,4% de las importaciones mexicanas, siendo el principal proveedor para México. En un sentido similar, también es el principal inversor en México, hasta el tercer trimestre de 2024 sumó 14.5 mil mdd, poco más del 40% del total. Por lo que de concretarse los aranceles tendrían un gran efecto en la economía mexicana y en la relación bilateral».
En una nota publicada en Linkedin, Manuel Felipe García Ospina, Chief Wealth Management Officerde Skandia Colombia, señalaba que la única manera de sobrevivir a una guerra comercial es «depreciando las monedas». Canadá ya ha respondido con reciprocidad y queda por ver si China y México optarán por la devaluación.
Guerra comercial y consecuencias
Lo único cierto es la complejidad que está por venir si se abre una guerra arancelaria, ya que las cadenas de suministros mundiales están imbricadas de manera extremadamente compleja.
En un intento de desentrañar la madeja, los analistas de MSCI han tratado de ver qué sectores y países serían los más afectados: «Si los socios comerciales de EE.UU. que enfrentan aranceles más altos optan por imponer sus propios aranceles a los bienes que importan de EE.UU., las empresas estadounidenses sufrirán, ya que colectivamente obtienen una cuarta parte de sus ingresos de los mercados internacionales. China, por ejemplo, era el mayor mercado final de bienes estadounidenses en noviembre de 2024, con un valor de exportación a EE.UU. más del doble del del Reino Unido, el siguiente mercado importador más grande. Las exportaciones estadounidenses de tecnología, semiconductores, energía, bienes de capital y otras industrias son las más expuestas a este tipo de posibles represalias».
La jornada bursátil promete ser larga e intensa a nivel mundial este lunes 3 de febrero.
Aranceles y otros cuentos
En medio del desconcierto es bueno recordar la nota del Economista Jefe de UBS, Paul Donovan: «El impacto de los impuestos sobre el comercio es bien conocido. Los economistas han tenido al menos cuatro mil años para estudiar sus efectos, pero las historias que se cuentan sobre los aranceles pueden magnificar los efectos económicos»
«Los aranceles son un impuesto a las ventas que paga el comprador. Sin embargo, los aranceles suelen describirse en términos nacionalistas económicos. Si la gente cree en el cuento nacionalista, existe el riesgo de que el impacto inflacionario del arancel sea un shock, creando un efecto negativo en la confianza del consumidor», señala Donovan.
«Los aranceles se aplican al sector de bienes de la economía. A menudo, la historia que rodea a los aranceles da la impresión de que esto significa que toda la economía se ve afectada. Pero las importaciones de bienes son una parte relativamente pequeña de la economía y el impacto de la inflación debe considerarse en ese contexto», concluye el experto de UBS.