La reforma de gran calado en el sistema de pensiones, gestionada y autorizada por el Congreso mexicano en el año 2020 e implementada a partir de 2021, ya está dando resultados concretos. Por ejemplo, las tasas de aportación empiezan a ser superiores y los montos administrados por las Afores son crecientes, lo que genera mayores beneficios para los trabajadores.
Así lo explicó Guillermo Zamarripa, presidente de la Amafore, en conferencia de prensa ante medios de comunicación para informar sobre los resultados del sistema el año pasado, así como presentar la renovación del sitio web de la asociación.
«De manera concreta, por ejemplo, la tasa de reemplazo de los trabajadores que se pensionaron el año pasado se ubicó en un promedio de entre 70% y 72%, muy diferente a las tasas de reemplazo más bajas de reportadas antes de la reforma, que llegó a rondar el 45%», explicó el dirigente del gremio de las Afore.
Así, la tasa de reemplazo que les otorga la nueva ley a los trabajadores es mejor que la que hubieran obtenido bajo las condiciones de la ley 73. «Si bien esto no es generalizado todavía, es muestra de que la reforma de 2020 está mejorando las condiciones de pensión para los trabajadores», dijo el representante de la Amafore.
«Asimismo, el monto de las plusvalías registradas el año pasado por 556,758 millones de pesos (27.837,9 millones de dólares), es producto del aumento en las aportaciones que ha registrado el sistema desde que se implementó la reforma, ya que las Afores cada vez tienen más recursos por administrar e invertir», comentó Guillermo Zamarripa.
Lo anterior combinado con un entorno financiero favorable el año pasado en el país, llevó a que las plusvalías generadas representaron un crecimiento nominal anual de 9,53% y de 4,84% en términos reales; este último indicador se ubica por encima del promedio histórico del sistema, equivalente a 4,71%.
Mayores montos de aportación
Una de las características principales de la reforma de 2020 consistía en el aumento paulatino de las aportaciones a las cuentas de ahorro de los trabajadores, elevando la tasa promedio de aportación tripartita (gobierno,trabajador y empresas) que en ese entonces era de 6,5%, a un nivel terminal de 15% al finalizar el periodo de ajuste que va de año 2021 al año 2030.
En este sentido, la Amafore señala que las cifras ya reflejan el incremento de las aportaciones monetarias a las cuentas individuales de los trabajadores.
«Durante 2024 la contribución obrero-patronal a las cuentas de ahorro para el retiro de los trabajadores alcanzó ya el 8,5% del salario base de cotización registrado ante el IMSS», explicó Zamarripa ante los medios de comunicación.
Durante los primeros 23 años de vida del sistema la tasa de aportación de 6,5% del salario base del trabajador se mantuvo sin cambios, lo que contribuyó a toda una generación de trabajadores que al momento del retiro registraban tasas de reemplazo incluso inferiores a la mitad del salario que obtenían cuando laboraban, con todos los efectos adversos a esa edad tan frágil del retiro.
La reforma de gran calado más reciente fue impulsada por el gobierno anterior y si bien el ajuste para incrementar la tasa de aportación se recargó principalmente en las cuotas que aportaba el sector patronal a las cuentas de los trabajadores, esto no se ha traducido hasta ahora en recortes de empleos o cierre de plazas, por el contrario, la tasa de desempleo en México ha alcanzado niveles mínimos históricos de 2,4% en diciembre pasado.
Así, el Sistema de Ahorro para el Retiro se ha convertido en parte fundamental del sistema pensionario integral que existe en México, y entrega buenos resultados, según palabras de Guillermo Zamarripa.