Lo sabemos, las palabras que probablemente más veces ha escuchado durante esta semana han sido Donald Trump. La primera semana de legislatura del 47º presidente de EE.UU. ha sido intensa gracias a las 25 Órdenes Ejecutivas que firmó el lunes y que iban desde retirarse del Acuerdo Climático de París y de la Organización Mundial de la Salud hasta declarar una emergencia nacional en la frontera sur y la emergencia energética nacional, pasando por los aranceles, la inmigración y hasta acabar con el teletrabajo de los trabajadores federales.
Según los expertos, ante todo este ruido, es necesario ser cautos. “Hasta ahora no ha promulgado ningún arancel a las importaciones. Es poco probable que los anuncios de nuevas medidas políticas desde el Despacho Oval, se lleven a cabo o no, disminuyan en el corto plazo. Adelantarse a ellas es una propuesta perdedora para los inversores. Al mismo tiempo, como lo demuestran las últimas amenazas arancelarias contra Canadá y México y los movimientos cambiarios relacionados, la mayor volatilidad del mercado financiero está destinada a convertirse en una característica permanente de la nueva administración Trump”, apunta Yves Bonzon, CIO de Julius Baer.
Uno de anuncios que más han llamado atención, más allá de la preocupación por los aranceles, ha sido su iniciativa Stargate, que reúne a SoftBank, Oracle y OpenAI en una joint venture comprometida a invertir 100.000 millones de dólares en IA de inicio –arrancando con un centro de datos en Texas– y alcanzar la cifra de 500.000 millones en cuatro años.
Según explican los analistas de Banca March, el anuncio de esta iniciativa sirvió de impulso para el sector tecnológico, especialmente para Microsoft, Nvidia y Arm, que serán las encargadas de la construcción de la infraestructura. “Por dar contexto a la cifra, se estima que la inversión total –negocio regular y el despliegue de la IA– de los cuatro grandes hyperscalers (Amazon, Meta, Microsoft y Alphabet) será de 260.000 millones en 2025, lo que muestra la ambición y relevancia de las inversiones anunciadas. El flamante presidente señaló la importancia estratégica de mantener el liderazgo en el desarrollo de la IA, sobre todo frente a la creciente competencia de China. No obstante, Elon Musk comentó en la red social X que la iniciativa aún no tenía la capacidad financiera de desplegar tal cantidad de inversión, siendo el primer desacuerdo público entre Trump y el empresario”, destacan los expertos de la entidad.
Por otro lado, en una de esas Órdenes Ejecutivas se establecía formalmente el Departamento de Eficiencia Gubernamental o DOGE. Aunque Elon Musk y Vivek Ramaswamy habían hablado de recortar 2 billones de dólares del presupuesto gubernamental anual de 6,8 billones, el texto no aludía a ningún recorte de gastos. “La acción del lunes reorienta el esfuerzo lejos de los recortes directos del gasto y más hacia el aumento de la eficiencia a través de mejoras tecnológicas. Irónicamente, es probable que estas mejoras cuesten más a corto plazo (y podrían necesitar una asignación del Congreso), incluso si ahorran dinero a largo plazo. Habrá que esperar a ver qué consigue la DOGE antes de su expiración a mediados de 2026”, apunta Libby Cantrill, Responsable de Políticas Públicas de PIMCO.
Aranceles y comercio
Todo lo que tiene que ver con el comercio y los aranceles está focalizando la atención de los analistas y los inversores. Sin duda, lo consideran una preocupación. “En cuanto al comercio, esperamos que Trump restablezca al menos algunos aranceles sobre China hasta el nivel que aplicó durante su primer mandato como primer paso inmediato, y podría haber un aumento constante a partir de ahí. También podría iniciar investigaciones comerciales de la Sección 301 en México, Canadá y la UE, que sería un paso previo al aumento de los aranceles. En última instancia, nuestras hipótesis comerciales de referencia incorporan un aumento significativo de los aranceles sobre China, pero un enfoque más específico por sectores y productos con otros países, evitando un arancel de referencia global. Pero un uso más expansivo de los poderes de emergencia relacionados con el comercio, incluida la invocación de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), podría indicar que la política comercial se inclina más hacia nuestro escenario ‘Trump desatado’”, apunta Lizzy Galbraith, economista política de abrdn.
En opinión de Cantrill, es posible que los aranceles no se hayan incrementado de forma inmediata. “Instaríamos a no leer demasiado en lo que es más probable sea un retraso, en lugar de una ausencia de futuras acciones arancelarias; al mismo tiempo, creemos que los aranceles generalizados sobre México y Canadá – particularmente en el nivel del 25% – son menos probables que los aranceles específicos de cada país en otros lugares. Seguimos pensando que la UE y China son bastante vulnerables.
En los próximos días y semanas, hasta cumplir sus primeros 100 días, se espera un aluvión de decretos relacionados con la inmigración, los aranceles y la desregulación, a medida que la nueva Administración empiece a trabajar en sus prioridades. Esto dará pistas sobre la dirección general de su política.
Renta variable estadounidense
Mientras esto ocurre, la temporada de resultados del cuarto trimestre de 2024 en EE.UU. comenzó bien y la semana que viene arrancará a toda velocidad. Según recuerda Bonzon, para 2025, las expectativas de beneficios del S&P 500 son ambiciosas, “no inalcanzables”, pero el margen para sorpresas positivas en los beneficios es limitado. “La prospectiva en la ratio riesgo/recompensa del S&P 500 se ha deteriorado significativamente con respecto a hace dos años. Tras un bienio consecutivo de rendimiento de dos dígitos impulsados en gran medida por la expansión de los múltiplos de valoración, el índice está totalmente valorado, aunque no en exceso”, afirma el CIO de Julius Baer.
En general, Bozon destaca que los analistas prevén actualmente un crecimiento de las ganancias interanuales del 14,8% para el S&P 500 en 2025, lo que ciertamente no es inalcanzable, pero deja poco margen para sorpresas positivas en las ganancias. “Después de dos años consecutivos de rendimiento impulsados en gran medida por la expansión del múltiplo de valoración, lo que resultó en un índice totalmente valorado, pero no excesivamente, la carga recae cada vez más sobre las ganancias para generar retornos”, concluye.