Si el 2024 estuvo cargado de sorpresas, por el momento en lo poco que llevamos de 2025 parece que tendremos más dosis de emoción. Como observa James Durance, gestor de renta fija de Fidelity International, uno de los focos de incertidumbre más inmediato atañe al ciclo de bajadas de tipos de interés de la Reserva Federal (Fed), que ahora “parece un poco menos claro”. De hecho, constata que ahora el consenso de mercado solo anticipa una bajada en el precio del dinero en EE.UU. en 2025, cuando hace un año se llegó a hablar de entre 6 y 7 rebajas. Para el caso europeo, el experto señala que hay entre 3 y 4 bajadas de tipos en precio.
“El entorno es mucho menos conservador del que debería ser en esta parte del ciclo. Los mercados se han visto decepcionados por las políticas de expansión fiscal de EE.UU. (en un momento de fortaleza económica para el país) y, especialmente, por la cantidad de inflación que sigue presente en el sistema”, destaca Durance. Esto está provocando, a su modo de ver, un incremento en la volatilidad, con impacto sobre la renta fija.
Factores problemáticos en renta fija
El gestor participó en la presentación anual de perspectivas que celebró Fidelity recientemente en varios puntos de España, bajo el lema “Uncorrelated Thinking”. Durante su presentación, explicó la visión de la firma para la renta fija, indicando en primer lugar que consideran que el segmento más problemático actualmente es la deuda soberana de mayor duración, “no solo por el aumento de las expectativas de inflación, también por el diferencial con los tipos reales, y porque no se espera un crecimiento tan elevado”. Durance describió la situación actual como el fruto de un problema de desequilibrio entre oferta y demanda que ha venido acompañado del fuerte momento de la deuda de corta duración.
El segundo factor que considera problemático es que el diferencial de crédito se ha encarecido mucho; de hecho, afirma que el crédito estadounidense con grado de inversión sólo había estado más caro el 1% de las veces en los últimos 20 años, mientras que la deuda high yield sólo había estado más cara el 3% de las veces en el mismo periodo.
Dicho esto, el experto aclara que los inversores no deberían cerrar por completo la puerta a estos activos, más bien los invita a ser selectivos en la búsqueda de oportunidades por valoración, dado que, añadió, si se descuenta el impacto de la inflación general sobre la parte del mercado de bonos con grado de inversión de corta duración, “muchos bonos siguen generando un rendimiento real inédito desde 2008”. Es decir, que sigue habiendo oportunidades en las partes menos arriesgadas de la deuda corporativa desde la óptica del retorno total. De hecho, Durance indicó que, desde el punto de vista del inversor español, “las rentabilidades de la renta fija tanto cubiertas a euros como sin cubrir siguen siendo atractivas en general”.
El gestor comentó que, con el actual, se han sumado 19 meses consecutivos de flujos positivos para la renta fija, tras el infausto 2022. Sin embargo, al analizar los flujos se puede constatar que los inversores siguen dirigiendo su dinero hacia los activos menos arriesgados, particularmente hacia fondos del mercado monetario. Sin embargo, advierte que los inversores deberían preparar sus carteras para una rotación: “Después de que comience un ciclo de bajadas de tipos de interés, suelen descender los flujos hacia fondos monetarios, porque los inversores se ven alentados a rotar sus carteras para añadir un poco más de riesgo. Esperamos que empiece a dirigirse un poco más de dinero a otras partes más arriesgadas de la renta fija en 2025”
¿Dónde está el ‘sweet spot’?
En este año que empieza, Fidelity mantiene una postura constructiva sobre la duración europea, al anticipar más rebajas de los tipos de interés por parte del BCE en los próximos dos años. También prefieren el crédito europeo antes que el estadounidense, tanto con grado de inversión como high yield y, en general, se muestran constructivos con el entorno macro.
La propuesta de la firma para navegar este entorno es el Fidelity Funds (FF) – Global Short Duration Income Fund, que cuenta con un track record de 7 años y en la actualidad está generando una rentabilidad en torno al 6%, con una duración inferior a tres años en su cartera y un rating medio BBB.