La renta variable estadounidense ha terminado 2024 pulverizando todos los récords posibles, hasta el punto de que en estos momentos está cotizando a tres desviaciones estándar del resto del mercado. Dentro del mercado estadounidense, el sector tecnológico ha acaparado la atención de los inversores gracias a la eclosión del boom de la IA en el último año y medio; y dentro del sector tecnológico, han sido las compañías conocidas como “Siete Magníficas” las que más han gozado del favor de los inversores, evidenciando la fuerte concentración del índice S&P 500. Esta suerte de matrioska bursátil ha acaparado la atención del gestor de Fidelity International Dmitry Solomakhin durante los dos últimos años, hasta el punto de llegar a plantearse que podría estar presenciando la mayor burbuja tecnológica de sus cerca de dos décadas de carrera profesional.
Solomakhin, licenciado en Matemáticas Aplicadas y Ciencias de la Computación, comanda la gestión del fondo de Fidelity FAST Global, un fondo de renta variable con sesgo value y enfoque fuertemente contrarian, que además tiene capacidad para poner en corto hasta el 30% de su cartera. Es un fondo gestionado con fuertes convicciones a través de casos de inversión que el gestor articuló detalladamente durante la presentación de las perspectivas para 2025 que celebró Fidelity recientemente en Madrid.
La labor a la que el experto dedica más tiempo es a detectar dónde puede haber disonancias entre las valoraciones del mercado y las cifras y plan de negocio que presentan las compañías, pero también tiene en cuenta para su análisis al entorno macroeconómico. Por ejemplo, citó entre los indicadores contrarian que monitoriza para tomar decisiones de inversión el ahorro financiero de las familias estadounidenses (en máximos desde 1999) o las propias expectativas sobre la rentabilidad potencial de la bolsa americana, y los contrapuso a varios datos macro más ligados a la economía real: la deuda de tarjetas de crédito (en máximos de 20 años), impagos de tarjetas de crédito (al alza desde 2021) o la caída en picado de la tasa de ahorro hasta niveles que recuerdan a momentos previos a la crisis de 2008, para concluir que la inversión en Estados Unidos ahora mismo no es su prioridad. En cambio, afirmó: “Desde el punto de vista contrarian, el punto de partida para invertir en China es muy bueno. Lo que necesita el país es estabilizar su mercado inmobiliario”.
Inteligencia Artificial: ¿realidad o hype?
Uno de los puntos más destacados del posicionamiento actual de la cartera es la infraponderación en valores tan insignes como Meta, Alphabet, Amazon o Microsoft. Detrás de este posicionamiento está el razonamiento del gestor acerca del futuro de la IA: “La IA es una tendencia muy fuerte, especialmente para NVIDIA. Hasta ahora, las que más han incrementado su gasto en desarrollar IAs han sido compañías muy capitalizadas y saneadas, por lo que el dinero no es problema. Pero todas se han metido en la carrera por ver quién se pone el primero, y en algún momento tendrán que echar el freno” indica, poniendo como ejemplo que las fuertes inversiones en centros de datos aún no se han traducido en muchos casos en rentabilidades positivas. “Si este tipo de compañías no consiguen un retorno sobre sus inversiones, su entusiasmo caerá muy rápido y esto puede ser peligroso”, añade.
El gestor indicó que la tecnología (IA, computación cuántica) no es el único sector que está viviendo ahora una fase del ciclo que el califica como “hype” (euforia); entre otros sectores donde cree que también podría gestarse otra burbuja cita a la energía nuclear y a la tecnología aeroespacial.
Punto y aparte se merecen las criptomonedas. Aunque el gestor realizó distinciones entre el bitcoin y otras criptodivisas, reflexionó sobre la percepción de que este tipo de divisas pueden utilizarse como una manera de almacenar valor que es alternativa al dinero fiat, sin la intervención de bancos centrales. Sin embargo, constata que la valoración de muchas, no siempre creadas por motivos tan concretos (puso como ejemplo dodgecoin o pepecoin, criptomonedas basadas en memes de internet) ha subido como la espuma en los últimos tiempos, por lo que resulta pertinente monitorizar también dicho mercado.
El análisis de Solomakhin abarcó asimismo otras maneras en las que está impactando la tecnología al comportamiento del mercado. Por ejemplo, expresó su preocupación por el hecho de que, actualmente, solo el 7% de los inversores que están operando en el mercado son inversores fundamentales con visión de largo plazo. En cambio, casi un 28% de la cuta se la llevan los fondos y hedge funds con estrategias cuantitativas, y otro 24% del volumen viene de estrategias de gestión pasiva. El gestor mostró preocupación especialmente por el efecto sobre el mercado de los ETF apalancados, por considerar que “están distorsionando los volúmenes” y que podrían contribuir a ampliar la magnitud de las caídas en caso de corrección.
El gestor terminó su presentación indicando que los momentos en que el fondo ha registrado un comportamiento especialmente notable han sido durante fases bajistas del mercado, habiendo brillado particularmente durante 2022, cuando fue capaz de terminar el año con un rendimiento superior al 15% frente a las pérdidas de más del 18% del MSCI AC World. Actualmente el top 5 de valores del FAST Global está compuesto por las compañías Babcock, Rolls Royce, Golar LNG, Ericsson y Agnico Eagle Mines.