La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicó en consulta una normativa con ajustes a los Capítulos 8-1 y 20-1 de la Recopilación Actualizada de Normas para bancos (RAN), con el objetivo de facilitar a contrapartes no residentes en el país el acceso a operaciones en pesos chilenos, según detallaron a través de un comunicado.
La normativa en consulta introduce perfeccionamientos tendientes a reducir fricciones operativas y, en consecuencia, contribuir a la internacionalización del peso, lo que a su vez promueve una mejor formación de precios y aumenta la liquidez del mercado de capitales chileno.
Así, la propuesta contiene dos cambios. En el primero se permite que los bancos habiliten un mecanismo equivalente al título ejecutivo pagaré para la apertura de líneas de crédito, documento que debe estar visado por la fiscalía de la CMF y acorde con sus políticas internas.
En el segundo, se propone una excepción para reemplazar la exigencia de exhibir la cédula de identidad o RUT únicamente para personas no residentes, por otra identificación de aceptación internacional que el banco defina y mantenga en un procedimiento, el cual debe ser acorde a las políticas internas de la entidad.
Cabe recordar que, en 2021, la CMF actualizó la normativa de cuentas corrientes regulada en el Capítulo 2-2 de la RAN. Esta norma permitió la apertura de cuentas corrientes de manera remota, mediante medios tecnológicos.
En dicha actualización se estableció que el requisito de contar con un RUT o cédula de identidad pasaría a ser necesario sólo cuando así lo estimasen el Servicio de Impuestos Internos o el Banco Central de Chile, permitiendo que entidades extranjeras puedan optar a una cuenta corriente en Chile. Lo anterior, como consignó el BCCh en la autorización del peso chileno en operaciones transfronterizas, atiende al acceso de no residentes a nuevos productos pagaderos en pesos que faciliten la realización de operaciones de cambios internacionales, tales como líneas de crédito o cuentas corrientes.
El impacto de la normativa
El principal propósito de esta modificación normativa es reducir las restricciones para la apertura de sobregiros pactados asociados a cuentas corrientes a no residentes, que podrían estar limitando el desarrollo del mercado financiero.
El impacto efectivo de la normativa dependerá del grado de adhesión que los bancos decidan implementar, lo cual se verá reflejado en sus prácticas comerciales con sus clientes extranjeros no residentes.
Los beneficios esperados de una buena adherencia a las nuevas condiciones son una reducción de fricciones en la apertura de cuentas, menores costos de transacción, mayor claridad en los requisitos regulatorios y reducción de posibles opacidades en el uso de cuentas y/o efectivo.