Hemant Baijal es el director de Multi-Sector Portfolio Management- Global Debt en Invesco, donde lidera el equipo de Deuda Global y además ejerce como gestor sénior. Ha viajado recientemente a Madrid a promocionar la estrategia de la firma en renta fija emergente en divisa local, el Invesco Emerging Markets Local Bond Strategy.
“La deuda local de los países emergentes ha alcanzado la mayoría de edad”, afirma sobre su clase de activo, en referencia al crecimiento y diversificación del universo de deuda emergente en divisa local en los últimos años. Baijal destaca particularmente que muchos de los países que ahora están presentes en los índices han sido capaces de desarrollar toda la curva de rendimientos, como India o China, y además están alentando a las empresas locales a que también emitan en la divisa patria.
El visión del experto es que el mundo ha entrado en un ciclo global de crecimiento asincrónico, “en parte porque EE.UU. lo ha hecho excepcionalmente bien, en parte porque el resto del mundo ha estado lastrado por debilidades idiosincráticas”. Su consejo para afrontar esta situación es buscar carteras gestionadas con mucha flexibilidad, para aprovechar las oportunidades que vayan surgiendo en cada momento.
En lo que se refiere a la selección de bonos para la estrategia, destaca las fortalezas de la gestión activa de Invesco: “Generar un exceso de retornos en mercados emergentes ya no consiste simplemente en sobreponderar e infraponderar países. Se trata de encontrar dentro del set de oportunidades de cada país cómo posicionarse a lo largo de la curva de tipos – ya sea vía derivados, swaps, deuda gubernamental o bonos ligados a la inflación-, se trata de la estructuración. El posicionamiento en la curva se ha vuelto excepcionalmente importante”.
Baijal afirma que los inversores no deberán perder de vista la evolución de la economía de EE.UU. este año, pues considera que su influencia seguirá siendo tan fuerte que puede condicionar la evolución del resto del universo de renta fija. En particular, anticipa que la economía estadounidense seguirá mostrando signos de fortaleza “al menos en el primer semestre de 2025” y que “claramente el cambio de administración tendrá un impacto significativo”.
¿Cómo están posicionadas las economías emergentes para lidiar con la fortaleza de EE.UU.?
Desde un punto de vista económico, los mercados emergentes están en muy buena forma para aguantar la volatilidad procedente de la economía más grande. La mayoría de los países están aplicando políticas monetarias muy ortodoxas, y la respuesta ha sido bastante buena.
Sin embargo, pienso que el problema de los mercados emergentes no está tan relacionado con la Administración Trump o, hasta cierto punto, con el nivel del dólar. Está más relacionado con el hecho de que el crecimiento en los emergentes ha sido como mucho anémico. Las sólidas políticas macroeconómicas que han desarrollado muchos países no se han traducido en crecimiento económico. Esas barreras dependen mucho de las circunstancias de cada país, y necesitan ser solucionadas bien en forma de desregulación o a través de la mejora en el desarrollo económico básico, lo que implica impulsar la educación, etc. Los problemas deberán resolverse a través de cambios estructurales en estas economías.
¿Cómo puede influir la trayectoria del dólar sobre el mundo emergente?
El dólar se encuentra en máximos de 55 años en términos reales. Ha estado tan fuerte por muy buenas razones, ya que la economía estadounidense ha estado creciendo por encima del 2,5% con una inflación también por encima del 2,5%.
Realmente solo hay dos formas de que el dólar se abarate: o que la economía estadounidense se ralentice, o que el resto de economías la alcancen. Y, en este punto, es difícil prever que el resto del mundo vaya a mejorar significativamente, aunque, por supuesto, las valoraciones importan. Como el dólar está en máximos de 55 años, el estándar para el resto del mundo es muy bajo. Las expectativas sobre China están excepcionalmente bajas.
¿Qué países emergentes presentan mayor atractivo?
Desde un enfoque de tipos de interés, actualmente podemos clasificar a los emergentes en tres tipos de países. En primer lugar, están los países de “carry”: el crecimiento es fuerte, la demanda de capital es elevada y, por tanto, el retorno sobre el capital es elevado y la divisa es un poco más manejable y estable. Países como India e Indonesia se encuentran en esta categoría, en la que puedes esperar la generación de algo de exceso de retorno respecto a países desarrollados.
En segundo lugar, están los países que parecen atractivos por su capacidad para generar un retorno decente, no excepcionalmente elevado, pero con una volatilidad relativamente más baja. Son países que presentan algún tipo de déficit o inestabilidad macro, en los que puedes generar retornos significativos, pero con mayor volatilidad. La mayor parte de países de Latinoamérica caen en esta categoría, y también incluso algunos países de Europa central.
El tercer tipo de países está compuesto por aquellos que afrontan significativos problemas estructurales, y donde la tasa esperada de retorno sobre una base absoluta probablemente no es tan alta. Es el caso de China o Tailandia; son países con tasas de ahorro relativamente decentes, pero tasas de crecimiento bajas, y por tanto rendimientos muy bajos de la deuda. Desde un punto de vista de retorno total, son relativamente menos interesantes.
¿Dónde está el ‘sweet spot’ para invertir en términos de duración?
Dado que casi todos los países todavía están por encima de su tasa neutral, las curvas de rendimiento todavía están relativamente planas desde una perspectiva histórica. Si consiguen margen de la Fed para seguir bajando los tipos hasta la tasa neutral, las curvas deberían inclinarse significativamente. Sería ciertamente el caso en países como México.
Seguimos prefiriendo estar invertidos en bonos de corta duración en muchos países (cinco años o inferior). Solo hay algunas excepciones, como Sudáfrica, donde los bonos de mayor duración ofrecen oportunidades atractivas de inversión por la inclinación de la curva.
Actualmente preferimos deuda de duración media en Brasil y deuda de corta duración de México. También sobreponderamos deuda de Colombia, Sudáfrica, Polonia e Indonesia en menor medida. En cambio, estamos infraponderados en países donde los rendimientos han caído significativamente y es improbable que suban los tipos reales, primordialmente China y Tailandia.
El valor de las inversiones y de los ingresos fluctuará (esto puede deberse en parte a las fluctuaciones del tipo de cambio) y los inversores podrían no recuperar el importe total invertido. No es asesoramiento financiero; no pretende ser una recomendación para comprar o vender ninguna clase de activo, valor o estrategia en particular. Por lo tanto, no se aplican los requisitos reglamentarios que exigen imparcialidad en las recomendaciones de inversión/estrategia de inversión, ni tampoco existen prohibiciones para operar antes de su publicación. Las opiniones y puntos de vista se basan en las condiciones actuales del mercado y están sujetos a cambios sin previo aviso.