La Comisión Nacional del Mercado de Valores dio ayer el primer paso para liquidar Banco Madrid al retirarle la licencia de depositario y la autorización para gestionar fondos. El supervisor español anunció también que ya busca una entidad que se haga cargo de estas operaciones.
Sin embargo, parece que el proceso no está yendo lo suficientemente rápido para los empleados y clientes de la entidad financiera. Entre ellos se encuentran 15.000 partícipes de 21 fondos, que tienen congelada toda la operativa. Es la razón que les ha llevado a contratar un despacho de abogados e interponer un recurso que impugne la intervención de Banco Madrid.
Javier Cremades, presidente del despacho de abogados Cremades Calvo-Sotelo, explicó en declaraciones a Servimedia que «muchos empleados están convencidos de que esta entidad, con independencia de sus accionistas y administradores, era perfectamente viable y solvente«, y que ha sido la intervención la que ha provocado «su insolvencia y ha hecho inviable continuar las operaciones».
De hecho, el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ha declarado en concurso de acreedores voluntario a Banco Madrid y ha decretado el inicio de su liquidación, con lo que ha procedido a disolver la entidad y a cesar a los administradores provisionales nombrados por el Banco de España.
El juez entiende que el proceso debe tramitarse lo más rápidamente posible dada «la alarma social» y el «importante perjuicio» causado a los clientes de la entidad y a sus trabajadores.
En su escrito el magistrado recuerda que Banco Madrid se ha visto expuesto «a una situación excepcional, ajena a los controles ordinarios de las autoridades supervisoras sobre su liquidez y solvencia», provocada en primer lugar por la acusación de Estados Unidos a su matriz, Banca Privada d’Andorra, de blanqueo de capitales para el crimen organizado.