Desde el pasado 7 de enero, diversos incendios arrasan Los Ángeles, afectando gravemente a áreas como Pacific Palisades y Malibú. Hasta el momento, se han contabilizado al menos 24 víctimas mortales y 130.000 evacuados, además se estima entre 250.000 y 275.000 millones de dólares en pérdidas económicas y más de 12.000 estructuras destruídas. “Los incendios han destruido áreas residenciales de alta densidad poblacional, lo que ha requerido la remediación de la contaminación y la reconstrucción, y probablemente se convertirán en uno de los desastres naturales más costosos en la historia de EE.UU.”, apunta Fitch Rating en su informe de esta semana.
La industria de asset management también se está viendo afectada, en particular aquellas firmas internacionales que tienen su sede en Los Ángeles, como es el caso de firmas como Capital Group, Oaktree Capital Management, Ares Management Corporation o DoubleLine Capital. Además, a lo largo de los años, la ciudad ha destacado por su especialización en las inversiones alternativas -destaca su mercado de real estate- y por la conexión de la comunidad inversora con la industria del entretenimiento y la tecnología. Además, los profesionales de la industria coinciden en que las firmas que operan desde Los Ángeles están liderando la adopción de estrategias ESG, impulsadas por la conciencia ambiental de California y el enfoque de los inversionistas en sostenibilidad.
Durante estas semanas, uno de los aspectos que más se está tratando de esgrimir es cuál será el impacto económico, sectorial y financiero que está generando y que dejará esta catástrofe natural. La respuesta a esta búsqueda es parcial e imprecisa, ya que los incendios no han sido controlados y la evacuación de las personas sigue siendo la prioridad. «Los incendios pusieron de manifiesto posibles negligencias, como el suministro inadecuado de agua para la extinción de incendios y la paralización de proyectos de prevención de incendios, lo que dio lugar a acciones legales contra los servicios públicos locales. Los analistas señalan la elevada concentración de pérdidas no aseguradas, que está aumentando la carga financiera de residentes y gobiernos. Se espera que los esfuerzos de reconstrucción duren años, lo que se traducirá en mayores impuestos y costes de seguros», comenta John Plassard, Investment Specialist de Mirabaud Wealth Management.
Finanzas públicas
Por ahora, hemos encontrado diversos informes que, como si estuviéramos construyendo un mosaico, aportan luz sobre una parcela concreta del ecosistema financiero. Por ejemplo, Fitch Rating ha analizado cómo los incendios podrían poner a prueba la resistencia de las finanzas públicas estadounidenses. Su principal conclusión es que “la resiliencia financiera de los emisores de Finanzas Públicas de EE.UU. respaldará su calidad crediticia a corto plazo ante la devastación de los incendios forestales en el área metropolitana de Los Ángeles”. Según explica, los emisores pueden enfrentar, en última instancia, el incremento de costes y la erosión de su base de ingresos, pero su informe reconoce que aún es temprano para determinar la magnitud de las presiones crediticias potenciales.
“Hasta la fecha, los daños catastróficos por incendios se encuentran principalmente en la ciudad de Los Ángeles (el incendio de Palisades) y en el condado no incorporado de Los Ángeles (el incendio de Eaton, que afecta a Altadena). Estas y otras municipalidades calificadas, incluyendo Santa Mónica y Pasadena, experimentarán retrocesos económicos temporales debido a evacuaciones y las interrupciones en los negocios y actividades recreativas”, indican.
Además, el informe de Fitch Rating apunta que el estado y los gobiernos locales afectados, así como las utilidades municipales y entidades sin fines de lucro, cuentan con una flexibilidad financiera significativa para gestionar los costes incrementados mientras esperan el reembolso de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).
Cuando la situación se solvente, Fitch Rating estima que las municipalidades experimentarán una disminución en los ingresos por impuestos debido a una ley estatal, que permite la reducción inmediata de las evaluaciones del impuesto a la propiedad a solo el valor del terreno tras un desastre natural. “Además, los contribuyentes afectados podrán posponer los pagos del impuesto a la propiedad que vencen en abril de 2025. La disminución de ingresos sería moderada en relación con la vasta base impositiva de la ciudad de Los Ángeles, pero aún así agravaría los déficits proyectados. El estado también enfrentará algo de incertidumbre en la previsión y recaudación de ingresos, dado que se ha otorgado recientemente una extensión en la presentación de la declaración del impuesto sobre la renta estatal a los contribuyentes del condado de Los Ángeles”, señalan.
Sector asegurador
Dentro de la industria financiera, el sector asegurador está acaparando gran parte de la atención, dado la magnitud de los daños que están provocando los incendios. Por ello, JP Morgan ha publicado un informe analizando la situación del sector y cómo le puede afectar este evento. Aunque concluye que la “salud” del sector es lo suficientemente buena como para absorber esta situación, advierte de que uno de los aspectos más subestimados y menos discutidos está siendo las coberturas de reaseguro de catástrofes que los aseguradores primarios tienen en vigor.
Sobre los nombres que componen esta industria, el informe de JP Morgan señala que las compañías tienen “una exposición muy distribuida”, por lo que reconoce que “estamos menos preocupados por nombres individuales en el espacio del reaseguro”. “Además, los eventos de los últimos días dejan cada vez más claro que el mercado de seguros de California necesita reformas. En nuestra opinión, la posibilidad de una regulación más flexible, junto con mejores precios prospectivos y una mayor prevención de incendios forestales, probablemente contribuirán a mejorar la rentabilidad con el tiempo en las líneas afectadas”, indica el documento.
Impacto económico
Según indica el informe del especialista de inversión de Mirabaud Wealth Management, los economistas esperan que estos efectos tengan un impacto marginal en los índices nacionales de inflación, con un ligero aumento de la inflación subyacente a corto plazo. «Lógicamente, los precios de la madera subieron con fuerza (+8%), alcanzando su nivel más alto en seis semanas, gracias a la fuerte demanda de materiales de construcción. Esto se debe a dos razones: las expectativas de reconstrucción de viviendas en California y, más en general, en Estados Unidos», apunta Plassard.
Dos datos que destaca este experto sobre cómo se está notando el impacto de la catástrofe son las solicitudes de hipotecas y la importación de madera canadiense. «Las solicitudes de hipotecas se dispararon un 33,3%, el mayor aumento semanal desde 2020, a pesar de los tipos hipotecarios superiores al 7%, ya que los compradores trataron de bloquear los costes de endeudamiento ante el temor de que subieran los tipos. Además de la presión alcista, la perspectiva inminente de un arancel del 25% sobre las importaciones de madera canadiense ha llevado a los compradores estadounidenses a acumular existencias, mientras que los aranceles existentes, de una media del 14,4%, ya están pesando sobre la oferta. La producción nacional sigue enfrentándose a la escasez de mano de obra y al cierre de fábricas, y la dependencia de las importaciones canadienses es crítica, ya que otros proveedores no tienen capacidad para satisfacer la demanda», explica.