Nueve de cada diez españoles que han requerido de asesoramiento financiero afirman que el servicio prestado ha sido bueno (65%) o muy bueno (24%), de acuerdo con el estudio realizado por el Observatorio Caser sobre asesoramiento financiero profesional, el cual analiza la percepción y conocimiento existente en España por parte de la población y los profesionales del sector.
En esa línea, los datos del estudio muestran, por tanto, que existe una valoración positiva de la figura del asesor financiero y sus servicios, concretamente una cuarta parte de los españoles (24%) ha contratado alguna vez servicios de asesoramiento financiero. Resalta el hecho de que los jóvenes de entre 18 y 29 años han recurrido más a este servicio (38%) en comparación con los mayores de 65 años (16%). En líneas generales, se trata de un perfil de ahorrador conservador, en el que cuatro de cada diez encuestados cuenta con conocimientos avanzados sobre inversiones (45%), utiliza herramientas digitales de ahorro automatizado (44%) y tiene como método de ahorro preferido la inversión en fondos (41%).
Sobre las áreas específicas que consideran más importantes aquellas personas que los han contratado, las inversiones (63%), la planificación fiscal (50%), los seguros y la protección financiera (41%) junto a la planificación de la jubilación (30%) están en cabeza. Sin embargo, aquellos que están próximos a la jubilación -entre 56 y 65 años- señalan como más importante la planificación fiscal (63%), siendo el único segmento de la población que no escoge como prioridad la gestión de las inversiones. Por su parte, los jóvenes menores de 30 años, además de la gestión de las inversiones (55%), se decantan más por la protección financiera (55%) y la gestión de deudas (49%) que el resto de la población.
Los datos obtenidos corroboran que existe una relación bidireccional entre el uso del servicio de asesoría financiera, la confianza y la valoración que depositan en él. Es decir, la mayoría de los que han recurrido a ellos alguna vez, tienen una percepción sobre la relación coste-beneficio más positiva (94%) que los que nunca han usado este servicio (77%).
Independiente de la percepción, aunque los usuarios que han contratado asesores financieros valoran el servicio positivamente, el nivel de confianza varía. De hecho, el 64% de los encuestados afirma que confiaría más en un profesional vinculado a una institución con la que ya tenga una relación, como un banco o aseguradora. Esto sugiere que los españoles valoran la familiaridad y la seguridad que aporta el histórico de relación con la entidad. Por otro lado, un 28% señala que buscaría a un asesor recomendado por familiares o amigos cercanos, lo que resalta la importancia del boca a boca y las experiencias positivas de otros como motor para fomentar el uso de este servicio. Sin embargo, incluso entre quienes han recurrido al asesoramiento financiero, la desconfianza no desaparece por completo. De hecho, las cifras revelan que todavía sigue existiendo un 11% de la población que no ha contratado nunca servicios de asesoramiento por su desconfianza hacia ellos.
De igual forma, la mayoría de los encuestados señala que, antes de tomar una decisión basada en las recomendaciones de su asesor, preferiría investigar por su cuenta (68%). Esta actitud refleja tanto el interés por tener un mayor control sobre las decisiones financieras como la cautela que muchos sienten hacia este tipo de servicios.
Información y confianza
Un mayor conocimiento sobre inversiones y mercados financieros hace que las personas estén mejor equipadas para comprender y aprovechar los beneficios de los diferentes productos de ahorro y servicios de asesoramiento financiero. A más información, mayor nivel de confianza para diversificar sus inversiones, planificar para el largo plazo y optimizar su seguridad y estabilidad financiera.
En ese aspecto, el estudio apunta que las personas con menor nivel educativo son también las que más dificultades enfrentan a la hora de acceder a los servicios de asesoramiento. Los datos revelan que un 24% de quienes tienen estudios básicos son los que muestran mayor desconfianza hacia los asesores financieros y un 33% no confiaría en las recomendaciones de un inversor para la toma de decisiones relativas al ahorro. Unos resultados que podrían estar vinculados a una falta de comprensión sobre el valor real que estos servicios pueden aportar a su planificación económica.
Al ser consultados por los aspectos que más valoran los clientes a la hora de contar con los servicios de un asesor, seis de cada diez profesionales consultados afirman que es su capacidad de generar buenas rentabilidades en sus inversiones, seguido de la transparencia en las estrategias y productos recomendados (46%) y la adaptación de las estrategias a sus objetivos (40%). Asimismo, merece la pena destacar que más de un tercio de los profesionales también menciona la capacidad de respuesta y dedicación que demuestran y otro 36% el papel educativo que inculcan a sus clientes aportándole conocimientos financieros.
El estudio también ha querido profundizar en otros aspectos desde el punto de vista y conocimiento de los profesionales del asesoramiento financiero. Como resultado, un 82% de los asesores confirman que la situación macroeconómica sí impacta en los clientes. De hecho, para algo más de uno de cada tres (36%) tiene un gran impacto en el comportamiento de ahorro e inversión de los españoles. Esta proporción se eleva de forma significativa entre los profesionales que trabajan tanto con clientes nacionales como internacionales (80%) y entre aquellos que manejan carteras de mayor importe.
Paralelamente, el 64% de los profesionales también considera que las políticas fiscales pueden incentivar o desincentivar a los españoles a realizar cierto tipo de inversiones. De hecho, un 30% de los profesionales encuestados consideran que pueden generar incertidumbre, siendo únicamente un 6% de los profesionales los que no creen que las políticas fiscales afecten en las decisiones de ahorro e inversión.
Asier Uribeechebarría, director de Caser Asesores Financieros, concluye que “los resultados evidencian que el asesoramiento financiero tiene todavía mucho desarrollo en España y que su impacto es significativo, especialmente en un contexto complejo en el que la educación financiera y la planificación son cada vez más esenciales. Los asesores financieros tienen la oportunidad de posicionarse como aliados estratégicos para superar barreras y acompañar a sus clientes en la toma de las mejores decisiones financieras”.