2024 fue un año de transición para el universo de las criptomonedas. Según Hashdex, este mercado atravesó un ciclo de recuperación tras un 2022 caracterizado por malos actores y actividad fraudulenta. Además, haciendo balance, consideran que los últimos doce meses estos criptoactivos experimentaron una fase de recuperación y el inicio de un mercado alcista. Un punto de inflexión clave fueron los resultados de las elecciones en EE.UU. y la victoria de Donald Trump. Muestra de ello es que el Nasdaq Crypto Index ha subido más del 57% desde el 5 de noviembre de 2024, impulsado por el optimismo generalizado sobre la dirección de la política de activos digitales en Estados Unidos
“Creemos que los argumentos de inversión actuales para el bitcoin y otros criptoactivos siguen siendo sólidos. La fluidez de la demanda institucional, los avances en infraestructuras y un entorno normativo que mejorará radicalmente en 2025 están preparando a esta clase de activos para lo que podría ser su año más fuerte jamás registrado”, explica Samir Kerbage, CIO de Hashdex. En su opinión, los criptoactivos tienden a seguir un ciclo de cuatro años que incluye una fase alcista de aproximadamente 12 meses, seguida de un mercado bajista de un año y, posteriormente, un período de recuperación de dos años. En los dos mercados alcistas anteriores, las altcoins (es decir, todo lo que no sea bitcoin) han superado significativamente al criptoactivo más grande, según detallan desde Hashdex.
“Creo que hemos entrado en un mercado alcista, reforzado por el entorno macroeconómico y los resultados de las elecciones en Estados Unidos. Pero hay otro indicador que señala un mercado alcista: el rendimiento superior del Nasdaq Crypto Index en comparación con bitcoin. En los últimos tres meses, el índice ha tenido un rendimiento superior al de la criptomoneda (78% frente a 76,5%) y, desde las elecciones, el Nasdaq Crypto Index ha superado a bitcoin en un 6,8%”, afirma Kerbage.
Un área clave, según la entidad, son los proyectos de contratos inteligentes, plataformas que permitirán a los usuarios realizar transacciones no solo de información, sino también de valor y propiedad. Desde Hashdex, estiman que estas plataformas y aplicaciones superarán el rendimiento de bitcoin en los próximos 12 a 18 meses, ya que competirán por usuarios y sentarán las bases para aplicaciones descentralizadas. “Gracias a los desarrollos de infraestructura que hemos visto en esta área en los últimos años, están surgiendo nuevas aplicaciones en áreas como la inteligencia artificial, los videojuegos y muchas otras, a medida que la tokenización continúa expandiéndose. También creemos que los nuevos avances regulatorios en 2025 serán más beneficiosos para estas aplicaciones que para bitcoin específicamente, ya que cuenta con claridad regulatoria y una estructura de mercados de capital bien desarrollada, con el crecimiento de ETFs, opciones y futuros”, sostiene Kerbage.
En Estados Unidos y Europa, esta claridad legislativa y regulatoria que beneficiará a las altcoins puede incluir legislación sobre la estructura del mercado ya que propuestas como FIT21 eliminarán las ambigüedades en cuanto al estatus de los criptoactivos como mercancías o valores, además de crear vías de registro que podrían impulsar la adopción en Estados Unidos.
Además, según el último informe de Sygnum, un grupo bancario global especializado en activos digitales, las entradas relativamente pequeñas de inversores institucionales en ETFs de bitcoin podrían tener un impacto desproporcionado en el mercado debido a la oferta líquida limitada. El análisis de los flujos recientes de ETFs sugiere que cada entrada de 1.000 millones de dólares (aproximadamente el 0,1 % de la capitalización de mercado de Bitcoin) ha correspondido a movimientos de precios del 3-6 %, con mayores oleadas de entradas mostrando una mayor sensibilidad en los precios. Al considerar las dinámicas más amplias del mercado, el informe estima un fuerte efecto multiplicador por cada dólar de entrada, con un aumento del multiplicador en función del tamaño de los flujos.
Según indican, este efecto multiplicador podría amplificarse si grandes inversores institucionales, incluidos fondos soberanos, dotaciones y fondos de pensiones, comienzan a realizar asignaciones. El informe señala que algunos fondos de pensiones estatales de EE.UU. ya han invertido en criptoactivos, mientras que varios estados han introducido proyectos de ley para que los fondos de pensiones consideren asignaciones en criptomonedas. Con el tamaño de los activos administrados por estos inversores, incluso las estimaciones conservadoras representan una mayor ola de entradas que la experimentada en 2024 con el lanzamiento de ETFs de criptomonedas al contado en EE. UU.
«Muchos inversores institucionales tradicionales, aquellos con los mayores volúmenes de activos bajo gestión, están apenas comenzando su incursión en las criptomonedas. Nuestro análisis muestra cómo incluso asignaciones relativamente modestas de este segmento pueden alterar fundamentalmente el ecosistema de los criptoactivos. Con una mayor claridad regulatoria en EE. UU. y el potencial de que Bitcoin sea reconocido como un activo de reserva para bancos centrales, 2025 podría marcar una aceleración significativa en la participación institucional en criptoactivos», afirma Martin Burgherr, Director de Clientes de Sygnum Bank.
La legislación sobre establecoins, en concreto la implementación de MiCA, también será importante pues ambas impulsarán la adopción de stablecoins en Estados Unidos y Europa, expandiendo el fenómeno de las stablecoins más allá de los mercados emergentes. Según el experto, la derogación de SAB121, que supone que los bancos de Estados Unidos puedan mantener criptomonedas para sus clientes, los bancos y corredoras, aumentarán sus ofertas de comercio y custodia de criptomonedas, lo cual beneficiará principalmente a las altcoins. Por último, apunta que los nuevos lanzamientos de ETFs puesto que con el nuevo presidente de la SEC y sostiene que «hay esperanzas renovadas de que se aprueben más ETFs, incluyendo índices y activos individuales como Solana y XRP». Aunque persiste la incertidumbre, el hecho de que nuevos activos cuenten con ETFs como vías de acceso es muy positivo.
Según Kerbage, además de que bitcoin evolucione como una reserva digital emergente de valor, y las plataformas de contratos inteligentes se conviertan en una nueva forma de intercambiar información, valor y propiedad, hay tres otros casos de uso de altcoins que creen que se beneficiarán en el próximo año:
- DeFi: Los proyectos dirigidos a crear un sistema financiero basado en internet, que operan sobre plataformas de contratos inteligentes, establecerán una nueva infraestructura global de mercados de capital para pagos, siendo las stablecoins y los fondos del mercado monetario tokenizados los primeros casos de uso importantes.
- Web3: Una nueva iteración de internet que permitirá a los usuarios ser dueños de sus datos y hará que la red sea descentralizada y más útil para innovaciones como agentes de inteligencia artificial y otros avances.
- Cultura Digital: Una generación emergente nativa digital tendrá una mayor demanda de poseer activos y coleccionables digitales, con los videojuegos como la primera aplicación natural.
“Si comparamos las criptomonedas con internet, esta industria es como internet en la década de 1990, y bitcoin podría compararse con el correo electrónico: la única aplicación de la que la mayoría de las personas ha oído hablar. Sin embargo, si avanzamos 20 años, aunque el correo electrónico sigue siendo muy útil, no ha sido la aplicación de internet que ha creado el mayor valor para la sociedad. Creemos que esta perspectiva podría aplicarse a cómo actualmente se percibe bitcoin en relación con las criptomonedas”, concluye Kerbage.