¿Sabías que se espera que, para el 2030, las mujeres controlen casi el 45% de los activos bajo gestión en Europa Occidental? ¡Estamos hablando de 10 billones de euros! Este cambio masivo es una oportunidad única para que la industria financiera atienda a un segmento que ha sido tradicionalmente desatendido en el asesoramiento de inversiones.
Hasta ahora, muchos productos financieros fueron pensados para un perfil “tradicional” de inversor, con más enfoque en hombres. Pero las mujeres están impulsando un cambio importante, aportando necesidades únicas en cuanto a su tolerancia al riesgo, sus objetivos financieros y su visión a largo plazo. Adaptar los servicios de asesoramiento a estas particularidades no solo promoverá una mayor inclusión, sino que también ayudará a generar un cambio positivo en el sector.
1. El potencial inexplorado de las inversoras
Aunque cada vez más mujeres se interesan por invertir, muchas aún no se identifican como “inversoras”. Sorprendentemente, el 71% de las mujeres invierte en el mercado de valores, un salto frente al 60% de hace apenas dos años. Entre las más jóvenes, la participación es aún mayor: el 77% de las mujeres de la Generación Z y el 74% de las millennials ya invierten fuera de sus fondos de pensiones.
Sin embargo, mientras que el 76% de los hombres que invierten se consideran a sí mismos “inversores”, solo el 64% de las mujeres lo hace. Aquí vemos una falta de confianza que todavía necesitamos resolver.
También es importante destacar que las mujeres buscan inversiones que se alineen con sus valores. De hecho, tienen un 7% más de probabilidades de seleccionar inversiones sostenibles en comparación con los hombres. No obstante, aún son pocas las empresas que adaptan sus opciones de ESG (ambiental, social y de gobernanza) específicamente para mujeres, a pesar de que ellas tienen un enfoque más centrado en la sostenibilidad.
2. Comportamientos financieros únicos
En general, las mujeres tienden a ser más conservadoras en sus decisiones de inversión y esto les ha traído buenos resultados. Más del 51% se identifica como inversora conservadora, frente al 47% de los hombres. Además, muchas prefieren inversiones diversificadas y de bajo riesgo, con solo el 43% de las mujeres optando por criptomonedas, comparado con el 55% de los hombres. Y aunque sean conservadoras, en las últimas décadas las mujeres han superado a los hombres en un 0,4% anual en sus rendimientos.
Aun así, muchas mujeres sienten que necesitan más orientación financiera. El 71% está de acuerdo en que “invertir es una forma de construir riqueza generacional”, pero solo el 14% tiene una confianza alta en sus conocimientos de inversión. Este dato nos indica que, aunque el interés esté presente, hace falta más apoyo para ayudar a las mujeres a aumentar su confianza en este ámbito.
3. Barreras para la participación financiera
¿Por qué algunas mujeres no se lanzan a invertir? Una de las principales barreras a la inversión es el lenguaje técnico. Más del 63% de las mujeres dice sentirse intimidada por la jerga de la industria y un 55% se siente abrumada por la toma de decisiones financieras. Este es un claro llamado a que el sector simplifique su lenguaje y haga los productos de inversión más accesibles.
Además, los fondos limitados y los ingresos bajos también son un obstáculo a la hora de invertir. El 38% de las mujeres menciona la falta de dinero y el 26% sus ingresos limitados como razones para no invertir. Esto muestra la necesidad de que existan opciones más asequibles y flexibles, que permitan contribuciones pequeñas y constantes para las mujeres que deseen comenzar a invertir.
Y hay otro punto importante: muchas mujeres carecen de referentes en el mundo de las finanzas. A diferencia de otros sectores, la inversión sigue dominada por hombres y muchas mujeres no tuvieron modelos financieros a seguir en su infancia o educación temprana, lo que retrasa su ingreso en el mundo de las inversiones.
4. Un cambio en la dinámica de la riqueza
El papel de las mujeres como gestoras de riqueza sigue creciendo. Hoy en día, las mujeres en Europa Occidental ya controlan aproximadamente 4,6 billones de euros en activos y esta cifra se espera que crezca a un ritmo anual compuesto del 8,1%, frente al 2,7% de los hombres. No es de extrañar que el 83% de las mujeres considere que ahora es más común ver mujeres como principales generadoras de ingresos en sus hogares.
Los asesores financieros pueden desempeñar un rol clave ayudando a las mujeres a superar las barreras que aún enfrentan. Más de 7 de cada 10 mujeres desearían haber comenzado a invertir antes, pero el 47% todavía teme tomar la “decisión equivocada”. Ofrecer un apoyo específico y una asesoría personalizada puede marcar la diferencia para que las mujeres logren sus objetivos financieros y construyan estabilidad a largo plazo.
5. Estrategias prácticas para los asesores financieros
Para apoyar a las mujeres de manera inclusiva y efectiva, los asesores pueden considerar los siguientes enfoques:
1. Orientación clara y paso a paso: Dado que el 68% de las mujeres afirma que invertiría más si tuviera una guía clara, los asesores pueden descomponer los conceptos complejos en pasos sencillos y crear rutas de inversión fáciles de seguir.
2. Foco en la planificación a largo plazo: Las mujeres suelen priorizar la estabilidad y la planificación para la jubilación. Los asesores pueden ofrecer carteras diversificadas y con opciones de ESG, además de una planificación de jubilación que considere posibles interrupciones en sus carreras.
3. Lenguaje accesible y amigable: Es importante eliminar la jerga y optar por un lenguaje que invite a las mujeres a participar sin sentirse intimidadas. Crear espacios de aprendizaje comunitario, como talleres o grupos de inversión para mujeres, puede ser especialmente beneficioso.
4. Visibilidad de modelos a seguir: Mostrar ejemplos de mujeres exitosas en el mundo de las inversiones y promover mentoras puede inspirar y empoderar a otras mujeres a tomar el control de sus finanzas.
El futuro de las inversoras: Un motor para el cambio
Las mujeres están tomando conciencia de que invertir es una herramienta poderosa para construir seguridad financiera, pero para alcanzar una verdadera equidad, las instituciones financieras deben adaptar sus servicios de asesoramiento a las necesidades específicas y los perfiles de riesgo de las mujeres.
Al brindar un asesoramiento que hable directamente a las prioridades femeninas, las empresas financieras pueden jugar un papel transformador en el cierre de la brecha de género en el ámbito de las inversiones. Las empresas que adopten este enfoque no solo estarán contribuyendo a un mercado más equitativo, sino que también construirán una base de clientas leales, sólidas y orientadas al futuro.