Las gestoras internacionales continúan publicando sus perspectivas para 2025. Ya han dejado claro que el próximo ejercicio estará marcado por el nuevo ciclo de tipos de interés, por los riesgos geopolíticos y por la evolución del crecimiento e inflación de las principales economías. Ahora bien, también advierten de que habrá que tener en consideración las políticas postelectorales, después de cerrar el año con mayor número de elecciones.
En términos generales y según la visión de Robeco, se prevé otro año complejo para la economía mundial, que estará marcada por señales contradictorias. “La economía estadounidense sigue mostrando signos de resiliencia a pesar del enfriamiento del consumo. Aunque otras regiones geográficas, en particular, Europa y China, están saliendo del estancamiento, se enfrentan a presiones seculares continuas”, reconocen.
En opinión de Alexandra Wilson-Elizondo, co-Chief Investment Officer of Multi-Asset Solutions at Goldman Sachs Asset Management, “una vez resuelta la incertidumbre política en EE.UU., el crecimiento económico debería ser sostenible a medida que la Reserva Federal continúe relajando su política. Sin embargo, un aumento inesperado de la inflación debido a posibles aranceles, así como unas condiciones fiscales más laxas, podrían llevar a la Fed a pausar los recortes de tipos”, explica Por último, desde Columbia Threadneedle Investments advierten de que una posible escalada de los conflictos bélicos y el ascenso de los nacionalismos económicos serán los principales desafíos para una evolución positiva de los mercados y de la economía en 2025.
Según William Davies, CIO de Columbia Threadneedle Investments, la posibilidad de un recrudecimiento en los distintos focos de tensión genera una volatilidad a corto plazo que “resulta realmente preocupante, así como la posible reaparición de presiones inflacionistas a largo plazo, dos factores que tendrán incidencia directa en las compañías”.
En su opinión, “el nacionalismo económico es cada vez más inevitable” y la victoria republicana en las elecciones estadounidenses “podría conllevar una rebaja de impuestos, a excepción de una posible subida de aranceles, y una reducción de la regulación, lo que tendrá consecuencias para el comercio internacional a medida que nos adentremos en 2025”.
Escenarios centrales
Según la hipótesis base de Robeco, se espera que el crecimiento estadounidense se modere en 2025 debido al enfriamiento del consumo y el aumento de los aranceles. Sin embargo, tanto la política fiscal como la monetaria siguen siendo procíclicas. “Se prevé que el PIB real crezca un 1,7%, lo que reflejaría una leve tendencia de estanflación ya que la inflación se mantendría ligeramente por encima del consenso. El consumo europeo podría experimentar un modesto repunte cíclico gracias a la relajación de las condiciones crediticias y a un mayor impulso fiscal. Por otra parte, se prevé que las medidas de estímulo de China compensen algunos riesgos de bajada sin llegar a revertir las presiones desinflacionistas”, afirman.
Además, Peter van der Welle, estratega de Soluciones Multiactivos de Robeco, matiza que la posibilidad de que las políticas comerciales provoquen un giro hacia una estanflación podría ser el único gran obstáculo para la economía estadounidense, que se muestra resiliente. “En nuestras perspectivas para 2025 explicamos que, en el escenario actual basado en los datos, el impulso puede invertirse rápidamente, lo que demuestra lo necesaria que es la flexibilidad al invertir en fondos multiactivos”, explica.
En el caso de Goldman Sachs Asset Management, su escenario central pasa por seguir mostrándose “cautelosamente optimistas” en cuanto a la posibilidad de que las principales economías alcancen un nuevo equilibrio de crecimiento económico sostenido a medida que los bancos centrales relajen gradualmente su política monetaria, pero los riesgos de cola podrían desequilibrar la situación.
Aunque las gestoras puedan tener matices sobre la evolución de sus escenarios centrales, todas coinciden en que serán determinantes las políticas de los bancos centrales. En este sentido, desde Columbia Threadneedle Investments explican que los “enfoques divergentes” que adopten los bancos centrales para la recuperación y el crecimiento económico pueden provocar un crecimiento económico dispar durante el año 2025 que también podría provocar una evolución desigual de los mercados. “Hemos visto recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra. Sin embargo, con la inflación subyacente en torno al 2,5% y la inflación subyacente cercana al 3% en Estados Unidos, y similar en el resto del mundo, no anticipamos que los tipos caigan tanto como la gente cree, y serán superiores a los de la década de 2010. Esto repercutirá en las inversiones y el posicionamiento de las carteras”, explica William Davies. Los déficits presupuestarios son otro de los elementos a vigilar durante el próximo año con las principales economías mundiales registrando déficits de entre el 5% y el 6%. “Puede ser una cifra manejable si los tipos de interés son bajos, pero, si los déficits continúan aumentando y los tipos no bajan tanto como se prevé, financiar el déficit empieza a ser cada vez más problemático. Cuando esto acabe acaparando la atención, se convertirá en un factor que marcará el rumbo de los mercados”, reflexiona el experto. ¿Qué implicaciones tiene esta visión para los inversores?
Schroders: mirar más allá de los ganadores
Ante esta visión, según Schroders, es posible que los inversores tengan que mirar más allá de los recientes ganadores del mercado de renta variable para alcanzar sus objetivos de rentabilidad en 2025. “Creemos que hay oportunidades de obtener rentabilidad, incluso después de que en 2024 hayamos visto importantes ganancias. No obstante, puede que los inversores tengan que mirar más allá de los recientes ganadores. Los inversores en renta variable se han acostumbrado a que un pequeño número de grandes empresas impulsen las ganancias del mercado bursátil. Pero ese patrón ya ha ido cambiando a lo largo del año y creemos que hay potencial para que los mercados se amplíen aún más. Diferentes sectores y regiones pueden empezar a parecer más atractivos. Será necesario adoptar un enfoque activo para evitar la sobreexposición a los valores con mejores resultados y aprovechar las nuevas oportunidades de rentabilidad que vayan surgiendo. Las valoraciones de los mercados de renta variable no parecen caras fuera de Estados Unidos. Y un entorno de crecimiento positivo y tipos de interés más bajos debería favorecer los beneficios empresariales, que es lo que impulsa las acciones a largo plazo», apunta Johanna Kyrklund, directora de inversiones (CIO) del Grupo de Schroders.
La gestora continúa teniendo una visión favorable de los bonos por su capacidad históricamente probada de generar ingresos, la importancia de la diversificación de las carteras en entornos marcados por la incertidumbre geopolítica como el actual y la transcendencia de la descarbonización como tema de inversión clave.
Robeco: sin confiarse
Según las previsiones de Robeco, la renta variable estadounidense mantendría su trayectoria alcista y el S&P 500 reflejaría valoraciones superiores tras un año de buena rentabilidad. Sin embargo, advierte que la confianza de los mercados podría cambiar bruscamente con la evolución de las narrativas macroeconómicas, lo que pone de manifiesto la importancia de llevar a cabo una gestión diversificada y dinámica de las carteras.
Además, las perspectivas de la gestora sugieren prudencia en lo que respecta a los bonos high yield, cuyos spreads son muy ajustados, mientras que el crédito investment grade europeo ofrece un mayor atractivo en relación con el estadounidense. De cara al futuro, Robeco prevé que los cambios en los datos macroeconómicos, “la política comercial de EE.UU. y las condiciones de liquidez mundial afecten a la rentabilidad de las clases de activos en 2025”.
Columbia Threadneedle Investments: dispersión
Sobre renta fija, Columbia Threadneedle Investments señala que los activos de alta calidad puede verse beneficiada por el ciclo de recortes de tipos de interés y por unos rendimientos atractivos, si bien esperan una mayor dispersión del crédito en 2025. “La situación de los balances es dispar dependiendo de los sectores y el apalancamiento de las compañías, especialmente en el segmento High Yield que podría revelarse vulnerable”, destaca Davies. En este entorno, Columbia Threadneedle Investments apunta que la sección de valores y crédito cobrará crucial relevancia en 2025.
En renta variable, la firma espera un buen comportamiento en 2025 beneficiada por el entorno de tipos de interés a la baja. Sin embargo, Davies no ve probable que continúen las excepcionales rentabilidades vistas hasta ahora, para lo que serían necesario que confluyeran muchos factores. “Para que la renta variable siga generando la excepcional rentabilidad vista hasta ahora, sería necesario que los riesgos geopolíticos se estabilicen; que haya crecimiento, pero no demasiado; que la inflación se mantenga constante, pero reducida para que los tipos puedan bajar… muchas cosas tienen que salir bien”, concluye.
Goldman Sachs AM: alejarse del efectivo
Por último, las perspectivas de Goldman Sachs AM se suman a esta visión. Alejarse del efectivo para invertir en renta fija debería resultar gratificante en 2025, potencialmente con ganancias generalizadas en renta fija. Según indica, los inversores deben comprender los entresijos de cada segmento para aprovechar el ciclo de relajación, captar ingresos y emplear un enfoque de inversión dinámico en todos los sectores y regiones. Las estrategias de inversión activas, la diversificación y una sólida gestión del riesgo serán primordiales.
Desde la gestora afirman que aunque las elecciones estadounidenses han ampliado el abanico de posibles resultados económicos, siguen esperando que la Fed vuelva a recortar los tipos en diciembre y a principios de 2025. Y advierten de que la trayectoria posterior dependerá de la agenda política promulgada por la nueva administración. En su opinión, el principal riesgo para la renta fija es la reaparición de la inflación, que podría ralentizar el ritmo de la relajación.
«Nuestro análisis sugiere que las empresas del mercado de crédito con grado de inversión pueden seguir siendo resistentes en 2025, de forma muy similar a su resistencia a la subida de tipos en los últimos años. Esto refleja un punto de partida saludable para las métricas de crédito y la capacidad de ser más selectivos sobre nuevas inversiones o actividad de fusiones y adquisiciones. En 2025, estaremos atentos a un posible aumento de la oferta de bonos impulsado por un elevado ‘espíritu animal’ que conduzca a actividades corporativas financiadas con deuda, como recompras agresivas o fusiones y adquisiciones, lo que podría afectar a las sólidas métricas crediticias actuales”, afirma Simon Dangoor, Head of Fixed Income Strategies at Goldman Sachs Asset Management.
La gestora destaca también el sólido comportamiento del crédito titulizado, caracterizado por el estrechamiento de los diferenciales en todos los tipos de garantías y la estructura de capital, debería continuar en 2025. Los CMBS son los más atractivos, ya que los diferenciales de los títulos con calificación AAA y BBB resultan atractivos en relación con las evaluaciones del valor razonable. Según Lindsay Rosner, Head of Multi-Strategy Fixed Income at Goldman Sachs AM, «los bonos con grado de inversión también destacan como una opción para mejorar la rentabilidad, logrando un equilibrio entre la obtención de ingresos y la gestión del riesgo».
Por último, en el caso de la renta variable, la gestora señala que con el mercado de renta variable estadounidense cerca de su mayor concentración en 100 años, se espera que la estructura de rentabilidad del mercado bursátil se amplíe. En su opinión, los fundamentos de las megacapitales parecen sólidos, pero el nivel de dominio del mercado no es sostenible. Con el rendimiento del índice S&P 500 fuertemente dictado por las perspectivas de unos pocos valores, las asignaciones pasivas a los índices estadounidenses de gran capitalización pueden plantear riesgos.
«Existe un posible punto de inflexión para las pequeñas capitalizaciones, impulsado por los recortes de tipos y una política comercial más interna. Las pequeñas capitalizaciones estadounidenses han superado a menudo a las grandes capitalizaciones cuando los bancos centrales iniciaron recortes de tipos, especialmente en aterrizajes suaves, y las empresas más pequeñas pueden beneficiarse de las reducciones de tipos al disminuir los pagos de intereses. La naturaleza menos líquida, más diversa y menos minuciosamente investigada del mercado de pequeña capitalización se adapta a las estrategias de inversión activas”, concluye Greg Tuorto, responsable de Renta Variable de Pequeña Capitalización/SMID de Goldman Sachs AM.