“Esta va a ser la época dorada de EE.UU., es una victoria increíble”. Con estas palabras, Donald Trump, candidato del Partido Republicano, se ha proclamado ganador de las elecciones presidenciales de EE.UU. Sin haber terminado el conteo oficial, Trump habría obtenido 267 votos electorales frente a los 224 de su contrincante demócrata Kamala Harris. Además, los republicanos han tomado el control del Senado y aspiran a mantener su mayoría mínima en la Cámara de Representantes.
Como era de esperar, tras un acontecimiento de tal magnitud, los mercados han reaccionado con rapidez. Según destaca Oliver Blackbourn, gestor de carteras de multiactivos de Janus Henderson, los futuros apuntan a una subida del S&P 500 superior al 2% y del NASDAQ del 1,7%. “Sin embargo, las partes más destacadas del mercado estadounidense son los índices S&P Midcap 400 y Russell 2000, cuyos futuros arrojan ganancias superiores al 4% y al 5%, respectivamente”, apunta el gestor.
En su opinión, quizá el resultado más sorprendente hasta ahora sea la fortaleza de los mercados bursátiles fuera de EE.UU.. “La renta variable europea y japonesa se está comportando bien, y la caída de China es quizá menor de lo que muchos temían, a pesar de las amenazas del Presidente entrante al comercio mundial. El dólar estadounidense se está fortaleciendo en general, ya que los mercados consideran el impacto potencial de nuevos aranceles sobre las importaciones y los recortes de la Reserva Federal se han descontado aún más. Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense han subido con fuerza, debido tanto a la continua evolución de las expectativas de tipos de interés como a la posibilidad de una mayor inflación”, explica Blackburn.
Sobre qué esperar ahora, el gestor de Janus Henderson considera probable que los mercados empiecen a pensar en cómo se traduce la retórica en política, y que se estudien con lupa todas las declaraciones de los próximos meses en busca de pistas. “Con la opinión generalizada de que ambos partidos seguirán incurriendo en déficits presupuestarios, parece probable que la economía estadounidense siga enganchada a los estímulos fiscales. El efecto que esto tenga sobre la Fed puede tardar algún tiempo en aclararse, ya que el FOMC se mostrará reacio a tener nada en cuenta hasta que haya una mayor claridad política. Los mercados tendrán que esperar para ver si la Reserva Federal está dispuesta y es capaz de hacer frente a una economía caliente”, añade.
En opinión de Gordon Shannon, gestor de TwentyFour AM (boutique de Vontobel), hasta ahora los mercados están repitiendo el guion de 2016 ante la victoria de Trump: la renta variable está subiendo, mientras que los bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo están retrocediendo ante la expectativa de una expansión fiscal. “Creo que la atención se desplazará a las repercusiones inflacionistas de los aranceles y el control de la inmigración. La Reserva Federal ha evitado hacer comentarios hasta ahora para parecer neutral y proteger su independencia, pero su reacción a estas políticas es clave para saber hacia dónde se encaminan las cotizaciones de los activos”, afirma Shannon.
Para Stephen Dover, Head of Franklin Templeton Institute, los mayores beneficiados serán los sectores e industrias que acojan un entorno normativo más favorable a los negocios, incluidas las empresas energéticas de combustibles fósiles, los servicios financieros y las empresas de menor capitalización. “El mercado de renta fija, por el contrario, se está vendiendo con fuerza, con los rendimientos del Tesoro a diez años acercándose al 4,50%. Los inversores en renta fija reaccionan ante la probabilidad de que los recortes fiscales no vayan acompañados de una contención significativa del gasto. El mercado de renta fija también prevé un mayor crecimiento y posiblemente una mayor inflación. Esta combinación podría ralentizar o incluso detener los recortes de tipos previstos por la Reserva Federal”, añade Dover.
Por último, Martin Todd, gestor senior de Renta Variable Global Sostenible en Federated Hermes, considera que la reacción inmediata de los mercados ha sido de alivio. «En vísperas de las elecciones, existía una gran preocupación por la posibilidad de que fueran unas elecciones prolongadas y muy reñidas, dado lo estrecho de la diferencia en las encuestas. Hay muchas opiniones diferentes sobre qué sectores, modelos de negocio y geografías son ganadores o perdedores de una Administración Trump y de una ‘barrida roja’. Pero esto depende enormemente del marco temporal. Entender las implicaciones a medio o largo plazo para los mercados de renta variable es increíblemente difícil, dadas las numerosas consecuencias de segundo, tercer y cuarto orden (y así sucesivamente) de cada anuncio político», argumenta Todd.
Movimiento de las divisas
Desde ayer, cierta parte del mercado parecía inclinarse por su victoria, aunque las firmas de inversión reconocían que lo importante sigue estando en cómo se apliquen las políticas propuestas y en el reparto del poder entre Senado y Congreso. Según explican desde Ebury, ayer las ventas masivas de divisas de mercados emergentes y la subida del dólar fueron un preludio de la previsible victoria de Trump.
“Los mercados no solo se están posicionando para una cómoda victoria de Trump en el colegio electoral, sino también para la perspectiva de un Congreso controlado por los republicanos, lo cual es clave para determinar la capacidad del presidente entrante para forzar cambios de política en el gobierno de Estados Unidos”, señalan los analistas de Ebury.
Los expertos de la finch añaden que “estamos asistiendo a ventas masivas de divisas de mercados emergentes, ya que los inversores descuentan la subida de los aranceles estadounidenses, los elevados riesgos geopolíticos y la mayor incertidumbre mundial bajo la presidencia de Trump”.
Al igual que en 2016, el mayor perdedor de la noche hasta ahora ha sido el peso mexicano, que ha bajado más de un 2% frente al dólar. Por su parte, según Ebury las monedas de Europa Central y Oriental también se están viendo muy afectadas en medio de los temores sobre la seguridad europea, mientras que muchas de las de Asia que están estrechamente vinculadas a la economía china cotizan más de un 1% a la baja durante la noche.
“Las principales monedas parecen haber encontrado un punto de apoyo por ahora, y el movimiento alcista del dólar ha sido quizás un poco más contenido en relación con las expectativas. Sin embargo, no nos sorprendería ver otro episodio de fortaleza del dólar a medida que los mercados europeos abran, y los resultados finales muestren lo que parece ser una victoria electoral histórica para Trump y el Partido Republicano”, prevén los analistas de Ebury.
Valoración de los resultados
“La cuestión de una victoria de Trump se decidirá en la elección de la Cámara de Representantes, donde los republicanos también están liderando. Los votantes probablemente castigaron la presidencia demócrata de Biden debido a los altos costos de vida, una herencia de la pandemia de coronavirus, preocupaciones sobre la política en Medio Oriente, así como una percepción de falta de claridad en el perfil de Harris, que no logró ganar el apoyo de los votantes a pesar de una economía sólida”, explica David A. Meier, economista de Julius Baer.
En opinión de Samy Chaar, economista jefe y CIO en Suiza de Lombard Odier, si los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso y la Casa Blanca, se podría esperar una economía estadounidense más dinámica, con un crecimiento por encima del potencial y una inflación superior al objetivo de la Reserva Federal.
“Es probable que las tasas de interés también se sitúen por encima de las expectativas previas a las elecciones. La carrera por la Cámara de Representantes determinará si las promesas de campaña pueden implementarse por completo. Un Congreso dividido impondría algunos límites al Presidente. La cuestión de los aranceles es clave para el comercio global y las perspectivas de relajación de la Fed”, afirma Chaar.
Para el economista de Lombard Odier, esto tiene grandes implicaciones para los mercados financieros: “Los fundamentos macroeconómicos siguen siendo un impulso para las inversiones. Prevemos que el crédito de alto rendimiento y el oro se desempeñarán bien. Las acciones globales, incluidas las estadounidenses, también tienen potencial de subir en los próximos 12 meses, a medida que los ingresos aumentan y los márgenes se mantienen altos. En el mercado estadounidense, los sectores financiero, tecnológico y de defensa deberían tener un buen desempeño bajo una administración Trump”.
Según destaca el economista de Julius Baer, los mercados de apuestas se han inclinado masivamente a favor de una victoria de Trump, con probabilidades implícitas que se acercan al 90%, mientras que la perspectiva de una victoria de Harris ha caído casi a cero. “Los mercados están descontando la mayor probabilidad de una victoria de Trump, con el dólar estadounidense fortaleciéndose más allá del euro/dólar 1.08 y las monedas de economías que podrían verse afectadas por aranceles más altos cayendo”, añade.
Implicaciones de una administración Trump
Las firmas de inversión ya están valorando cuál será el impacto de la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Por ejemplo, David Macià, director de Inversiones y Estrategia de Mercados de Creand Asset Management en Andorra, considera que para la implicación más relevante para el mercado son las rebajas impositivas que se han prometido, que deberían impulsar de inicio al crecimiento económico, las bolsas y al dólar. “Las políticas de Trump son netamente inflacionistas y expanden el déficit, ya de por sí elevado, por lo que es de esperar también que suban los tipos de interés cotizados por los mercados. Las agresivas subidas de aranceles que promete el candidato republicano debieran pesar sobre las compañías que exportan a EE.UU., sobre todo si no tienen fábricas en territorio americano (muchas compañías europeas pueden sufrir de inicio). El peso que estas tienen en los índices europeos hace pensar que estos se quedarán otra vez atrás”, afirma Macià.
Desde Creand AM ven probable que las bolsas prosigan la senda alcista. “La economía americana sigue siendo inusitadamente fuerte y, a diferencia de cuando ganó en 2016, ahora los mercados saben exactamente qué esperar. El punto de partida es el único obstáculo, ya que las valoraciones son elevadas, pero lo anterior tiene poca correlación con el comportamiento de las cotizaciones a corto plazo”, añade el responsable de la firma.
Para Johan Van Geeteruyen, CIO Fundamental Equity de DPAM, los inversores pueden mirar hacia los cíclicos (financieros, energía, etc.) y ciertas empresas tecnológicas como posibles beneficiarios, mientras que los aranceles y las tensiones geopolíticas plantean riesgos para sectores específicos. «En última instancia, las políticas de Trump pueden fomentar un entorno favorable para la renta variable estadounidense, especialmente si la desregulación, la fabricación nacional y las políticas fiscales crean incentivos para el crecimiento. Sin embargo, los riesgos de primera plana -que van desde incertidumbres fiscales hasta perturbaciones comerciales- podrían crear periodos de volatilidad, que afectarían tanto a los mercados nacionales como a los mundiales», señala Geeteruyen.
Por último, según el resumen que hace Blair Couper, director de inversiones de abrdn, a más largo plazo, es probable que una victoria de Trump signifique un entorno regulatorio más laxo, una escalada de los aranceles comerciales y posibles intentos de derogar componentes de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). Según el experto de abrdn, también es probable que los precios de las acciones de las empresas estadounidenses con cadenas de suministro en China reaccionen negativamente, mientras que es probable que la fabricación nacional y las empresas estadounidenses de pequeña y mediana capitalización obtengan mejores resultados.
«Con el presidente Trump al mando, Estados Unidos también se enfrenta a elevados riesgos de inflación debido a estas políticas, por lo que es probable que veamos una reacción de los sectores sensibles a los tipos y un fortalecimiento del dólar. Sectores como el financiero (es decir, los bancos) podrían obtener buenos resultados si los tipos se mantienen al alza durante más tiempo. Mientras que áreas como la inmobiliaria y la renta variable de crecimiento probablemente se verían afectadas negativamente por una mayor duración, es probable que esto se viera compensado por la visión positiva para los mercados en general de sus políticas, por lo que aún tenemos que ver si estos sectores se verían afectados negativamente o no», concluye Couper.