Las tres Autoridades Europeas de Supervisión (AES) han publicado su informe sobre la divulgación de los Principales Impactos Adversos (PAI) con arreglo al Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR). El informe analiza cómo se están divulgando los PAI en 2024 y recoge una serie de recomendaciones y buenas prácticas. Tom Willman, Regulatory Lead en Clarity AI, ha realizado un análisis exhaustivo del informe.
Los resultados del informe de las tres Autoridades Europeas de Supervisión (ABE, AESPJ y AEVM – AES) sobre los informes de los Principales Impactos Adversos (PAI) reflejan, según Tom Willman, muchas de las conclusiones de años anteriores, aunque ha habido avances graduales, todavía queda mucho por mejorar. “Los mensajes clave para el mercado siguen siendo los mismos: asegúrese de que los informes sean fácilmente accesibles, claros, en un lenguaje sencillo, y de que los datos estén suficientemente detallados”, añade Willman.
Sin embargo, a diferencia de años anteriores, las AES, según Willman, han enmarcado sus conclusiones y recomendaciones en el contexto de la revisión de nivel 1 de la normativa SFDR por parte de la Comisión Europea, prevista para 2025.
“En el informe proponen a la Comisión que considere reducir la frecuencia de los informes PAI a nivel de entidad, y pasar de anual a una vez cada dos o tres años. Si bien esto podría aliviar la carga sobre el reporting de las entidades, no resuelve el problema de fondo de los informes PAI a nivel de entidad: ¿son realmente útiles para los inversores minoristas? En este sentido, lamentamos que no hayan sugerido de forma más contundente que la información de los informes PAI a nivel de producto sea obligatoria para ciertos fondos de inversión. Creemos que los informes a nivel de producto pueden facilitar la comprensión de cada inversión, mejorar la comparabilidad entre productos y, en última instancia, ayudar a los inversores a elegir productos alineados con sus preferencias de sostenibilidad”, subraya Willman.
El propio informe, según Tom Willman, señala que comparar los informes a nivel de entidad puede ser complicado y puede generar grandes diferencias entre los participantes en el mercado. Sin embargo, añade Willman, para ayudar a los inversores minoristas a seleccionar productos sostenibles de manera más sencilla, tendría más sentido asegurar que esta información estuviera disponible dentro del marco normativo.
Por otro lado, también mencionan que la próxima presentación de informes de sostenibilidad por parte de las empresas bajo la normativa CSRD podría impactar en la precisión de los informes PAI en el marco de la normativa SFDR, subraya Willman. “Aunque es cierto que habrá más datos disponibles para informar, la mejora en la precisión de los informes SFDR podría no ser tan significativa como esperan las AES. La implementación de la CSRD sigue siendo un desafío, ya que la Comisión ha iniciado recientemente procedimientos de infracción contra 17 Estados miembros por no haber transpuesto la Directiva a tiempo. Además, en el primer año de presentación de informes, se espera que solo unas 2.000 empresas de la UE presenten sus informes según las Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad (NEIS). Incluso cuando la CSRD se aplique plenamente a las aproximadamente 50.000 empresas que finalmente cubrirá, es poco probable que todos los participantes del mercado en la UE tengan una cobertura completa de todas sus inversiones para los informes PAI”, ha explicado Tom Willman.
Además, pueden surgir inconsistencias, según Willman, en la forma en que las empresas reportan bajo la CSRD, especialmente mientras esperamos la propuesta de la Comisión que establecerá el estándar de garantía para los datos de esta normativa. “Prevemos también fricciones adicionales en esta transición, incluidas las diferencias en el enfoque de la materialidad entre las normativas CSRD y SFDR. Por lo tanto, somos cautelosos sobre la rapidez con la que puede mejorar la calidad de los informes PAI a medida que la CSRD se implemente en los próximos meses y años”, concluye su análisis Willman.