Los fondos de pensiones y la aseguradoras de vida están demasiado enfocados en el corto plazo, más preocupados por los ciclos económicos y la volatilidad del mercado que por su objetivo de invertir a largo plazo, según señalan Ian Goldin y Ashok Gupta en un artículo en el Financial Times.
Según un informe del Banco de Inglaterra, estas instituciones han adoptado estrategias pro cíclicas, cortoplacistas, lo que amplía la volatilidad del mercado y reduce los fondos necesarios para invertir en la industria y en las infraestructuras.
La proporción invertida en renta variable ha pasado de las dos terceras partes de la cartera en los años 80 a apenas un tercio en la actualidad. Esto ha sido exacerbado por las nuevas normativas como el ‘mark-to-market’ que tienden a acentuar los picos y suelos de mercado, haciendo los ciclos económicos más volátiles, cuando estas instituciones deberían funcionar como contrapeso cíclico por su teórico enfoque ‘largoplacista’.
Las normativas actuales priman una necesidad de liquidez que no precisan los fondos de pensiones y las aseguradoras, así como una excesiva preocupación por la volatilidad, precisamente cuando son este tipo de instituciones las que mejor se pueden aprovechar de las oportunidades que ésta presenta (comprando cuando caen los precios).
Los autores claman por reformas que promuevan la inversión a largo plazo y eviten que los fondos de pensiones tengan un comportamiento similar a los bancos, lo que impide que cumplan el papel estabilizador que deberían tener en el sistema financiero.
“Son precisamente estas distorsiones de los mercados las que aprovecha la gama de productos Conservative de Robeco. Al aplicar una estrategia de baja volatilidad, teniendo en cuenta otros factores como el value y momentum, los fondos se benefician de las dislocaciones creadas por el enfoque excesivamente cortoplacista de los mercados, lo que les ha permitido un binomio rentabilidad/riesgo muy superior al obtenido por sus índices de referencia”, comentan desde la gestora.