A pocos días de que EE.UU. defina su presidente mientras el mercado empieza a descontar un triunfo de Donald Trump sin mayores vacilaciones.
A pesar de la volatilidad de corto plazo en los mercados alrededor de las elecciones, el desempeño de la renta variable estadounidense suele ser bastante “indiferente” respecto de qué partido tome el control de la Casa Blanca, más aún si el Congreso queda dividido. Entonces, como punto de partida parece ser un tanto “inútil” asociar una perspectiva de mercado con una aspiración partidaria, dice un informe de Fynsa.
Generalmente, los mercados han subido tanto con presidentes republicanos como demócratas, y la razón es que “los mercados simplemente suben y, a lo largo de 100 años de historia moderna, la tasa de crecimiento anual compuesta es prácticamente idéntica bajo presidentes de ambos partidos”, agrega el estudio.
Sin embargo, donde sí es posible ver algunos impactos particulares es a nivel sectorial dependiendo el candidato. Por ejemplo, los republicanos se centrarían en desregular la economía y crear un impulso fiscal positivo a partir de las prórrogas impositivas.
Trump podría reemplazar a Jerome Powell, lo que podría llevar a cambios impredecibles en la política de la Fed.
También, podría haber un mayor riesgo de aumento de aranceles contra China y riesgos moderados contra aranceles globales. Las acciones de mega capitalización podrían verse afectadas por aranceles más altos dados los costos adicionales que surgirían de la reubicación y las represalias chinas contra estas medidas de control.
Pero, en general, las industrias altamente reguladas, como la atención médica, la energía y el sector financiero, son potenciales ganadores relativos bajo una presidencia de Trump.
Por otro lado, es probable que las políticas económicas y las medidas propuestas por ambos candidatos contribuyan al aumento del déficit fiscal, aunque se espera que el déficit sea mayor bajo la presidencia de Trump, agregan los expertos de Fynsa. “Lo más bipartidista que existe en Estados Unidos es que el gasto público sigue creciendo. La deuda nacional era de 19 trillones de dólares cuando el expresidente Trump asumió el cargo, y de 28 trillones de dólares cuando lo dejó. Y los demócratas han aumentado la deuda otros 7 trillones de dólares», agrega el informe.
De cara a final de año
El tercer trimestre seguirá siendo una prueba para los grandes nombres relacionados con la inteligencia artificial, dice un informe elaborado por Sarah Stillpass, Global Investment Strategist de J.P. Morgan Private Bank. En la misma línea que Fynsa, Stillpass no cree que las elecciones ni la agitación en medio oriente sean motivo para desarmar los planes a largo plazo.
“Creemos que las implicaciones más importantes son las resultantes de las políticas después de las elecciones y hay que tener en cuenta que existe una diferencia entre una operación a corto plazo y una tendencia fundamental”, dice el informe de J.P. Morgan.
Por estas razones, con poco menos de 70 días para el final del año y poco más de una semana para la próxima reunión del FOMC, el banco estadounidense brinda una serie de recomendaciones para los inversores.
En primer lugar, la experta recomienda identificar objetivos y crear un plan a largo plazo para lograr un buen mantenimiento de cartera. “Igual que con las revisiones médicas, tener chequeos regulares de su cartera es igual de importante”, dice el texto del banco.
La dinámica económica y del mercado puede cambiar tanto a corto como a largo plazo, lo que puede generar impactos inesperados. Por esta razón es importante revisar la combinación de los activos objetivo y considerar la posibilidad de reequilibrar.
En segundo lugar, “es crucial” mantener una perspectiva a largo plazo y centrarse en los fundamentos. Recuerde que los mercados tienden a registrar ganancias sin importar quién sea presidente. Si la incertidumbre del mercado le hace dudar sobre la asignación de su cartera, tómela como una oportunidad para revisar sus objetivos y su plan.
Por último, en tercer lugar, la estratega recomienda utilizar las herramientas disponibles para mejorar la eficiencia de su cartera. “La integración de la tecnología e innovación en las estrategias de inversión puede mejorar el desempeño de su cartera a largo plazo”. Por ejemplo, la inteligencia artificial, “que puede mejorar el proceso de gestión activa de las carteras ya que puede permitir a los gestores obtener una ventaja competitiva a través de un mejor análisis de datos y una toma de decisiones más rápida”. Además, esta tecnología puede mejorar estrategias más tradicionales, como la recolección de pérdidas fiscales, que implica materializar pérdidas para compensar ganancias, concluye la experta.