Vancouver ha sido uno de los principales destinos de la inmigración asiática durante décadas. Una circunstancia que ha contribuido enormemente a encarecer el mercado inmobiliario de la ciudad, y de forma más general el de Canadá, explica Reuters. Quizás atraídos por la legendaria calidad de vida de la tercera ciudad del país -después de Toronto y Montreal-, los inversores chinos han ido aumentendo su presencia en la ciudad con la compra de viviendas y condominios de lujo en el área metropolitana.
Además, la situación de la ciudad, en la costa pacífica del país, ha atraído inversiones en hoteles, locales y terrenos destinados al negocio turístico. La última idea de una inmobiliaria china ha sido comprar un pueblo fantasma con la intención de transformarlo en un parque de atracciones. La temática sin duda, dada la historia de esta pequeña localidad a 230 kilómetros de Vancuver, será minera.
El último vecino de Bradian salió del pueblo después de que las vetas de oro agotaran su producción en 1971. El lote adquirido, cuenta la web inmobiliaria idelista.com, consta de un terreno de 20 hectáreas y poco más de 20 casas por las que la compañía Zhong Ya Group Hebei Canada-China CO ha pagado algo más de 715.000 euros.
Pese a que el desarrollo necesitará unas cuantas actualizaciones, en la compra se ha incluido todo tipo de infraestrcuturas como el cableado eléctrico y telefónico, calles e incluso las bocas de incendio. Sin embargo, el Grupo Hebei aseguró a un agente inmobiliario local que la empresa planea rehabilitar la ciudad. Un proceso que probablemente llevará su tiempo.