El gestor Dan Lyons ha vivido dos vidas: una, como investigador y doctorado en inmunología, para después trabajar con un Premio Nobel investigando sobre el cáncer y el envejecimiento con una beca posdoctoral. La otra, desde hace 24 años, como gestor de Janus Henderson en la estrategia Global Life Science, donde trabaja codo con codo con Andy Acker.
Se trata de una estrategia con 12.000 millones de dólares en activos bajo gestión y un enfoque temático en atención sanitaria. Típicamente, un tercio de la cartera está invertido en compañías biotecnológicas, un tercio en farmacéuticas y el tercio restante, en dispositivos y servicios de salud. En el proceso de inversión descansa sobre una exhaustiva investigación en torno a las distintas posibilidades del mercado con un horizonte de largo plazo. Un stock picking muy ligado a oportunidades idiosincráticas con un aspecto en común: que sean compañías que puedan aportar innovación al sector sanitario. “Estamos viendo una cantidad récord de innovación entre las empresas biotecnológicas y farmacéuticas. Y, lo más importante, es que son productos que están cubriendo grandes necesidades médicas no satisfechas”.
Lyons pone como ejemplo a Vertex, de la que hay una gran posición en la cartera. Se trata de una empresa que tiene una franquicia líder en fibrosis quística, que vende productos por más de 10.000 millones de dólares al año, y que planea lanzar el año que viene un medicamento para el dolor sin opiáceos. En opinión del equipo, tendrá un impacto “importante” sobre el mercado.
No es el único medicamento a punto de llegar o que acaba de llegar al mercado. Lyons habla de que 2023 fue un año récord para aprobaciones de nuevos medicamentos en la FDA, el organismo estadounidense encargado de la aprobación de nuevos medicamentos. “Esta innovación están traduciéndose en beneficios reales para los pacientes y, como resultado, para la industria, gracias a los ingresos”.
Sin embargo, Lyons enfatiza en varios momentos a lo largo de la conversación que la innovación no se está limitando al desarrollo de nuevos tratamientos terapéuticos, también abarca al desarrollo de nuevos dispositivos médicos. Pone como ejemplo otra compañía presente en cartera, Boston Scientific, que ha desarrollado un tratamiento denominado ablación por campo pulsado para el tratamiento de la fibrilación auricular (funcionamiento anormal del corazón) que es más seguro que los tratamientos tradicionales y ha llevado a la compañía a experimentar un fuerte crecimiento en los ingresos y en los beneficios operativos.
El gestor matiza que no es solo que el sector salud esté innovando más, sino que se innova más rápido, por lo que los resultados están llegando antes a los pacientes. “En los últimos cinco años, el número de nuevos fármacos aprobados se ha duplicado. La industria cuenta hoy con más herramientas a su disposición y, además, tenemos una mejor comprensión de qué es lo que debemos atacar”, explica Lyons. Entre dichas herramientas cita, por ejemplo, la terapia génica, las terapias basadas en células para el cáncer (conocidas como CAR-T), o las vacunas basadas en ARN mensajero.
El gestor tiene una buena historia con relación a este último, ya que en 2018 viajó a Alemania para visitar a la farmacéutica BioNTech, que estaba desarrollando terapias basadas en ARNm y, en aquel momento, presentaba la mitad de valoración que Moderna. “Después de visitar ambas empresas y pensar en el potencial de esta nueva tecnología, decidimos invertir en BioNTech, ya que la oferta era buena. Avanzando dos años, no sabíamos que habría una pandemia, pero sí sabíamos que BioNTech tenía una colaboración con Pfizer en el área de enfermedades infecciosas. Y eso es lo que llevó a la vacuna de ARNm para el COVID, que ambas empresas desarrollaron increíblemente rápido, en menos de un año, algo que normalmente toma 10 años. Esto fue posible gracias a los avances en la tecnología, que remontan a muchos grupos académicos, los héroes no reconocidos que sentaron las bases”, cuenta Lyons.
El gestor destaca asimismo la reducción de costes como efecto de la innovación: “Es importante invertir en empresas que mejoren la productividad y la eficiencia porque, con el envejecimiento de la población mundial, la demanda de terapias y procedimientos va en aumento. Para que el sistema pueda costear los avances médicos, necesitamos que sea eficiente y productivo”. Pone como ejemplo a otra de las participadas en cartera, UnitedHealthcare. Esta compañía estadounidense de seguros de salud tiene un grupo llamado Optum que analiza resultados médicos usando una gran base de datos. Esto les permite entender cómo brindar la mejor atención y qué terapias son más beneficiosas, haciendo el sistema más productivo.
Un buen punto de entrada
A pesar del entusiasmo por la innovación y el enfoque en el stock picking fundamental, el gestor reconoce que el sector de la atención sanitaria ha presentado un rendimiento inferior a la media del mercado en el último año y medio, algo que atribuye al mayor entusiasmo en torno a valores vinculados a la tecnología y la inteligencia artificial en detrimento de otros sectores.
Como resultado, las empresas del sector están cotizando por debajo de los promedios históricos según una variedad de ratios, incluyendo la ratio de precio beneficio para las empresas rentables, la ratio precio-ganancias de las empresas biotecnológicas o el valor de la empresa frente a las ventas, una métrica que puedes usar para empresas biotecnológicas no rentables. Sin embargo, Lyons prefiere ver el vaso medio lleno, pues afirma que “las valoraciones en el sector salud están en niveles atractivos” y, dados los niveles de innovación, considera que el momento actual “es un buen punto de partida” para iniciar una posición en el sector.
El gestor destaca una limitada disrupción para el sector como resultado del desenlace de las próximas elecciones presidenciales en EE.UU. De hecho, considera que el resultado final no será tan relevante dado que la mayor parte de pronósticos apuntan a un gobierno dividido que tendrá dificultades para aprobar reformas de gran calado. Dicho esto, Lyons señala que este ciclo electoral tiene una característica única: ambos candidatos ya han estado en la Casa Blanca, por lo que tienen un historial de actuación en el área sanitaria. “Independientemente del resultado, sabemos que habrá un entorno de status quo para la sanidad”, resume.
Por otro lado, el gestor reconoce que en el sector salud se ha producido también una concentración del interés de los inversores en torno a unos pocos nombres ligados al tratamiento de la obesidad, concretamente Eli Lilly y Novo Nordisk, que también son posiciones importantes dentro de la estrategia. En este caso, justifica el interés y de hecho se declara “muy alcista” en esta temática, cuyo valor de mercado está creciendo a una tasa anual del 50%: “Es muy raro en atención sanitaria encontrar una categoría que, de manera realista, podría valer más de 150 mil millones de dólares con el tiempo”, concluye.