Metagestión SGIIC, gestora de fondos independiente, lanzó a finales de 2021 un servicio de gestión discrecional de carteras denominado GDC. Para impulsar este servicio entre los clientes, en 2023 la gestora incorporó a dos profesionales especializados, Juan Antonio Losana y Beatriz Corrochano. A partir de la estrategia de crecimiento puesta en marcha desde principios de año con el nuevo equipo encabezado por Luis Catalán de Ocón, director general, Metagestión SGIIC ha decidido impulsar el servicio GDC como uno de los pilares en la nueva estrategia de crecimiento.
Porque se trata de “una gestión de muy alto nivel, profesional e individualizada, que se lleva a cabo a través de una metodología propia, y con una toma de decisiones basada en combinar la exposición al riesgo del cliente con su horizonte temporal, así como sus objetivos particulares en cuanto a rentabilidad en el largo plazo. Teniendo en cuenta en todo momento, el entorno económico y de mercados”, ha asegurado Luis Catalán de Ocón, director general y CIO de Metagestión SGIIC.
La gestora asegura que, dados los recursos que ha dedicado a impulsar este servicio, y el nivel de calidad en su prestación, por ser clave en su nueva estrategia de crecimiento, los primeros resultados están confirmando el acierto de este enfoque integral y a medida. Así, la cartera con mayor número de clientes, aquellos que se encuadran en el perfil más equilibrado, ha alcanzado a cierre del tercer trimestre una rentabilidad YTD del 8,87%, y a doce meses del 14,53%. En la actualidad, el servicio gestión discrecional de carteras (GDC) de Metagestión SGIIC alcanza un volumen de 35 millones de euros.
Luis Catalán de Ocón, director general y CIO de Metagestión SGIIC, ha señalado que “nuestro servicio de gestión patrimonial amplía la gama de soluciones de inversión para nuestros clientes, y complementa la oferta de valor actual en fondos de inversión y planes de pensiones”.
El servicio está diseñado para patrimonios superiores a 100.000 euros, tanto de inversores que ya son partícipes en los fondos de la gestora, como de nuevos inversores sin ninguna relación con la firma. A futuro, la firma prevé incorporar inversores con menor patrimonio a este servicio, a través de fondos perfilados. Además, abarca cualquier activo financiero en poder del cliente (bonos, acciones, fondos, liquidez, ETF, derivados…) El gestor diseña una cartera de inversión a medida de un objetivo de rentabilidad individualizado, teniendo en cuenta su exposición al riesgo, el entorno de mercados y económico, y el horizonte temporal.
Una vez comprendidas las necesidades y el perfil de riesgo del cliente comienza el proceso de inversión. En este momento, los gestores diseñan el asset allocation, estableciendo una distribución de activos a partir de dos principios claves. En primer lugar, la diversificación estructural, con el objetivo de crear una cartera que esté protegida de grandes caídas en cualquier momento del ciclo económico. En segundo lugar, la diversificación táctica, gracias a la cual los gestores se apoyan en la visión de la gestora y su propio expertise para ir adaptando la cartera a las diferentes situaciones del mercado e ir aprovechando de las oportunidades que el equipo vaya identificando.
La composición de las carteras puede abarcar una amplia gama de activos, como renta variable, renta fija, materias primas, metales preciosos e inversiones alternativas; instrumentados mediante fondos de inversión, ETFs, ETCs, emisiones de deuda, y cualquier otro vehículo que contribuya a optimizar la inversión. El gestor busca que estos activos respondan de manera distinta ante los mismos escenarios de mercado. Esto permite que, incluso en periodos de alta volatilidad, algunos activos puedan mitigar el impacto de posibles caídas más pronunciadas por parte de otros. De este modo, “las carteras aportan resultados más sólidos y robustos, porque están diseñadas para navegar eficazmente en los diferentes escenarios económicos”, concluye Luis Catalán de Ocón, CIO de Metagestión SGIIC.