La visión de Oddo AM es muy positiva este año para la renta variable del mundo desarrollado, según explicó Armel Coville, gestor senior, en un evento recientemente en Madrid. Para 2015, en la gestora favorecen la inversión en bolsa europea, pero también estadounidense y japonesa, son más neutrales con la británica y negativos con la emergente.
La gestora tiene unos 80 millones bajo gestión en España y Portugal (de los 15.000 totales, con la mayoría en Suiza e Italia). Cuando aumente ese volumen podría abrir oficina en España, algo que podría llegar este mismo año según Patrice Dussol, director de ventas para Europa y Latinoamérica. La gestora cuenta con 10 fondos registrados en España –de los 40 totales- y, de cara a 2015, Dussol destaca seis que podrían ser interesantes: dos de renta variable europea (Oddo Génération, que invierte en empresas de todas las capitalizaciones, en valores de calidad y con criterios ISR; y Oddo Immobilier, que invierte en REITs y que ahora juega sobre todo la historia de recuperación del sector residencial en Alemania, el sector de oficinas en Londres y el potencial de París, sin entrar aún en España); un fondo de renta fija (Oddo Bonds Target 2018, buy & hold pero con una gestión activa según van recibiendo flujos), con vencimiento en 2018, expuesto a valores BB y B, que paga un cupón anual y tiene un objetivo de retorno del 5%; un fondo de convertibles (Oddo Convertibles Taux), un activo que puede hacerlo bien por su atractiva valoración, por la correlación con la renta variable y porque en épocas de actividad en el mercado primario, como la actual, el rendimiento suele ser bueno; y dos fondos diversificados y con baja volatilidad (Oddo ProActif Europe y Oddo Optimal Income).
Europa: razones para el optimismo
Entre los argumentos para el optimismo en Europa, Coville destaca el efecto positivo de los bajos precios del petróleo pero, sobre todo, la correlación que ven entre el euro y los beneficios empresariales. “Calculamos que una depreciación del euro del 10% equivale a un impacto positivo del 5% para los beneficios de las compañías europeas”, afirma Coville, dado que éstas no solo mejoran su competitividad sino también sus márgenes. Por el contrario, esta situación y la mayor fortaleza del dólar suponen un impacto negativo para las compañías estadounidenses. En Europa, uno de los mayores beneficiarios de esta situación será Alemania, con valoraciones atractivas en su bolsa y el 56% de los ingresos de las compañías del DAX generados fuera del país (una historia muy similar a la que ve en Japón, con un yen débil que impulsará los beneficios de las compañías y unas valoraciones atractivas).
En su opinión, para conseguir que la inflación se acerque al 2%, el BCE tiene mucho trabajo por delante: tras drenar liquidez derivada del LTRO en 2014, ha optado por el QE. En opinión del experto, este año habrá que aplicar la expresión “don’t fight the Fed” a Europa: “Don’t fight the ECB (o no ir contra el BCE) será una máxima poderosa este año porque tiene capacidad para comprar 1,5 veces las emisiones de deuda alemana en todo el año y, como consecuencia, los tipos de interés caerán”, afirma. De ahí que sea positivo con la deuda pública europea (frente a su neutralidad con EE.UU. y negativa en emergentes), aunque considera que no todos los países verán estos movimientos, y cita a Grecia y Portugal. “Tras el rally de 2014, aún hay rentabilidad a lograr este año, pero no demasiada”, dice, y recuerda que algunos bonos, como el suizo a 10 años, están en territorio negativo. Por eso en deuda es más positivo en high yield, y especialmente europea frente a la estadounidense, y sobre todo en la calidad B, “más interesante que la deuda emergente”, dice. “Los diferenciales entre la calidad BB y la B, tradicionalmente del 2%, se han incrementado. Es una historia muy interesante a jugar en deuda europea este año, más que la de la deuda con grado de inversión o la soberana, y sobre todo porque hay compañías que están menos endeudadas que en el pasado”, añade.
Pero el potencial es mayor en renta variable europea que en renta fija: “Las acciones no están tan baratas como en 2013 pero los PERs no son comparables en un entorno con distintos tipos de interés: tras el BCE, el activo aún tiene potencial de revalorización, más que los bonos”, dice, razón por la que favorece la renta variable europea frente a la renta fija y además frente a la bolsa estadounidense. Además, los flujos de los inversores estadounidenses, de vuelta a Europa, también apoyan al activo.
En Europa, en la gestora han cambiado su exposición desde sectores defensivos, que funcionaron muy bien en 2014, a los más cíclicos, con mejores precios: “Es el momento de reenfocarnos en valores cíclicos”, apunta el experto. También son positivos con el real estate, donde tienen fuerte convicción en su fondo de fondos, debido a las atractivas rentabilidades (cercanas al 4%) que ofrece el sector, y con las exportadoras como L’Oreal o LVMH. Y con bancos que han mejorado su capital y donde ven buenos precios, como Santander en España tras la ampliación de capital u otros nombres en España e Italia. Coville también considera que el sector de small y midcaps será uno de los que liderarán el rebote. “Los beneficios serán los que soporten la rentabilidad”, dice.
Eso sí, habrá riesgos derivados de la política: tras lo ocurrido en Grecia, será muy importante asegurarse de que no hay contagio en otros países del sur del continente como España o Italia”, dice, así como vigilar las consencuencias de las elecciones en Reino Unido y la posibilidad de un referéndum sobre su permanencia en la Unión Europea, algo que supondría “malas noticias para las inversiones”.
En EE.UU., neutralizando el efecto sectorial de los índices, también ven oportunidades. En parte porque los bajos precios del petróleo benefician más a la bolsa estadounidense: hasta un 20% a largo plazo, frente a la revalorización del 10% que pueden generar en Europa. “Los analistas no han tenido totalmente en cuenta este factor”, asegura. En renta fija es más cauto: el consenso ya no considera que haya subida de tipos este año.. hay más división de opiniones y podría haber más volatilidad en el mercado de bonos este año.
Fuera de emergentes
La visión de Oddo AM es negativa con el mundo emergente, a pesar de las valoraciones, debido a la desaceleración económica que vivirán los mercados este año y también teniendo en cuenta el potencial sufrimiento de sus divisas frente al dólar, sobre todo en países como Turquía, Brasil o Rusia. “Eso tendrá consecuencias en las reservas de divisas de los países y los balances comerciales. Por eso salimos de estos mercados hace dos meses, tanto en renta variable como en deuda en nuestros fondos flexibles”, explica. “Quizá en algún momento del año volveremos pero no por ahora: vemos más potencial en los mercados desarrollados”.