Dado que Estados Unidos y otros países de América del Norte y del Sur han reducido su ciclo de liquidación de operaciones bursátiles, los países europeos (UE, Reino Unido y Suiza) se ven presionados para seguir su ejemplo. El paso parece inevitable dada la fuerte implicación de los legisladores de la Unión Europea.
Los factores que impulsan un ciclo de liquidación T+1 han sido ampliamente debatidos en el sector: reducción del riesgo de mercado y de contrapartida, requisitos de garantías en las contrapartes centrales y oportunidades para aprovechar las ventajas de la automatización, aunque la magnitud de estos beneficios sigue siendo incierta, ya que, hasta la fecha, no existe una estimación clara. Se considera que acortar la duración entre la ejecución de la operación y la liquidación permitirá un uso más eficiente del capital. El porcentaje de fallos de liquidación también debería disminuir, pero esto puede ocurrir en una segunda fase, y el porcentaje de operaciones fallidas en la UE es baja y está sujeta a las disposiciones de CSDR.
Un punto clave a tener en cuenta es que los responsables políticos ven el T+1 como un catalizador para una mayor armonización en Europa, contando con él para impulsar la competitividad internacional de una economía que se beneficiaría de una Unión de Mercados de Capitales reforzada.
Desde la perspectiva de los participantes en el mercado, acortar el ciclo de liquidación no era una prioridad. El paso de T+3 a T+2 fue relativamente reciente (2017), y los participantes son conscientes de que el paso a T+1 planteará algunas cuestiones complejas. De hecho, la diferencia clave con T+2 es que elimina el colchón de un día entre la ejecución de la operación y la liquidación, que generalmente se utilizaba para corregir los desajustes en la liquidación, garantizar la financiación a tiempo, evitar fallos en la liquidación y, por tanto, aumentará los retos operativos en el lado de la compra y de la venta.
La mayoría de estas cuestiones salieron a la luz durante el proceso de consulta llevado a cabo por la ESMA a principios de este año.
Además, es importante mencionar que el funcionamiento de la cadena de post-contratación es un tema muy técnico, y que el panorama de la post-contratación en la UE es muy diverso y fragmentado y no puede compararse con el de Estados Unidos.
A pesar de los legítimos obstáculos y problemas señalados, se espera que los mercados europeos reduzcan el ciclo de liquidación. Los expertos coinciden en que el paso a T+1 no es una cuestión de «si», sino de «cuándo», puesto que el balón ya ha empezado a rodar.
El «¿cómo?» también debe considerarse cuidadosamente puesto que, desde una perspectiva general, el éxito de la migración a T+1 en la UE implica no sólo la liquidación en T+1, sino también la continuidad eficaz de muchos otros servicios post-contratación, como la custodia de activos, las operaciones financieras y los servicios fiscales. Acortar el ciclo de liquidación en sí implica una serie de pasos relacionados, pero la mera liquidación (es decir, el intercambio de efectivo por valores) con tareas complejas como la confirmación de la asignación, garantizar la disponibilidad de efectivo y valores, la compensación y las operaciones financieras, sufrirán cambios importantes (reducción) en cuanto al tiempo que requieren. Esto puede repercutir en la estructura de los sistemas, los horarios laborales del equipo de operaciones y de otro tipo, e incluso requerir la reubicación de tareas.
Por todas estas razones, el paso a T+1 debe prepararse de forma adecuada y ordenada para no impactar negativamente en el ecosistema actual y tomar las lecciones pertinentes aprendidas del reciente paso en EE.UU. y Canadá y considerar las interdependencias con otros mercados europeos (como el Reino Unido y Suiza).
Es necesario un sólido proceso de coordinación en el que participen todas las partes implicadas.
Este proceso debería tener como objetivo explorar las diferentes vías de migración, antes de seleccionar la más adecuada, considerar medidas transitorias y permitir una clara comprensión de todos los retos vinculados a cada categoría de instrumentos financieros y para todos los actores. ¡Hay demasiado en juego para dar paso a un camino tortuoso!
Este proceso ya ha comenzado, impulsado por las autoridades y las asociaciones profesionales, y es evidente que CACEIS contribuye a él.
Los expertos del sector prevén el despliegue de T+1 en Europa hacia 2027 o 2028. La fecha exacta sigue sin estar clara, y algunas partes interesadas piden un periodo de adaptación más largo, dada la magnitud de los retos y la dificultad en los procedimientos del proceso normativo. Es comprensible que no todas las fechas sean apropiadas para una migración (fin de año, «temporada» de operaciones financieras, etc.). Para que el sector pueda implantar pronto el nuevo ciclo de liquidación, tendría que confirmarse una fecha a principios de 2025 como muy tarde.
CACEIS reconoce que el paso a T+1 supondrá una tensión adicional para toda la cadena de valor. Estamos plenamente comprometidos en apoyar las necesidades de nuestros clientes durante todo el proceso de migración a T+1 y haremos todo lo posible para garantizar que se beneficien de una transición fluida, un servicio ininterrumpido y una comunicación clara.
La observación del pasado reciente invita a la reflexión: CACEIS ha conseguido ayudar a sus clientes a evitar este tipo de problemas. La preparación anticipada, la comunicación clara con el cliente, las sesiones informativas y el apoyo posterior a la implantación nos han permitido realizar una transición de T+2 a T+1 sin problemas en América para nuestros clientes.
Desde la perspectiva de CACEIS, aprovechando nuestra experiencia como líder del mercado y nuestra sólida infraestructura tecnológica, este cambio podría ser una oportunidad para reforzar la propuesta de valor de nuestro paquete de servicios Execution-to-Custody, que permite a nuestros clientes centrarse más en su principal área de especialización -la creación de valor para sus inversores-, mientras que nuestros servicios ya probados en el sector se ocupan del back-end, incluyendo el matching automático de las operaciones en divisas para la liquidación de valores.
Columna de Eric Derobert, Deputy CEO de CACEIS Bank Spain