En los últimos años, los Family Offices han adquirido un rol más relevante en la gestión de inversiones que trascienden la preservación del patrimonio familiar. Se han convertido en actores clave en la promoción de la sostenibilidad, al integrar criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en sus estrategias de inversión. En Latinoamérica, esta tendencia ha ganado un impulso considerable, reflejando no sólo un interés por generar retornos financieros, sino también por contribuir al bienestar social y ambiental de la región.
Las inversiones ESG han ganado popularidad en todo el mundo, y Latinoamérica no ha sido la excepción. Estas inversiones consideran criterios no financieros que evalúan cómo una empresa gestiona los riesgos y oportunidades relacionados con el medio ambiente (E), las cuestiones sociales (S) y la gobernanza (G). Estos factores han demostrado ser esenciales no solo para mejorar la reputación de los Family Offices, sino también para mitigar riesgos a largo plazo y asegurar la sostenibilidad financiera de las empresas en las cuales invierten.
Conforme el Global Family Office Report 2024, publicado por la entidad financiera Suiza UBS, el cincuenta y siete por ciento de los Family Offices con una empresa operativa ya están teniendo en cuenta las consideraciones de sostenibilidad para sus empresas operativas o planean hacerlo en el futuro, con impacto directo en sus portafolios a la hora de tomar decisiones de inversión.
En este contexto, los Family Offices están jugando un papel crucial al destinar una porción significativa de su capital hacia inversiones con impacto positivo. A diferencia de los inversores institucionales que suelen seguir estrategias más rígidas, los Family Offices tienen la flexibilidad de priorizar la creación de valor a largo plazo, lo que los convierte en aliados ideales de las inversiones ESG.
¿Por qué invertir en ESG en Latinoamérica?
Latinoamérica enfrenta una serie de desafíos ambientales y sociales únicos que hacen que las inversiones ESG sean particularmente relevantes. La región es rica en biodiversidad y recursos naturales, pero también está expuesta a riesgos como el cambio climático, la deforestación y la desigualdad social. Esto crea una oportunidad significativa para que los Family Offices inviertan en soluciones sostenibles que no solo generen retornos económicos, sino que también ayuden a resolver algunos de los problemas más urgentes de la región.
En el caso de México el marco normativo en materia ambiental, se compone de varias leyes, reglamentos y normas que regulan la protección del medio ambiente, el uso de recursos naturales y la gestión de la contaminación, así mismo cuenta con instituciones que se encargan de vigilar el cumplimiento voluntario de dichas disposiciones jurídicas, como es la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente; una de las leyes que regula el marco normativo ambiental es la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA). La misma regula la evaluación del impacto ambiental, la protección de los recursos naturales y el control de la contaminación. La LGEEPA es la base del sistema de gestión ambiental en México y establece el marco para la formulación de políticas y programas ambientales. Leyes similares encontramos en varios países de la región como Chile y Colombia.
¿Cuáles son las inversiones que están causando mayor impacto en los portafolios de inversión de los Family Offices?
- Energías Renovables
Latinoamérica es líder en la producción de energía renovable, con países como Brasil, Chile y México apostando fuertemente por la energía solar, eólica e hidroeléctrica. Los Family Offices están cada vez más interesados en financiar proyectos de energía limpia que no sólo reduzcan las emisiones de carbono, sino que también ofrezcan retornos financieros atractivos.
Como ejemplo, en los últimos años, ha habido un aumento en el interés por las inversiones en energía renovable en Argentina. El gobierno ha implementado políticas para fomentar la inversión en energías limpias, como el programa RenovAr, que busca diversificar la matriz energética del país y reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Este tipo de iniciativas no solo ayudan a combatir el cambio climático, sino que también pueden generar empleos y fomentar el desarrollo económico.
- Agronegocios Sostenibles
Con vastas áreas de tierras agrícolas, la región tiene un potencial inmenso para el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles. Inversiones en tecnologías agrícolas avanzadas, como la agricultura de precisión y la agroforestería, están siendo apoyadas por Family Offices con el fin de aumentar la productividad sin comprometer los recursos naturales.
Si bien el potencial de crecimiento en agronegocios sostenibles en Latinoamérica es considerable, también existen desafíos. La inestabilidad política en algunos países, la falta de incentivos gubernamentales y la incertidumbre económica pueden dificultar la toma de decisiones en una inversión de estas características. Sin embargo, muchos Family Offices han identificado estos riesgos como una oportunidad para fomentar cambios positivos y sostenibles en la región en agronegocios.
- Infraestructura Social y Gobernanza
La inversión en educación, salud e infraestructura social también ha sido un área de enfoque para los Family Offices que buscan promover un desarrollo inclusivo. Además, la mejora de la gobernanza empresarial en Latinoamérica es fundamental para reducir la corrupción y aumentar la transparencia, lo que a su vez mejora el clima de inversión.
Las inversiones ESG pueden promover una mejor gobernanza al exigir altos estándares de transparencia y responsabilidad en los Family Offices y sus inversiones. Esto puede incluir la adopción de prácticas de informes financieros claros y precisos, la implementación de políticas anticorrupción y la promoción de una cultura de ética y responsabilidad.
En este sentido, Colombia, Brasil, Chile, Uruguay, México, Argentina, entre otros países de la región, han avanzado en la implementación de normas de gobernanza corporativa, pero aún queda trabajo por hacer. Las iniciativas para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas son cruciales para crear un entorno empresarial más sólido y confiable.
A medida que la normativa ESG se fortalece en países de todo el mundo, Latinoamérica comienza a adoptar marcos regulatorios similares, lo que facilita aún más la inversión responsable. Además, el acceso a datos y métricas fiables sobre el impacto ESG está mejorando, lo que ayuda a los inversores a tomar decisiones más informadas.
Conclusión
El papel de los Family Offices en la promoción de las inversiones ESG en Latinoamérica está en pleno crecimiento. Al aprovechar su flexibilidad y enfoque a largo plazo, estas entidades están liderando el camino hacia un futuro más sostenible en la región. Las oportunidades para generar un impacto positivo, tanto financiero como social y ambiental, son enormes, y los Family Offices están bien posicionados para capitalizarlas.
A pesar del creciente interés en inversiones de ESG por los Family Offices, Latinoamérica enfrenta varios desafíos en la implementación de estas prácticas. La falta de un marco regulatorio claro y la volatilidad económica pueden dificultar la adopción generalizada en este tipo de inversiones para las familias de alto patrimonio. Además, la falta de datos y métricas estandarizadas entre los países de la región puede complicar la evaluación del impacto efectivo ESG.
El apoyo gubernamental y la colaboración entre el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil son esenciales para superar estos desafíos. Las iniciativas para fomentar la educación y la formación en ESG también pueden contribuir al desarrollo de un mercado más maduro y sostenible en Latinoamérica.