Los inversores que buscan apostar por grandes tendencias tienen una nueva opción para ello dentro de la gama de fondos de Bankinter. Así, Bankinter Gestión de Activos ha rediseñado el actual fondo que invertía en megatendencias para adaptarlo a la demanda y para atender a las necesidades de selección dentro de un escenario en el que se han multiplicado las nuevas tendencias. Con ese fin, ha creado Bankinter Platea Megatendencias, heredero del fondo Bankinter Megatendencias, para reforzar este nicho de demanda y enmarcarlo en la gama Platea de fondos perfilados.
Con este fondo, Bankinter Gestíon de Activos busca ofrecer a los clientes la posibilidad de concentrar en un único fondo sus posiciones en temáticos, así como ayudarles a simplificar su cartera ante la gran cantidad de alternativas de inversión en esta categoría, lo que hace muy difícil al inversor identificar, seguir o seleccionar los subyacentes finales.
El nuevo Platea pasa a ser un fondo puro de renta variable, ya que la política de inversiones vira hacia el incremento del peso en renta variable, que pasa del 60% a más del 80%. De este modo, se adecúa a las preferencias de inversores con mayor apetencia por el riesgo en los mercados y también con mayor patrimonio.
Para estos inversores de mayor volumen, Bankinter Platea Megatendencias ha creado una clase A de este fondo, para inversiones de más de 50.000 euros, y una clase B, para las superiores a los 200.000 euros. Con ellas, seguirán conviviendo las existentes clases C (para mandatos) y R, más asequible, para inversiones a partir de 10 euros.
En cuanto a la cartera de inversiones, este fondo de fondos global invierte en otros fondos de inversión y en ETFs o fondos cotizados que están ligados a grandes temáticas, como la tecnología, el cambio climático, la demografía y el cambio social, entre otros. La diferencia frente al fondo anterior se centra en que las posiciones en los activos de los fondos en los que invierten (subyacentes) serán más concentradas.
Asimismo, sigue teniendo un horizonte temporal recomendado de tres a cinco años, además de ser de gestión activa, a la vez que flexible tanto en lo que se refiere a tendencias como a exposición decidida en los activos en los que invierte. Tampoco tiene restricciones de inversión por sectores, por regiones o por divisas.