De cara a los últimos meses del año, en Finaccess ven luces y sombras en los mercados que van a condicionar la política de inversión aplicada en las carteras de inversión. De esta manera, Alfonso de Gregorio, co director de Inversiones, apunta a unas presiones inflacionistas a la baja que han permitido que el foco de preocupación de bancos centrales como la Fed pase a estar en el empleo.
Asimismo, cita a unos datos estadounidenses que, por ahora, se encaminan hacia un aterrizaje suave de la economía americana. «No habrá recesión», asegura De Gregorio, que recuerda que el sector servicios en Estados Unidos -que tiene un peso del 70% en la economía americana- sigue mejorando.
Por otra parte, es patente un viraje en la política de tipos, en un momento en el que los bancos centrales cuentan con unos balances más saneados, por lo que puede ser usado como herramienta de política monetaria en el futuro, en caso de que sea necesario.
Habrá bajada de tipos, aunque el BCE tiene más razones para abaratar el precio del dinero: De Gregorio augura dos bajadas de tipos en lo que queda de año; la primera de ellas ahora en septiembre. En Estados Unidos, el experto descarta que se produzcan las fuertes bajadas de tipos que descuenta el mercado, ya que supondría la entrada en recesión que no adelantan los datos económicos.
Esta relajación en la política monetaria europea debería mantener el pulso de la economía.
Unos intereses más bajos, según el experto, tendrán un impacto positivo en la valoración de las empresas y menores costes financieros. Además, los resultados empresariales siguen siendo «razonablemente sólidos» y muchas empresas ha confirmado o mejorado guías para el conjunto del año.
Soporte en renta variable y renta fija
Respecto a la valoración de las bolsas, De Gregorio opina que la de la bolsa americana «está alta» pero que a medida que la temática de la inteligencia artificial se modere, los múltiplos tenderán a relajarse. Además, la bajada en la rentabilidad de los bonos a 10 años provocará una mejora en los modelos de valoración de los analistas.
Como punto positivo adicional, está la elevada liquidez en el mercado, que dará soporte tanto al mercado de renta variable como al de renta fija. Con la bajada de los tipos de interés, «habrá flujo de monetarios a activos de riesgo», apunta, aunque matiza que aún quedan unos meses para que los inversores se aprovechen de los efectos de los tipos altos en los activos más conservadores.
Las sombras del mercado
Pero los próximos meses también presentan aspectos menos favorables de cara a la inversión. De Gregorio menciona a las dudas sobre la macroeconomía de Alemania, con un crecimiento anémico que responde al agotamiento de su modelo. Además, China, a pesar de las medidas tomadas por el Gobierno, la economía no acaba de arrancar. Seguirá la incertidumbre respecto al gigante asiático, debido al cambio de modelo en marcha -que implica una reducción del sector inmobiliario- y una mayor «intervención» estatal que está «espantando» la inversión extranjera.
Por otro lado, se observa debilidad en los resultados en sectores muy concretos, como el lujo -debido a la situación económica en china- y el automóvil.
Sin olvidar que todo apunta a que las elecciones presidenciales en Estados Unidos provocarán un incremento de la volatilidad, a medida que se acerque la fecha de los comicios. En Francia, por su parte, los problemas económicos estructurales y la inestabilidad política no resultan un aliciente para los mercados.
En el plano empresarial, las expectativas de resultados en el sector sector tecnológico son muy elevadas, mientras que en el ámbito gubernamental, no hay señales que apunten a que los gobiernos estén decididos a reducir los elevados déficits y niveles de deuda en muchos países desarrollado.
Política de inversión
En renta fija, David Ardura, co director de inversiones, desgrana como estrategia óptima la combinación de posiciones en renta fija corporativa a corto plazo con la deuda soberana a largo plazo, «toda vez que el cambio de sesgo de la política monetaria apoya las estrategias de duración».
Ardura explica que el elevado carry que presentan los bonos corporativos con rating BBB «nos permite contar con una buena rentabilidad sin asumir riesgos de duración en crédito», mientras que las bajadas de los tipos de interés «se pueden capitalizar a través de posiciones en la parte larga de las curvas soberanas». El experto desvela que ahora están «más en duraciones de tres años en bonos corporativos».
Respecto a la renta variable, Lola Jaquotot, gestora de Renta Variable, se inclina por empresas que han perdido el favor del mercado y/o están olvidadas, como el sector energético, eléctricas/renovables o concesionarias. Asimismo, pone el foco en las compañías con elevada retribución al accionista, bien sea a través de dividendos como por planes de recompra de acciones.
Sus ideas más relevantes de inversión incluyen a la holandesa ASML, en la que «trasla caída reciente, aumentaríamos posiciones»; la danesa Lundberck, que tendrá demanda de sus productos por la actual preocupación por la salud mental; la sueca Essity, que se beneficiará por el envejecimiento de la población y que actualmente «dispone de una holgada situación financiera que le premitirá crecder y mejorar su rentabilidad»; la inmobiliaria belga Aedifica, especializada en alquiler para uso de atención médica y residencias para la tercera edad y la española Cellnex, muy correlacionada con el bono a 10 años estadounidense y que se encuentra en pleno cambio de estrategia con la venta de activos no estratégicos.