El último dato sobre el mercado laboral estadounidense muestra que éste está volviendo rápidamente al equilibrio, reavivando el debate sobre si se está logrando un “aterrizaje suave” o si es el “preludio” de una recesión y, a la vez, alimentando las especulaciones sobre un posible recorte de 50 puntos básicos por parte de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) la semana que viene. Sobre ambas discusiones se han pronunciado los expertos de las gestoras internacionales, quienes se alejan de la idea de una recesión y ponen el foco en una Fed que cumplirá la palabra de Powell en Jackson Hole.
Según explican desde PIMCO, el crecimiento de las nóminas en agosto repuntó, pero el cambio fue más modesto de lo esperado y las revisiones de los dos meses anteriores redujeron las ganancias de empleo en 89.000 puestos. “Al incorporar los datos de agosto, las revisiones redujeron la media móvil de 3 meses de aumento de las nóminas a 116.000, frente a 170.000 del mes anterior. La tasa de desempleo, por su parte, bajó 0,1 puntos porcentuales en términos redondeados, lo que contribuyó a invertir la subida del mes anterior, mientras que la inflación salarial (ganancia media por hora) se desaceleró un 0,4% intermensual, con lo que la tasa interanual volvió a subir al 3,8%, frente al 3,6% del mes anterior”, indica Tiffany Wilding, economista en PIMCO.
Felipe Villarroel, gestor de TwentyFour AM (Boutique de Vontobel), reconoce que es difícil recordar un dato sobre el mercado laboral estadounidense que se haya esperado con más expectación que el que se publicó el viernes. “Para los alcistas, lo primero y más importante fue la tasa de desempleo, que se situó en el 4,2%, en línea con las expectativas, y confirmó que el repunte del mes anterior, hasta el 4,3%, no era el comienzo de un aumento galopante del desempleo, al menos por ahora. La tasa de actividad también se mantuvo en el 62,7%. La creación de empleo en el sector manufacturero fue débil, lo que no es sorprendente si se tiene en cuenta las dificultades que atraviesa este sector, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo”, apunta.
“Están apareciendo signos de debilidad, pero creemos que las preocupaciones por la debilidad del crecimiento del empleo se ven contrarrestadas por el hecho de que los despidos se mantienen cerca de mínimos históricos. En agosto, el 26,8% de las personas desempleadas en julio pudieron encontrar un trabajo; los despidos, si bien son inferiores al máximo del 30% de hace dos años, siguen siendo aproximadamente un punto porcentual superiores a la media anterior a la pandemia. Por otra parte, las solicitudes iniciales del seguro de desempleo siguen siendo inferiores a las de 2023 y muy por debajo de la norma histórica. La tasa de reempleo y la medida en que las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo se conviertan en continuas serán más importantes de vigilar en los próximos meses que las simples cifras de creación de empleo”, resume y explica Paolo Zanghieri, economista senior de Generali AM, parte de Generali Investments, sobre estos datos.
Según advierte Jakob Westh Christensen, analista de mercados de eToro, aunque no hay duda de que el mercado laboral se ha debilitado en los últimos meses, algunos catalizadores alcistas a largo plazo siguen vigentes. En este sentido, señala: “Con el informe de empleo, el riesgo de recesión de la economía no ha aumentado, lo que respalda un sólido crecimiento de ganancias del S&P 500 para el resto del año. La inflación está en camino de disminuir, con la Fed a punto de realizar el primero de muchos recortes de tipos de este ciclo. Con lo que parece una economía que sigue avanzando por ahora, los inversores aún tienen la esperanza de que la Reserva Federal pueda orquestar un aterrizaje suave de la economía, evitando una recesión mientras reduce la inflación. Este informe de empleo y los recientes datos de inflación deberían permitir a la Fed una vía libre para reducir tipos en 25 puntos básicos en la reunión de septiembre, siguiendo el rumbo establecido por el presidente Powell durante su discurso en Jackson Hole”.
Por último, Adam Farstrup, responsable de multiactivos de mercados americanos en Schroders, sigue sosteniendo que lo más probable es un escenario de aterrizaje suave. “En consonancia con esta opinión, mantenemos una posición positiva en renta variable y creemos que aprovechar la agresiva fijación de precios de los recortes de tipos puede ser una buena oportunidad táctica para reducir la duración. Como la mayoría de nuestras opiniones direccionales se basan en un escenario de aterrizaje suave, vemos valor en diversificar manteniendo posiciones en oro y en el dólar estadounidense”, argumenta.
Implicaciones para la Fed
¿En que se puede traducir este último dato? Para la mayoría de los expertos, no hay duda de que el mercado laboral se está enfriando y existe el riesgo de que la tendencia sea más difícil de frenar si la Fed no actúa con prontitud y recorta los tipos. De hecho, el propio presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que un mayor deterioro de los mercados laborales sería “inoportuno”.
“En nuestra opinión, el dato deja la puerta abierta a un recorte de 50 puntos básicos el 18 de septiembre, aunque el escenario más probable sigue siendo un movimiento de 25 puntos básicos. Y lo que es más importante para los inversores a medio plazo, las posibilidades de que se produzca una reversión brusca del reciente repunte de los tipos son menores. Hemos tenido la confirmación de que el mercado laboral no se desploma por un precipicio, pero al mismo tiempo la ralentización es suficientemente acusada”, afirma Villarroel.
Para el experto de TwentyFour AM, esta podría ser una semana de “razonable volatilidad”, ya que los mercados analizarán hasta la última coma las palabras de los responsables de la Reserva Federal en busca de una respuesta sobre la magnitud del recorte de tipos, aunque los inversores deben tener en cuenta que esta Fed que depende de los datos.
Según explica la economista en PIMCO, en general, el informe del viernes es muy coherente con una economía que se ralentiza, pero que no se hunde. “La ralentización del crecimiento de las nóminas tiene sentido en el contexto de una economía que está volviendo a la normalidad tras el singular conjunto de perturbaciones económicas de los últimos años, incluido el aumento de la inmigración. Los flujos migratorios han mantenido un fuerte crecimiento del empleo y de la oferta de mano de obra. Sin embargo, con unos flujos de inmigración más moderados este año, el impulso del mercado laboral se está enfriando”, concluye Wilding.