El continente asiático es el gran favorito a jugar dentro de los mercados emergentes este año. Según Alejandro Sarrate, socio fundador de MCH Investment Strategies, ofrece “un binomio de alto crecimiento y bajas valoraciones único en el mundo”, con la inflación controlada en la mayoría de los países. “El riesgo es mucho menor que el de finales de los 90 o en los últimos años”, aseguró en el marco de una reciente presentación en Madrid de una de las gestoras cuyos productos distribuye MCH en España: Mirae Asset Management. La entidad, que cuenta con 64.000 millones de dólares bajo gestión, está especializada en mercados emergentes y tiene presencia en 13 países –con oficinas en Hong Kong, China, India, Corea, Taiwán, Vietnam, Brasil y Colombia-, aterrizó en España el año pasado, de la mano de MCH. Sarrate destaca además que los inversores institucionales tienen un asignación media muy baja a la renta variable asiática y deberían empezar a incrementarla si no quieren perderse una historia de inversión “muy interesante”.
En segundo lugar, el experto destaca que Mirae AM tiene una visión “diferente” de este mercado: porque no cree que el ruido existente en temas como el shadow banking o la desaceleración económica en China acaben generando fuertes problemas y además porque critica que los inversores se están posicionando con una perspectiva de hace diez años y no con la habría que tener de cara a la próxima década. “Asia está cambiando y camina hacia un modelo que se aleja de las materias primas y la exportación y se basa cada vez más en la demanda y el consumo interno. Mirae AM aprovecha la presencia local –algo clave- para beneficiarse de ese cambio, frente a unos índices que siguen anclados en el pasado”, asegura Sarrate.
Así, frente a unos índices donde mercados como China, Taiwán o Corea pesan en torno a un 70%, la gestora toma exposición a esas nuevas historias en su fondo Mirae Asset Asia Sector Leader: en un 45% se expone a la historia de la demanda interna en China, en un 25% al cambio en la India y en otro 10%, al potencial demográfico que ofrecen otros países del sudeste asiático menos conocidos como Filipinas o Indonesia, frente a otros mercados más manidos como Tailandia o Singapur.
Rahul Chadha, responsable de inversiones y gestor del fondo –que en España se distribuye a través de su versión UCITS luxemburguesa y que ya cuenta con activos cercanos a 400 millones de dólares-, destaca que un error común de los gestores en el mundo emergente es “diversificar demasiado” y que la mejor forma de ganar dinero es centrarse en unas apuestas de convicción (en su caso, en compañías líderes, multinacionales locales que llegan a la mayor parte de la población –a diferencia de las multinacionales extranjeras-, con modelos de negocio fuertes y sostenibles, negocios de calidad y competitivos). De ahí que opte por una cartera concentrada, formada por entre 40 y 50 nombres, con la que ha logrado fuertes retornos en los últimos años, a pesar de la difícil situación que han vivido estos mercados.
El gestor, que ve un entorno favorable a las acciones y no ve una drástica reducción de la liquidez (el BCE y el Banco de Japón seguirán dando soporte y en EE.UU., aunque empiecen las subidas de tipos, no serán agresivas puesto que la fortaleza del dólar ya es una forma de tightening), considera que el entorno de caídas en los precios de las materias primas seguirá beneficiando a economías como China e India, pues la transferencia de riqueza irá desde sus productores (algunos países de Latinoamérica, por ejemplo) hacia los importadores. Además, se ve seducido por la historia demográfica en muchas partes de Asia. De ahí que un 80% de su cartera está en China, India, Indonesia y Filipinas.
La nueva China frente a la vieja
El gestor es especialmente positivo en China, donde hay problemas que atañen a la “vieja China”, pero también hay una “nueva China”, muy robusta, representada por el sector privado y el fuerte potencial de sectores como el de salud, turismo, seguros o Internet. “Necesitaremos tres o cuatro años para asegurarnos de que la parte mala no influencia a la buena”, dice, pero su visión en el país es muy positiva, teniendo en cuenta las reformas para acabar con el problema de exceso de capacidad y considerando también que el peso de China en los índices bursátiles globales crecerá en los próximos años, gracias a historias como la de Alibaba o al desarrollo de Hong Kong Shangai Connect. “Habrá una tendencia natural de los inversores a invertir más en China”, afirma, razón por la que tiene un peso en el país de en torno al 43% del fondo y por la que sería su mercado favorito para un horizontes de seis a nueve meses.
Menos positivo es con países como Corea o Taiwán, con peores demografías e historias de consumo y con una realidad sobre la mesa: “las compañías chinas han erosionado la competitividad de esos países a lo largo del tiempo”; de ahí su infraponderación.
La segunda gran historia de su cartera está en India, donde ve una política monetaria más favorable, un fuerte crecimiento económico y un cambio de actitud en el Gobierno, así como realidades como la inclusión financiera de gran parte de la población. En el país se decanta por sectores como el financiero, el automovilístico o las farmacéuticas. En el sudeste asiático señala a Indonesia (también con valores como las financieras, aunque el fondo está infraponderado en el sector) y Filipinas.
Por sectores sobrepondera tecnologías de la información, consumo discrecional o salud, e infrapondera financieras y materiales, un sector ligado a las materias primas donde cree que “habrá más dolor antes de que la situación empiece a mejorar”.
¿Riesgo con la subida de tipos en EE.UU.?
Sobre los potenciales efectos negativos de una subida de tipos en EE.UU., considera que “no habrá tanta volatilidad en las divisas, por la actual situación de los tipos de interés, y también porque los fundamentales de estos países han mejorado en los últimos dos años. No esperamos un impacto significativo”, afirma.