La gestión de las necesidades tecnológicas sigue siendo uno de los mayores retos para los asesores, según el último Cerulli Edge-The Americas Asset and Wealth Management Edition.
De acuerdo con la investigación, los desafíos más frecuentemente identificados para el uso de la tecnología incluyen restricciones de cumplimiento que limitan la funcionalidad o imponen otras limitaciones a la capacidad de los asesores para utilizar la tecnología (73%), seguido por la falta de integración entre las herramientas / aplicaciones (71%), y la falta de tiempo para aprender e implementar (70%).
Desde la pandemia del COVID-19, los asesores han aumentado considerablemente el uso de la tecnología. Mientras que la adopción ha demostrado ser una bendición para las prácticas que han incorporado este tipo de herramientas, la industria todavía tiene un largo camino por recorrer, consigna el informe.
Además, existe una oportunidad para que la oficina central y las empresas de tecnología financiera refuercen la formación y el apoyo que ofrecen.
«Muchos de los retos que los asesores identifican en el uso de la tecnología son retos que pueden superarse mediante esfuerzos de intercambio de conocimientos para educar e informar a los asesores sobre el poder potencial de aprovechar más eficazmente las herramientas tecnológicas que ya tienen a su disposición», afirma Michael Rose, director.
Sin embargo, según el estudio, sólo la mitad de los asesores están satisfechos con la formación y el apoyo que reciben. Los asesores con más estructura, que pueden aprovechar mejor la tecnología más especializada y ofrecer más servicios integrales a sus clientes, representan uno de los segmentos de mercado más importantes para los proveedores de software, los agentes de bolsa y los custodios, que son los principales proveedores de tecnología para estos asesores.
«Dada la gran importancia que los asesores conceden a la tecnología que tienen a su disposición, es fundamental que los brokers/dealers, los custodios, los proveedores de gestión de activos llave en mano y otras empresas que proporcionan plataformas tecnológicas a los asesores obtengan información suficiente y continua para garantizar que la pila tecnológica que ofrecen se mantiene alineada con las necesidades cambiantes de las prácticas a las que sirven», concluye Rose.