Barcelona, que ocupa el puesto 15, y Madrid, que se sitúa en el 21, son las primeras ciudades de España en aparecer en el ranking “The Safe Cities Index 2015” que ha publicado The Economist Intelligence Unit, tras analizar más de 40 factores cualitativos y cuantitativos de 50 ciudades del mundo.
Todas las urbes de Europa quedan en la mitad superior de la tabla: Estocolmo es la mejor puntuada, en el número 4 del ranking, seguida de Ámsterdam, en el 5, y Zúrich, en séptimo lugar. Londres, en el 18, Fráncfort en el 20, Bruselas (22), París (23), Milán (26), Roma (27), Estambul (41) y Moscú (43) completan la lista europea.
Tokio -la ciudad más grande del mundo- es la más segura, destacando especialmente en seguridad digital, con tres puntos más que Singapur que aparece en segunda posición. Mientras, en la mitad inferior aparecen las principales ciudades de las economías BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudafrica: São Paulo (40), Moscú (43), Delhi (42), Pekín (37) y Johannesburgo (47). La última casilla la ocupa Jakarta (50), puesto del que solo consigue subir 5 puestos en la categoría de seguridad sanitaria.
El 80% de la población de América Latina y Caribe se concentra en ciudades, mientras que en Norteamérica la cifra sube hasta el 82%, en Europa baja hasta el 73%, en Oceanía se sitúa en el 71% y Asia y África registran los menores porcentajes con un 48% y 41%, respectivamente. En ciertas de estas ciudades, la búsqueda de seguridad ha hecho que estén floreciendo las urbanizaciones cerradas, como en el caso de Santiago donde en los últimos años se han multiplicado.
Seguridad ciudadana y ciberseguridad
Una de las conclusiones del estudio es que la riqueza y el desarrollo económico están estrechamente ligados a la seguridad ciudadana, como parece desprenderse del hecho de que las principales ciudades de los mercados más desarrollados se encuentran en la parte superior de la tabla mientras que las de los mercados emergentes se sitúan en la mitad inferior. Pero no siempre es así, sólo una ciudad de Oriente Medio, Abu Dhabi, consigue colarse en las top 25, ocupando justo esa posición.
Es curioso ver cómo la percepción que los propios habitantes tienen del grado de seguridad de su ciudad –incluido dentro del área de seguridad personal- generalmente no coincide con los datos que arroja el estudio, pudiendo ser más o menos optimista. Así, sólo Ciudad de México (45) y Zúrich (7) coinciden en ambos puntos, mientras que, por ejemplo, los habitantes de las ciudades de Estados Unidos situarían a éstas en un puesto peor del que su posición en la mitad superior de la tabla refleja.
Otro de los datos que arroja el estudio es que algunas ciudades obtienen muy buena puntuación en seguridad digital mientras que en seguridad personal sus resultados son mucho más pobres. Es el caso de San Francisco donde hay asentadas gran cantidad de empresas de tecnología. En general, las ciudades norteamericanas obtienen muy buenos resultados en las áreas de seguridad digital, muy por encima de las europeas.
La tecnología es crítica para garantizar la seguridad urbana. Las nuevas tecnologías se están utilizando para aplacar los delitos, controlar las infraestructuras o limitar la transmisión de enfermedades. La colaboración en seguridad es crítica en un entorno urbano y muchos expertos recomiendan trabajar juntos a autoridades, empresas y comunidad.
El estudio analiza las 50 ciudades –elegidas según criterio de representatividad regional y accesibilidad de datos- desde cuatro grandes perspectivas: seguridad digital, sanitaria, de infraestructuras y seguridad personal que, a su vez, engloban entre tres y ocho indicadores cada una.
Divide las ciudades en 4 tipos: megacities (de más de 10 millones de habitantes); grandes ciudades (entre 5 y 10 millones); ciudades de tamaño medio (de entre 1 y 5 millones) y pequeñas ciudades (aquellas con menos de un millón pero más de medio).