Las titulizaciones parecen “un complejo laberinto de ingeniería financiera”, pero realmente tienen unos fundamentos pegados a la realidad de la vida cotidiana y ofrecen ventajas al inversor en una cartera multiactivos.
¿Qué son los bonos titulizados?
Son obligaciones de deuda que obtienen sus pagos -tanto de capital como de intereses- de los flujos de caja contractuales de activos por cobrar. Por ejemplo, préstamos o arrendamientos que están respaldados por algo tangible -como automóviles, viviendas, vagones de tren, torres de telefonía móvil, etcétera-. Otros tipos de bonos titulizados, como las obligaciones de préstamos garantizados (CLO, por sus siglas en inglés), generan flujos de caja a partir de préstamos bancarios.
El mercado de titulización tiene la ventaja de ofrecer al emisor un coste de capital más bajo, ya que los tipos de financiación suelen ser más elevados que para la deuda no garantizada.
La primera titulización «moderna» se remonta a 1970, cuando la Government National Mortgage Association (GNMA) garantizó los primeros valores de transferencia sobre hipotecas. Desde entonces, el mercado de titulización se ha expandido significativamente, especialmente en la última década.
Desde 2012, el mercado ha crecido en tamaño y alcance, con instrumentos como ABS (Asset-Backed Securities), CLO (Collateralised Loan Obligations) y CMBS (Commercial Mortgage-Backed Securities) junto con alternativas de deuda corporativa y emergente. También se han extendido nuevos instrumentos como los SFR (Single Family Rental) y los CRT (Credit Risk Transfer), que en conjunto han superado los 100.000 millones de dólares de valor de mercado.
El crédito titulizado ofrece una amplia gama de garantías. Desde los préstamos al consumo y comerciales de los ABS hasta las garantías inmobiliarias de los CMBS. Además de la diversificación de las garantías, el mercado de titulización ofrece una amplia variedad de calificaciones, vencimientos, rendimientos y diferenciales de crédito, lo que contribuye a hacer que esta clase de activos resulte atractiva para inversores que buscan rendimiento y diversificación en una cartera multiactivos.
Cuatro ventajas del crédito titulizado
El crédito titulizado puede contribuir a reducir la correlación de una cartera multiactivos con sectores de renta fija más tradicionales, como el crédito a empresas, debido a su diversificación inherente en términos de calificación, vencimiento y cupón. Incluso dentro de los distintos segmentos del universo titulizado, las correlaciones son limitadas y ello contribuye decisivamente a la estabilidad de la cartera.
Además, a diferencia del crédito corporativo y la deuda de mercados emergentes -que pueden sufrir rebajas de calificaciones de los emisores e impagos- las calificaciones en el mercado titulizado tienden a mejorar con el tiempo. Esto se debe a que los pagos que se producen durante la vida de una transacción titulizada sirven para desapalancar tanto el bono como el préstamo subyacente. Por ejemplo, en una transacción de ABS de automóviles, los pagos mensuales del préstamo del coche amortizan inmediatamente el principal del bono, reforzando su crédito a lo largo del tiempo. En cambio, en el crédito corporativo o emergente, el principal permanece suspendido hasta el vencimiento.
Otra ventaja del crédito titulizado tiene que ver con su valor relativo: aunque el mercado titulizado es menos líquido que la deuda corporativa o de mercados emergentes, las calificaciones crediticias en el mercado de crédito titulizado muestran una tendencia de migración al alza debido a la mecánica de los pagos del principal que se producen a lo largo de la vida de una transacción y que sirven para reducir el apalancamiento, tanto del préstamo subyacente como del bono.
Por último, el conjunto de oportunidades del mercado titulizado abarca varios tipos de garantías en todo el espectro de calificaciones, desde los valores AAA hasta los no calificados. Esta diversidad ofrece a los inversores un amplio abanico de posibilidades en cuanto a calificación, vencimiento, diferencial de crédito y rendimiento. Esta exposición puede servir para reducir la correlación de la cartera frente a partes tradicionales de la renta fija como las empresas y la deuda de mercados emergentes.
Análisis realizado por Eric Souders, gestor de estrategia de retorno absoluto de Payden & Rygel.