¿Qué expectativas deberían manejar los inversores en renta fija para la segunda parte de 2024? “El proceso de desinflación en Europa está bien avanzado”, afirma Nathalie Coffre, responsable de soluciones de inversión a corto plazo de Amundi.
La experta matiza que, aunque la inflación de servicios se mantiene elevada (2,6% en mayo), el indicador europeo de salarios ha seguido emitiendo señales de moderación. En conjunto, anticipa que el crecimiento de la eurozona se mantendrá débil (0,8% de crecimiento medio anual del PIB real en 2024 y 1,2% en 2025), destacando la fortaleza del sector de servicios y, en contraposición, la debilidad de las dinámicas de crédito.
En cambio, constata que la economía estadounidense se está ralentizando (2,5% de crecimiento medio anual del PIB real en 2024 y del 1,7% en 2025), que se ha producido “un progreso modesto hacia el objetivo de inflación del 2%” y que se mantiene el proceso de reequilibrio en el mercado laboral. “Sin embargo, el crecimiento económico no se está deteriorando lo suficientemente rápido para garantizar un alivio rápido de la política monetaria”, advierte Coffre, que señala que las subidas de tipos de interés sobre el tejido económico y en particular sobre las pequeñas y medianas compañías, no se ha traducido en una revisión a la baja del crecimiento para 2025”.
Como resultado de este análisis macro, Coffre espera que la Fed baje los tipos de interés en dos ocasiones en lo que queda de 2024 y que la tasa oficial vuelva al 3,5% en 2025, mientras que espera cuatro bajadas de tipos de interés del BCE en 2024, volviendo la tasa oficial al 2,5% en 2025.
“Creemos que, en el entorno actual del mercado, caracterizado por una curva de tipos aún invertida y con los tipos a corto plazo (hasta un año) por encima del 3%, los fondos de bonos ultra-short term siguen ofreciendo un perfil apropiado de rentabilidad/riesgo mientras que la situación política sigue volátil en muchos países”, sentencia la experta. Coffre está al frente de la gestión del Amundi Enhanced Ultra-short Term Bond Funds, que mantiene una exposición limitada a la evolución de los tipos de interés. Aunque el equipo incrementó recientemente la duración modificada, se mantiene por debajo del 0,5%. “Esto permitirá que nuestras carteras se beneficien de los futuros recortes de tipos del BCE”, señala.
¿Se mantendrá el entorno ‘higher for longer’ todavía durante algún tiempo?
Esperamos que la Fed no tenga prisa por bajar tipos. A sus oficiales les preocupan los riesgos de bajar los tipos de interés demasiado pronto. Jerome Powell confirmó que no habrá recortes hasta que los oficiales hayan ganado “mayor confianza en que la inflación se está moviendo de forma sostenible hacia el 2%”. Las siguientes publicaciones del dato de inflación serán cruciales.
En cuanto al BCE, ha recortado los tipos de interés por primera vez en cinco años, ¡pero la paciencia sigue siendo el camino más apropiado! La inflación de la eurozona ha progresado considerablemente hacia su objetivo. Christine Lagarde consideró que la inflación de la eurozona está bajo control después de desacelerarse desde un máximo por encima del 10% en 2022 hasta el 2,5% en junio. Ahora es apropiado moderar el grado de política monetaria restrictiva.
¿Hay margen todavía para un error de política monetaria en Europa?
El BCE está recortando tipos para reducir el nivel de restricción de su política monetaria. Sin embargo, es probable que las condiciones restrictivas de financiación sigan pesando sobre la actividad económica en el corto plazo. Los signos de estrés son visibles en la actividad de crédito bancaria. Los bancos siguieron endureciendo sus condiciones para préstamos o líneas de crédito a empresas, aunque a un ritmo más lento. Esto ha contribuido, junto con una demanda débil, a la fuerte caída en el crecimiento de préstamos de las empresas.
Los impagos corporativos están en máximos desde la crisis global financiera. El riesgo de que el BCE vaya por detrás de la curva se ve amplificado si el escenario de recuperación de la actividad en la eurozona no se materializa. El BCE asume que el desempleo no aumentará y que el crecimiento repuntará en el segundo semestre. Este escenario de recuperación implicaba un compromiso limitado entre política restrictiva y crecimiento económico.
¿Tiene sentido mantener un posicionamiento de corta duración en estos momentos?
Las expectativas de una normalización de la política monetaria del BCE ahora son significativamente menos bajistas de lo que eran a finales de 2023. La curva de tipos se mantiene invertida, y las referencias de medio a largo plazo siguen bastante volátiles. En este contexto, pensamos que en los próximos meses los fondos Ultra-short term bond se mantendrán particularmente atractivos, dada su posición prudente en duración.
¿Cuáles son los principales riesgos que ve para su clase de activo actualmente?
El principal riesgo es un deterioro significativo del componente de crédito del mercado de bonos que lleve a un ensanchamiento masivo de los diferenciales. Por el momento, parecen ser un fuerte apoyo para la persistencia de los diferenciales de crédito en niveles ajustados, por una parte, la dinámica de los flujos guiada por un fuerte apetito por los activos de renta fija, y, por otra, un mercado primario que parece haber sido considerable desde principios de año, pero que corresponde en gran medida a la renovación de posiciones.
El Amundi Enhanced Ultra-short Term Bond Funds es un fondo de inversión de gestión activa fundamental con un enfoque dinámico de inversión que invierte en deuda de corta duración de gobiernos y crédito corporativo. El equipo gestor construye la cartera mediante la combinación de enfoques top down (“allocation step”) y bottom-up (“selection step”).
En el primer paso se evalúa la exposición a crédito y en la curva, apoyándose en los recursos que aportan los economistas y estrategas de Amundi, así como los diferentes comités de inversión que trabajan dentro de la firma, aunque también se puede considerar análisis de terceros. Coffre aclara que las posiciones no siguen ningún enfoque cuantitativo. “Como nuestro proceso se basa en la gestión activa, la duración modificada de los fondos (junto con el posicionamiento en la curva) y su asignación a crédito están gestionadas activamente en rangos predefinidos establecidos a partir de límites internos de riesgo”, añade. El fondo puede utilizar bonos y derivados para la construcción de la cartera, pudiendo ajustar instantáneamente la duración y el posicionamiento de la curva para adaptarse a cualquier cambio en el mercado.
En el segundo paso, el proceso de toma de decisión está respaldado por un equipo dedicado de analistas de crédito, sin dependencia de agencias de rating externas. Los gestores se basan en los puntos de vista fundamentales de este equipo sobre emisores y en sus recomendaciones sobre valor relativo para elaborar estrategias de inversión para las carteras.
La duración modificada actual del fondo es de 0,38 años y la duración modificada de crédito, de 1,63. La posición en cash supone el 15% del patrimonio invertido en MMF y reverse repo. La deuda financiera constituye el 50% de la cartera y la corporativa, un 35% (datos a 3 de julio).