¿Es Donald Trump inflacionario?, un grupo de 16 ganadores del premio nobel firmaron una carta señalando que la llegada de Trump traería mayores precios. «Muchos estadounidenses están preocupados por la inflación y existe, con razón, la duda de si Trump la reavivará por culpa de sus presupuestos fiscalmente irresponsables», dijeron en la misiva.
Entre los firmantes están George A. Akerlof, Sir Angus Deaton, Claudia Goldin, Sir Oliver Hart, Eric S. Maskin, Daniel L. McFadden, Paul R. Milgrom, Roger B. Myerson, Edmund S. Ph.
Algunos datos del primer mandato Trump
Donald Trump se convirtió en el presidente número 45 de Estados Unidos en enero de 2017, año en el que el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense avanzó 2,3%.
Para el segundo año de su mandato el PIB creció 3% y avanzó 2,2% en 2019, según datos de la Oficina de Análisis Económico, llevando a un promedio de 2,5% en su administración luego de la caída de 3,5% en 2020 a causa de la pandemia de coronavirus, el mayor desplome desde 1946.
Durante 2017 en su primer año completo de mandato el Índice de Precios al Consumidor estaba en 2,5% anual y llegó a un pico en junio y julio de 2018 de 2,9%, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
Ese mismo año de 2019 el índice se puso por debajo del rango objetivo de la Fed al alcanzar 1,5% por ciento en febrero), para luego repuntar como se señaló previamente.
La pandemia generó una tendencia a la baja de la inflación en 2020, llegando a en 0,1% en mayo y 0,3% en abril. Finalmente cerró con una variación anual de 1,4%, la tasa más baja en 5 años.
Oleada arancelaria y bajada de impuestos
Volviendo a la carta, los firmantes hacen referencia especialmente a un estudio del Peterson Institute, en dicho documento se explica que la oleada arancelaria y la bajada de impuestos que plantea Trump serían algunas de las claves para que Estados Unidos registre mayor inflación en una eventual presidencia del republicano.
«La eliminación del impuesto federal de la renta y su sustitución por ingresos de altos aranceles costaría puestos de trabajo, elevaría el déficit federal y llevaría a la recesión con un repunte inflacionario», señalaron.
Una de las claves consiste en el hecho de que los aumentos arancelarios llevarían a un fortalecimiento directo del dólar, algo que sería contraproducente, ya que la apreciación del dólar tras un aumento generalizado de los aranceles estadounidenses es necesaria para mantener el equilibrio en los mercados mundiales de bienes; el fenómeno provocaría un exceso de oferta de bienes extranjeros, y más inflación.
Para los expertos que firmaron la carta advirtiendo sobre los riesgos de más inflación con Donald Trump, el dominio mundial del dólar daría lugar a una situación contra intuitiva, una revalorización de la divisa no ayudaría a combatir la inflación por las importaciones.
El efecto es claro porque a diferencia la mayoría de los países que cuando experimentan una apreciación monetaria se benefician de un precio más bajo de las importaciones, Estados Unidos no disfruta de esa ventaja porque casi todas sus importaciones se facturan en su propia moneda.
Debido a lo anterior, el índice de precios de Estados Unidos no se beneficiaría de una caída brusca e inmediata de los precios asociados a las importaciones, resultante de la fortaleza del dólar, por lo que el impacto inflacionario de un gran aumento de los aranceles sería severo, especialmente debido a que Estados Unidos se encuentra actualmente en pleno empleo.
Otros enfoques y análisis
Sin embargo otros analistas son más optimistas y esperan que en caso de regresar a la Casa Blanca Trump no cumpla su promesa de un arancel universal del 10% a todos los países. No obstante, también advierten que un incremento arancelario medio del 2,5% actual al 4,3% tendría implicaciones claras sobre los precios.
También un proceso de recortes de impuestos con un enorme déficit presupuestario podría reactivar la inflación y según expertos del banco alemán Allianz dicha combinación de menores impuestos y mayores aranceles provocaría que la Reserva Federal se viera obligada a pausar su ciclo de flexibilización en 2025 y que el rendimiento de los bonos estadounidenses a 10 años se mantuviera por encima del 4%.
En cuanto a la inmigración, la política expuesta hasta ahora por Trump que aplicaría en su administración también podría presionar aún más la inflación: el estrecho mercado laboral de Estados Unidos es uno de los grandes factores que ha explicado la resistencia del IPC.
Según la Oficina Federal del Congreso del país, Estados Unidos registró una inmigración neta en 2023 de 3,3 millones de personas y sus perspectivas son prácticamente iguales para 2024. El incremento de la fuerza laboral a través de la inmigración ha permitido que el empleo crezca sin un aumento de las presiones inflacionarias y menores cifras de migrantes podrían generar el efecto inverso.
«Aranceles más altos y la posible deportación de inmigrantes serían negativos para el crecimiento económico de Estados Unidos, dijeron analistas de Morgan Stanley al periódico español El economista».
«Este golpe a la economía probablemente alentaría a la Reserva Federal a recortar las tasas de interés, reduciendo los rendimientos a corto plazo, lo que explicaría un camino más largo hacia la estabilidad de precios», dijeron.
«Si Trump aumenta los aranceles como ha propuesto, la economía probablemente sufriría una recesión poco después», dijo Mark Zandi, economista en jefe de Moody´s, según versiones del periódico español.
La agencia crediticia advierte incluso sobre un escenario con alzas de tasas de interés por parte de la Fed para frenar una eventual escalada inflacionaria. Es claro que existen temores en torno a un Trump inflacionario para Estados Unidos y para el mundo.