Entramos en 2015 con unas perspectivas de crecimiento económico sin brillo después de las recientes rebajas del BCE a las previsiones de PIB e inflación. Sin embargo, mientras que el telón de fondo de los datos macro sigue estando bastante nublado -con una previsión de tormentas importantes debido a las elecciones en Grecia, las dificultades en España y las elecciones adelantadas de Reino Unido-, no todo es, en realidad tan sombrío en Europa, opina Neil Dwane, CIO de renta variable Europa de AllianzGI.
El experto de la firma cree que las bolsas siguen ofreciendo una valoración atractiva y rentabilidades significativas frente a los mercados de bonos y crédito. Las empresas están ahora participando activamente en operaciones de reestructuración de la industria, donde, en general, “podemos decir que Europa está al menos 10 años por detrás de Estados Unidos”, explica Dwane. Además, la debilidad del euro va a aumentar los ingresos de Europa en 2015, convirtiendo un viento en contra de cinco años en un viento de cola al fin y permitirá que los beneficios empresariales europeos crezcan más rápido que los ingresos de los Estados Unidos por primera vez desde el inicio de la crisis financiera global.
Con poca correlación entre el crecimiento económico y los beneficios empresariales, las compañías europeas están muy centradas en llevar a cabo procesos de reestructuración y buscando nuevos enfoques. “Y estos son dos factores que apuntalan los retornos a los accionistas y crean una buena base para rentabilidades futuras”, dice el director de Inversión de Renta Variable Europa de AllianzGI. Un precio del petróleo débil también es bueno para Europa porque libera aproximadamente un 1% del PIB que pueden ser dedicados al consumo y la inversión, recuerda. El plan de infraestructuras de la Unión Europea puede ser el primero de una serie de planes fiscales que impulsen realmente la demanda en los próximos años.
Los inversores europeos están en un momento en el que realmente tienen que adoptar más riesgos para conseguir rentabilidad, ya que casi toda la deuda soberana y y más de la mitad de los mercados de crédito con grado de inversión ofrecen menos del 1% de rentabilidad. “Sin embargo, ¡esta asignación a renta fija representa aproximadamente el 80% del portfolio de muchos inversores!”, afirma Dwane sorprendido. El reequilibrio de los portfolios de los inversores europeos en busca de una rentabilidad razonable debería ver una rotación desde la renta fija a la renta variable en 2015, concluye.