Escandinavia es una región que puede considerarse como periférica de Europa, con los aspectos positivos y negativos que esto conlleva. Por ejemplo, si se produce un evento risk off, los inversores internacionales tienden a reducir primero sus asignaciones a este tipo de mercados antes que a sus asignaciones ‘core’ en mercados más grandes, como observan desde la gestora finesa Evli. Dicho esto, estas economías presentan una serie de características que las hacen actualmente atractivas a ojos de los inversores que estén buscando construir una asignación estratégica en cartera que aporte diversificación respecto a otras áreas de la renta variable europea (la firma considera como small cap a compañías con menos de 1.000 millones de euros de capitalización).
Ronny Ruohomaa, director internacional de desarrollo de negocio de Evli, considera que las small caps nórdicas ofrecen oportunidades por valoración, calidad y diversificación para los inversores, particularmente para aquellos que estén buscando reducir sus asignaciones en otras regiones, como por ejemplo Reino Unido.
Ruohomaa comienza su análisis por los aspectos macro: los países nórdicos están más orientados a las exportaciones, y se han beneficiado en los dos últimos años del abaratamiento de sus divisas contra el euro por la suma de acontecimientos que todos conocemos (Guerra de Ucrania, hiperinflación, subida agresiva de tipos de interés del BCE). El experto compara la situación de las divisas nórdicas, que llegaron a perder entre un 20% y un 30% de su valor contra el euro con el episodio de crisis que vivieron estas economías en los 90.
Como efecto de esta devaluación, muchas compañías escandinavas han ganado competitividad, hasta el punto de que, por ejemplo, hoy hay más compañías suecas vendiendo a Alemania que en el pasado. También han sido capaces de mejorar sus márgenes de beneficio, pues el experto destaca que en muchos casos los equipos directivos sí habían aprendido de las crisis de hace 30 años y habían realizado una gestión prudente de los balances, de mucho de que muchas de estas compañías de pequeña capitalización
Como resultado, desde la firma constatan que los beneficios han empezado a mejorar, pues muchas compañías han conseguido sorprender positivamente al mercado y esto ha ayudado a mejorar el momento de inversión tras dos años de pérdidas.
La última característica macro que destaca el activo a favor de esta clase de activo es la estabilidad de estas economías, que ha permitido el desarrollo de muchas compañías durante décadas: “En nuestro universo de inversión tenemos muchas compañías con una historia larga, de más de cien años. Son compañías muy estables, que se han beneficiado también de la estabilidad de nuestras democracias, con la excepción del periodo de la II Guerra Mundial”, detalla el experto. A esto se debe añadir la certeza de que los bancos centrales de estos países ya han completado sus respectivos ciclos de subidas de tipos (por ejemplo, el Banco de Suecia bajó en mayo los tipos de interés por primera vez desde 2016).
Buena muestra de esta estabilidad, para Evli, es el hecho de que el único mercado que ha generado mayores rendimientos que la región nórdica en los últimos cien años ha sido EEUU: mientras que la bolsa estadounidense ha generado un rendimiento anual medio ajustado a la inflación del 8,4% entre 1900 y 2023, los nórdicos han aportado un 8%, frente al 5,9% del resto de Europa y el 6,1% del resto del mundo (excluyendo EE.UU.). La diferencia, destaca el experto, es el menor endeudamiento sobre el PIB de Finlandia (76%), Noruega (44%) y especialmente Suecia (31%) y Dinamarca (29%).
Buen punto de entrada
El experto es consciente de que los pequeños valores se han convertido en uno de los activos menos populares entre los inversores de los últimos años; esto aplica para Europa, pero las compañías nórdicas no son una excepción. De hecho, actualmente se está produciendo la mayor brecha en términos tanto absolutos como relativos de las small caps respecto de las big caps.
Si a todos estos elementos se le suman la fuerte caída de las valoraciones que experimentaron las small caps nórdicas en los dos últimos años – dos desviaciones estándar respecto a la media histórica-, el representante de Evli considera que el mercado ofrece actualmente un buen punto de entrada para empezar a añadir esta clase de activo.
Desde la firma consideran que este universo ofrece suficientes oportunidades para invertir de forma diversificada por una serie de aspectos, empezando por el hecho de que, frente a la tendencia actual de muchas compañías europeas a excluir sus acciones de bolsa o buscar directamente financiación en el private equity, en los países nórdicos sigue habiendo un volumen decente de debuts bursátiles todos los años. La diversificación también está presente a nivel sectorial, pues el industrial supone un tercio del índice de referencia, frente a la creencia popular de que estos mercados están altamente expuestos a las materias primas. “Hay muchas compañías que están reportando crecimiento y que tienen balances ligeros de activos, lo que les permite acelerar su crecimiento y elevar sus márgenes. Son compañías que están muy abiertas a los mercados de capitales, de modo que muchas terminan por convertirse en el objetivo de operaciones de fusión y adquisición por parte de compañías más grandes”, explica Ruohomaa, que concluye: “Todos los datos apuntan a que estamos al inicio de un ciclo alcista de varios años”.