Las expectativas de consenso para las ganancias empresariales en la eurozona están alcanzando nuevos máximos y se espera que el crecimiento de los beneficios por acción se sitúe en torno al 15% en 2015. Para ser justos, dice Diego Franzin, director de Renta Variable Europa de Pioneer, hemos oído previsiones alcistas para unos cuantos años. Pese a que el 15% puede parecer poco para los inversores más cínicos hay posibilidades de que 2015 sea el año en el que la región experimente un crecimiento de dos dígitos en los beneficios. Sin embargo, si escarbamos un poco, hay que tener en cuenta que un alto porcentaje de este crecimiento podría atribuirse a las expectativas de que los bancos tengan un año espectacular. ¿Serán capaces de conseguir buenos resultados?, se pregunta Franzin.
En teoría, este sector debería ser el primer beneficiado de las medidas que adopte el BCE.
Con las crecientes expectativas de que el BCE ponga en marcha un programa de expansión cuantitativa o QE, la finalización del Asset Quality Review y el mayor crecimiento del PIB, la esperanza natural de los inversores es que los bancos registren la mayor exposición a cualquier tipo de recuperación. Esto deja a muchos inversores preguntándose: ¿Es hora de tener bancos europeos en la cartera? Una pregunta a la que el director de Renta Variable Europa de Pioneer contesta diciendo: “El paisaje actual no está nada claro”.
Sorprenderá a los inversores saber que aunque las expectativas de QE han estado creciendo durante los últimos tres meses, las ganancias esperadas para los bancos europeos en realidad han caído. Si bien no hay duda de que el ambiente general para el sector bancario ha mejorado, cree que los inversores hacen bien en señalar algunas nubes en el horizonte. Aunque la revisión de la calidad de los activos que se encuentran en el balance de los bancos se ha completado, el nuevo regulador europeo ya ha empezado un diálogo diferente con el sector, que podría conducir a ratios de capital «personalizados», que dependen de la percepción del riesgo de cada entidad, estima el experto de Pioneer.
“Aunque esto es una buena noticia para la estabilidad del mercado, es menos probable que conlleve una mayor rentabilidad si la entidad tiene un riesgo mayor. En segundo lugar, ya hay señales de que a pesar de que el crédito disponible está mejorando, los márgenes para estos nuevos préstamos son más bajos”.
Franzin explica que mientras ciertos bancos parecen a primera vista atractivos y bien podrían ser los grandes beneficiarios en un escenario «azul cielo», podrían, al mismo tiempo, ser los que más sufran con cualquier decepción. En este caso, los inversores deberían buscar no sólo los bancos más fuertes, que se beneficiarían de las nuevas medidas del BCE, sino también aquellas entidades que parezcan mejor dispuestas para capear cualquier tormenta que llegue. Menos riesgo, entonces, podría ser igual a una mayor rentabilidad.
“Independientemente de lo que la economía de la eurozona crezca en 2015, es probable que quienes apuesten por la banca de calidad sean los principales beneficiarios de cualquier mejora en el crecimiento. Sin embargo, dado que el sector continúa teniendo vientos en contra, la hoja de ruta y las oportunidades para otros sectores de renta variable de la zona euro serán sin duda más transparentes en este punto”, concluye.