Una vez más, el futuro de la política monetaria en Estados Unidos volvió a dominar el escenario central durante mayo. Los inversores comenzaron el mes de manera optimista, debido a que el presidente de la Reserva Federal descartó estar contemplando nuevos incrementos en la tasa de referencia. A esto se sumó un dato inflacionario que, por primera vez en el año, no superó las expectativas de mercado, y una creación de empleo menor a la observada durante el primer trimestre.
Sin embargo, en la segunda quincena este sentimiento cambió, ya que las tasas del tesoro retomaron el camino al alza en línea con datos de actividad robustos y se emitieron comentarios en un tono más restrictivo por parte de diversos miembros de la Fed.
En tanto, las autoridades de China anunciaron una serie de medidas orientadas a estabilizar el sector inmobiliario de ese país. En principio esto fue bien recibido por los mercados, pero luego
Estados Unidos anunció que aumentaría los aranceles sobre una variedad de importaciones del gigante asiático, reviviendo las preocupaciones en torno a las tensiones comerciales entre ambos países.
Frente a este escenario económico internacional, aunque los datos de actividad han mostrado algo de debilidad en el margen, el sentimiento del mercado sigue positivo. Este panorama nos inclina a seguir favoreciendo las acciones sobre los bonos.
Asimismo, la madurez del ciclo nos sugiere favorecer la calidad, por lo que seguimos sobreponderando la renta variable desarrollada sobre la emergente. Dentro de renta fija, mantenemos una visión neutral en duración, favoreciendo el crédito sobre los Tesoros.
En lo que respecta a la renta variable internacional, las acciones globales se recuperaron del retroceso de abril, cerrando con desempeños superiores a la renta fija global. Los mercados desarrollados tuvieron un mes sólido, mientras que los emergentes mostraron rezago, principalmente por la región latinoamericana, que sigue sin repuntar.
Las ganancias accionarias fueron robustas entre regiones, pero los mejores desempeños se observaron en Estados Unidos y la Eurozona, reforzando la dinámica vista a lo largo del año. Estas perspectivas nos llevan a mantener la apuesta por la renta variable, específicamente la de los países desarrollados.
Por otro lado, si bien durante la segunda quincena de mayo la renta fija internacional presentó caídas generalizadas, los retornos promedio del activo fueron positivos durante el mes, que a pesar de la volatilidad cerró con disminuciones en las tasas del tesoro. En este contexto se destacaron los rendimientos de los instrumentos de crédito, y, en particular, de aquellos vinculados a la deuda emergente. Por este motivo, conservamos el posicionamiento neutral en duración y preferimos los activos de crédito frente a la deuda soberana, atendiendo al dinamismo económico.
Uruguay: expectativa de crecimiento del 3,5%
Pasando a nuestro análisis local, en el transcurso del último mes la economía uruguaya siguió mostrando señales de recuperación, con los indicadores líderes continuando la tendencia comenzada a cierres del 2023. En este contexto, y a pesar de algunos riesgos relacionados a factores climáticos, las expectativas para el crecimiento del producto a cierre de año se mantuvieron estables en torno al 3,50%.
A pesar de esto, es preciso destacar que la tasa de desempleo se mantuvo elevada por segundo mes (9,0%), y que las lluvias del mes de abril podrían presentar riesgos para el sector agrícola.
En línea con esto, las perspectivas inflacionarias tampoco presentaron grandes variaciones, ubicándose en 5,5% acorde a la última encuesta del Banco Central, proyección a la cual nos alineamos.
En materia de tipo de cambio, de cara al cierre de 2024 el escenario central continúa siendo de depreciación, atendiendo tanto a las ganancias que ha acumulado la moneda local durante los últimos años como a los riesgos que presentan las elecciones nacionales y el plebiscito respecto a la reforma de la seguridad social. Sobre este punto, cabe destacar que los mercados no esperan que se apruebe el plebiscito, lo cual tampoco es parte de nuestro escenario base. En este contexto, continuamos valorando positivamente la renta fija local, dentro de la cual mantenemos una leve preferencia por las tasas nominales.
En tanto, las curvas locales presentaron movimientos mixtos, destacándose en tasas nominales las caídas en los nodos menores a un año y los importantes ajustes al alza en la parte media de la curva. Por otra parte, las tasas reales presentaron aumentos generalizados, siendo estos más marcados en los extremos, donde las variaciones rondaron los 15 puntos básicos. En consecuencia, la inflación implícita amplió las correcciones al alza del mes anterior.
Dentro del tramo más líquido de la curva nominal mantenemos nuestra preferencia por duraciones largas, anticipando que podrían observarse nuevas correcciones a la baja en las tasas de mercado. En forma adicional, con este posicionamiento buscamos aprovechar el mayor devengo que ofrecen las duraciones más largas, resultado del ligero empinamiento de la curva que se registró durante el transcurso del último mes.
Conservamos nuestra ligera preferencia por tasas nominales, entendiendo que, en los niveles actuales, la compensación inflacionaria implícita en las curvas todavía favorece en cierta medida a dichos instrumentos. A pesar de esto, dada la expectativa de un aumento en la inflación, vemos, de cualquier manera, valor en las tasas reales, principalmente en forma táctica, dados los efectos de las lluvias en los precios de los alimentos.
Gerardo Ameigenda es director ejecutivo del negocio institucional de SURA Investments y Country Manager para Uruguay