El Informe Global sobre la Brecha de Género de 2024, publicado por Foro Económico Mundial, revela que el mundo ha cerrado el 68,5 % de la brecha de género. Sin embargo, al ritmo actual se necesitarán otros 134 años –el equivalente a cinco generaciones– para alcanzar la plena paridad entre hombres y mujeres. A escala mundial, la brecha de género se ha reducido en 0,1 puntos porcentuales desde el año pasado.
«A pesar de algunos aspectos positivos, los avances lentos y graduales que pone de relieve el Informe global sobre la brecha de género de este año subrayan la urgente necesidad de renovar el compromiso mundial para alcanzar la paridad de género, especialmente en las esferas económica y política. No podemos esperar hasta 2.158 para lograr la paridad. Ha llegado el momento de actuar con decisión», destaca Saadia Zahidi, directora general del Foro Económico Mundial.
La representación femenina en la esfera política, según el informe, ha aumentado a nivel federal y local, aunque los puestos de alto nivel siguen siendo en gran medida inaccesibles para las mujeres en todo el mundo. Con más de 60 elecciones nacionales en 2024 y la mayor población mundial de la historia llamada a acudir a las urnas, esta representación podría mejorar. Las mujeres también siguen escaseando en los puestos de alto nivel de la industria, como ponen de relieve los datos de LinkedIn: la disminución de la representación a medida que se asciende desde los niveles jerárquicos más bajos hasta los puestos directivos se observa en todos los sectores.
Aunque la mitad de las economías incluidas en el Índice global de la brecha de género han realizado progresos, siguen existiendo disparidades significativas. La ligera reducción de la brecha de género global en 2024 se debe a los cambios positivos en el subíndice de participación y oportunidades económicas (+0,6 puntos porcentuales), mientras que el empoderamiento político y la salud y la supervivencia avanzaron levemente y los logros educativos experimentaron un pequeño descenso.
A pesar de las dificultades, el informe destaca algunos aspectos positivos. La paridad en las tasas de participación de las mujeres en la población activa ha repuntado hasta el 65,7 % en todo el mundo, tras alcanzar un mínimo del 62,3 % a raíz de la pandemia. La región de América Latina y el Caribe alcanzó una puntuación global de paridad de género del 74,2 %, así como su puntuación de paridad económica más alta hasta la fecha (65,7 %), impulsada por una fuerte paridad en la tasa de participación en la población activa y en las funciones profesionales, y la segunda puntuación regional más alta en el apartado del empoderamiento político (34 %). Este caso de éxito observado en América Latina puede servir de modelo para otras regiones.
Varias economías individuales han progresado de manera significativa, y los seis países que más han mejorado han ascendido más de 20 puestos en la clasificación: Ecuador (+34, puesto 16), Sierra Leona (+32, puesto 80), Guatemala (+24, puesto 93), Chipre (+22, puesto 84) y Rumanía y Grecia (+20, puestos 68 y 73, respectivamente).
Principales resultados por países y regiones
Europa sigue en cabeza, con una puntuación de paridad de género del 75 %; además, 7 de los 10 primeros puestos están ocupados por países de esta región. Islandia sigue siendo el país con mayor igualdad entre hombres y mujeres; de hecho, ha logrado cerrar el 93,5 % de su brecha de género total. Otros países con buenos resultados son Finlandia, Noruega, Suecia, Alemania e Irlanda, todos los cuales han eliminado más del 80 % de sus brechas de género. La puntuación total de Europa en materia de paridad ha mejorado en 6,2 puntos porcentuales desde 2006.
América del Norte ocupa el segundo lugar con una puntuación de paridad de género del 74,8 %, tras haber mejorado en conjunto 4,3 puntos porcentuales desde 2006. La región obtiene buenos resultados en logros educativos y salud, con un 100 % y un 96,9 % respectivamente. La participación económica sigue siendo elevada (76,3 %), aunque las disparidades en los ingresos percibidos y la infrarrepresentación en puestos directivos han provocado un ligero descenso.
La región de América Latina y el Caribe ocupa el tercer lugar, con una puntuación del 74,2 %. Desde 2006 se han logrado avances significativos, con una mejora total de 8,3 puntos porcentuales, la mayor de todas las regiones. La región también ha experimentado mejoras alentadoras en la tasa de participación en la población activa, con un alto nivel de representación femenina en puestos profesionales y técnicos, alcanzando la paridad total en el 68 % de la región.
La región de Asia Oriental y el Pacífico ocupa el cuarto lugar, con una puntuación del 69,2 %. La puntuación de la región en cuanto a participación y oportunidades económicas mejoró hasta el 71,7 %, aunque continúan existiendo disparidades significativas entre los países en cuanto a las tasas de participación en la población activa y la representación en esta. Mientras que los resultados educativos y sanitarios son positivos, en el apartado del empoderamiento político son menos satisfactorios. Países como Nueva Zelanda (puesto 4) y Filipinas (puesto 25) lideran la región.
Asia Central ocupa el quinto lugar con una puntuación del 69,1 %. A pesar de que prácticamente se alcanzó la paridad en logros educativos y salud, las puntuaciones de paridad económica y política retrocedieron con respecto a 2023. Armenia, Georgia y Kazajstán son los países con mejores resultados; cada uno de ellos ha eliminado más del 71 % de su brecha de género respectiva.
África Subsahariana ocupa el sexto lugar, con una puntuación del 68,4 %. La región ha mostrado avances significativos en cuanto al empoderamiento político, con países como Namibia y Sudáfrica a la cabeza. Sin embargo, la participación económica y los logros educativos siguen planteando retos. Más de la mitad de los países de la región han cerrado más del 70 % de su brecha de género; sin embargo, la diferencia entre los puestos más altos de la clasificación y los más bajos es de 22,9 puntos porcentuales.
Asia Meridional ocupa el séptimo lugar, con una puntuación del 63,7 %. La región ha logrado notables mejoras en el apartado del nivel educativo desde 2006, pero tiene dificultades con la participación económica y con algunas dimensiones del empoderamiento político, como la representación a nivel ministerial y parlamentario. Bangladesh encabeza la región, seguido de Nepal y Sri Lanka.
La región de Oriente Medio y Norte de África ocupa el octavo lugar, con una puntuación del 61,7 %. A pesar de las bajas puntuaciones obtenidas en los apartados de la participación económica y el empoderamiento político, la región ha experimentado notables mejoras en cuanto a los logros educativos desde 2006. La tasa media de participación en la población activa sigue siendo baja en la región, aunque en los últimos años Arabia Saudita, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) han avanzado hacia la paridad. Los EAU e Israel son los países con mejores resultados de la región, las dos únicas economías de la zona que figuran entre las 100 primeras de la clasificación.
Aunque la paridad en la tasa de participación de las mujeres en la población activa mejoró en 2024, las diferencias regionales siguen siendo significativas. A nivel sectorial, los datos de LinkedIn indican que la representación de las mujeres en la población activa sigue siendo inferior a la de los hombres en casi todos los sectores y economías, y que las mujeres representan el 42 % de la mano de obra mundial y ocupa el 31,7 % de los altos cargos. Otros factores, como las brechas de género en las redes profesionales y las responsabilidades asistenciales, frenan el progreso económico de las mujeres. El Banco Mundial calcula que la eliminación de la brecha de género en el empleo y el espíritu empresarial podría aumentar el PIB mundial en más de un 20 %.
Un dato positivo es que la concentración de mujeres en el campo de la ingeniería de la IA se ha duplicado con creces desde 2016, lo que indica cierto progreso en este ámbito. Sin embargo, la brecha de género en los campos de la CTIM y el talento en la IA sigue siendo un reto importante. De acuerdo con los datos de LinkedIn, las mujeres representan el 29 % de los puestos de nivel básico en CTIM y solo el 12,2 % de los puestos directivos. La paridad de género en la capacitación en línea, según los datos de Coursera, es actualmente demasiado baja en los cursos de IA y macrodatos (30 %), programación (31 %) y redes y ciberseguridad (31 %) como para cerrar las brechas existentes en la mano de obra. Además, una encuesta a trabajadores a gran escala realizada por PwC revela diferencias de género en la percepción de la demanda, teniendo en cuenta las funciones actuales, y las mujeres estiman que en los próximos cinco años las competencias digitales, analíticas y ecológicas serán menos importantes para sus trayectorias profesionales actuales. También existe una brecha de género en las oportunidades percibidas para adquirir las competencias del futuro.
«El lento avance que se había producido en la contratación de mujeres para puestos directivos está empezando a erosionarse tras el máximo alcanzado en 2022. Las mujeres se han visto afectadas de forma desproporcionada por el enfriamiento de la economía mundial, lo que refuerza los problemas sistémicos que frenan a las mujeres en el trabajo. Estamos llegando a un momento crucial en el que la IA generativa empieza a repercutir en el mercado laboral con un recalibrado de las competencias que más valoran las empresas. Los empresarios deben asegurarse de aplicar la perspectiva de género a su enfoque de la mejora de las cualificaciones para crear el lugar de trabajo del futuro de forma justa y equitativa», apunta Sue Duke, vicepresidenta de Políticas Públicas Globales y Gráficos Económicos de LinkedIn.
Por su parte, Jeff Maggioncalda, CEO de Coursera, añade: «Nuestra investigación indica que, si bien el número total de matriculaciones ha aumentado, las disparidades de género en la IA y las competencias digitales se han ampliado», señaló «Es esencial llevar a cabo intervenciones específicas para salvar esta brecha y garantizar un acceso equitativo al aprendizaje de las tecnologías emergentes. La IA generativa desempeñará un papel crucial en este esfuerzo, al posibilitar experiencias de aprendizaje personalizadas y multilingües para satisfacer las diversas necesidades de los alumnos de todo el mundo».
Los gobiernos y las empresas deben reorientar sus recursos y cambiar su mentalidad para adoptar la paridad de género como un elemento esencial para el crecimiento sostenible. Solo mediante la colaboración y con intervenciones específicas podrá lograrse un mundo plenamente igualitario. El Foro Económico Mundial está impulsando una coalición para la acción en su esprint global en paridad de género hasta 2030 e invita a los socios de los sectores público y privado a unirse a él para cambiar la tendencia hacia la paridad.